Noticias de Cantabria
26-08-2016 07:04

La Huerta de don Pedro

Tenía ganas de hablar de algo importante porque siempre lo hacemos de los políticos cuyas opiniones dada su cortedad de miras, falsedad e hipocresía cada día interesan menos. ¿Y por que no? me dije, vamos a hablar de la huerta de Don Pedro.

Tenía ganas de hablar de algo importante porque siempre lo hacemos de los políticos cuyas opiniones dada su cortedad de miras, falsedad e hipocresía cada día interesan menos.  
¿Y por que no? me dije, vamos a hablar de la huerta de Don Pedro. Para empezar tengo que decirles amigos de la boina que en la huerta además de cultivar hortalizas, verduras de todas variedades es su refugio de pensamiento. Y es que en soledad y con la única compañía de berenjenas, judías, pepinos, riquísimas lechugas, etc... nuestro amigo y colaborador se inspira para luego deleitarnos con sus escritos.

Don Pedro en su huerta y entre sus hortalizas busca la concentración y la libertad e independencia de pensamiento como Santa Teresa buscaba a dios entre los pucheros. 

Cuando el pasado sábado fui a buscar unas lechugas me dije: ¿y por qué no hablar de su huerta? ¿Pero a quién le puede interesar la huerta de don Pedro? me espetó otro colaborador de nuestro digital, eso no es tema Carlos. Bien ¿entonces qué?, ¿tengo que seguir hablando de la mediocridad de los políticos, de su incapacidad acreditada, de que gobiernan para ellos, de que son incapaces de ponerse de acuerdo incluso para repartirse los sillones en el Congreso, de que se ríen de nuestros votos, del despilfarro que va a suponer unas terceras elecciones...? ¡Me rebelo!, esta vez quiero divertirme escribiendo como habitualmente hago.

En efecto, voy a escribir sobre el tema y además voy a mostrar las fotos que dan fe de la dedicación de este jubilado con múltiples inquietudes gran polifacético que le faltan las horas del día para sus actividades, porque además de su plantación a la que acude diariamente también ocupa su tiempo en preparar conferencias, ensayos, análisis, artículos, viajar y reunirse con sus amigos en comidas y tertulias. En definitiva, don Pedro es un jubilado que disfruta plenamente de la vida y que sigue activo al cien por cien y además tiene sus lechugas, tomates, acelgas, pimientos, calabacines, flores… de los de verdad. Él no necesita de eso que se hace llamar- huerto sostenible- y que no sé muy bien que significa ya que últimamente se emplean unos conceptos muy difíciles de interpretar para la gente normal porque la huerta, qué yo sepa, se sostiene con una azada, azadín y mucho sudor. Esto es como lo del emprendimiento que crean cuatro mentes “pre claras” para seguir chupando y hacer cursos y cursillos de pasar por caja mientras los jóvenes licenciados siguen parados, emigrando o con contratos pésimos. En fin, no sigamos por esa senda que enseguida me caliento y hoy quería escribir relajado.
Lo siento Pedro he descubierto tu secreto, un rectángulo bien apañado, milimétricamente diseñado con cada producto ocupando su sitio sin protestar.

También aprovecho para hacer un homenaje a todos -los jóvenes mayores- que quieren ser útiles con ellos mismos y con la sociedad, aparte de cuidar de sus nietos y compartir sus pensiones con sus hijos por el paro y la crisis a la que unos desalmados nos han llevado.

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