Noticias de Cantabria
14-11-2007 14:44

Lo que Chávez debe aprender de Aznar

MIGUEL BARRACHINA: El presidente de Venezuela Hugo Chávez en su obsesión por José María Aznar podría tomar algunas lecciones de democracia del ex presidente español.

 

Primero, los golpistas, como el teniente coronel Chávez, aunque hayan fracasado en sus alzamientos como el que él mismo protagonizó y por el que fue condenado en 1992 con 50 muertos estimados, no deben acusar sin fundamento a otros de respaldar levantamientos.

 

Sólo con la entrada de grupos izquierdistas en el ejecutivo logró el verborreico militar su indulto.

 

Segundo, mientras Aznar presidía España algunos de sus los militantes de su partido, que es el mío, murieron a manos del extremismo independentista. En Venezuela ahora que se manifiestan los universitarios, quienes se enfrentan a ellos con pistolas son grupos de chavistas, es decir, que a pesar de ser el gobierno sigue tolerando la presencia de sus partidarios armados.

 

Tercero, un país que se pretende democrático debe favorecer la pluralidad informativa, que aquí creció en los ocho años de gobierno popular, mientras que Chávez ha cerrado la cadena más antigua, más vista y más crítica del país, Radio Caracas Televisión para sustituirla por una estatal.

 

Que el inacabable espacio dominical Aló Presidente, que protagoniza el lenguaraz venezolano en solitario, vaya a cumplir este fin de semana su 294 edición, revela el uso totalitario de los medios de comunicación en un país en la que el ejercicio del periodismo libre es una profesión de riesgo.

 

Cuarto, los gobernantes han de estar el tiempo justo y no aspirar a la perpetuidad. En España aunque no haya ley que lo exija Aznar renunció a presentarse con ocho años de gobierno.

 

En Venezuela Chávez, por el poder que acumula como jefe de estado tiene limitado a dos mandatos su tiempo en el gobierno, pero va a volver a camibar la Constitución porque le parece poco gobernar “sólo” hasta 2013, quince años, y así podrá hacerlo indefinidamente.

 

Quinto y último aprendizaje que el incontenible Hugo debiera recibir de José María, los presidentes se someten a leyes y especialmente a la Constitución, y no al revés como ha propuesto con su reforma Chávez en la que incluye la desaparición de la propiedad privada, la posibilidad de declaración perpetua de estado de excepción con censura, la supresión de la autonomía universitaria o la creación de un sistema socialista de partido único.

 

Posiblemente ni con estas cinco lecciones podría aprender el presidente venezolano prácticas democráticas de José María Aznar, debería volver a nacer.

  •  

       

      Miguel Barrachina Ros

  •  

      Diputado en el Congreso por Castellón

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(1):

CostaVasca - 10-12-2007

Le recomiendo que lea el proyecto de Constitución venezolana, porque no viene nada de eso o no lo indica así. Además, que repase la Historia de España. Aznar, como Presidente español, aplaudió el golpe de 2002 contra Chávez, para mayor vergüenza de los españoles; luego, cuando el golpe falló, hubo de recular con malas excusas. Aznar, contra la opinión de los españoles sobradamente mostrada en las calles, nos metió en la invasión de Irak, un gran fiasco que hasta los generales del ejército de EEUU están juzgando como un desastre. Y se pasó por donde quiso las resoluciones de la ONU y los informes de ésta sobre la inexsistencia de armas de destrucción masiva. Mintió descaradamente. En cualquier país, el Gobierno propone las leyes y el Parlamento, o la ciudadanía directamente en referendo, las aprueba o no. Así lo ha hecho Chávez. Aznar no tuvo un programa en TV, afortunadamente para el espectador. Pero manipuló RTVE hasta la vergüenza -y cosechó la única sentencia contra un periodista español por manipulación-, después lo ha hecho con TeleMadrid, etc. Además, eliminó los programas de debate que había en TVE. Señor mío, tenga más cuidado cuando hace propaganda. PD: Menudo simplismo. Lo que le debería preocupar es que Chávez, en el fondo, tiene razón. Por muy chabacano que nos resulte, el Presidente electo de Venezuela tiene razón. Defiende los intereses de la gente, no de las empresas, sean venezolanas o extranjeras. ¿O están por encima los intereses de los empresarios? Además, se ha mentido hasta la saciedad sobre el proyecto de Constitución rechazado. ¿Quién? Los empresarios y los medios de comunicación venezolanos -pagados por la patronal, la misma que patrocinó el golpe de estado de 2002, aplaudido por el entonces Presidente español Aznar- y, entre otros, los españoles -pagados por nuestra patronal-, con un simplismo tan populista como el de Chávez. Chávez habrá sido golpista. Pero mientras se haya reconvertido a la democracia, nada hay que objetar. Ha ganado todas las elecciones salvo este referendo -por los pelos sólo-. Lo triste es que apoyemos a una patronal corrupta y golpista y que riamos las gracias de nuestro Jefe del Estado que ha insultado a Chávez y a Ortega y, por lo tanto, a sus ciudadanos y países. Da grima este nacionalismo de pandereta. Y los medios españoles, aplaudiendo con las orejas. Penoso.