La disolución del Estado del Bienestar
No se trata mayor o menor intervencionismo, de más o menos socialismo, sino simplemente de llegar a fin de mes, de que dejen de alargarse las colas de los comedores sociales y también las del Inem. No son matices, no es un estéril debate, es una emergencia.
Con cuatro millones de parados y casi el 20% de la población activa desempleada no existe ni modelo social europeo, ni estado del bienestar, ni nada que se le parezca.
No hace falta alcanzar los cinco millones de parados, que Zapatero es capaz de superar con la mejor de sus sonrisas, la actual situación mantenida en el tiempo es incompatible con sanidad, educación o pensiones públicas. No es cuestión de querer simplemente es no poder.
Hagan una sencilla cuenta: sumen a ocho millones y medio de jubilados y pensionistas, cuatro de parados y algo más de tres de funcionarios, y resultan casi dieciséis millones de españoles cuya retribución ha de salir de los quince millones de trabajadores y empresarios que todavía operan en España.
Y a partir de ahí edifiquen, para los nuevos 46 millones de españoles una construcción social de con un sistema universal, público, gratuito y de calidad en la sanidad, la educación, la seguridad y todo aquello que es menester. Imposible, las cuentas no cuadran.
El modelo social europeo tenía su premisa en una tasa de actividad próxima al pleno empleo.
Y solo existe una solución posible, que es la generación de empleo estable en el sector privado. El Plan E de obra pública, las subidas de tributos sobre la gasolina y el tabaco, o los anuncios de nuevas elevaciones de impuestos y supresión de la deducción por compra de vivienda destruyen empleo en la empresa.
Felizmente no todos los gobernantes europeos son socialistas ni se llaman Rodríguez Zapatero y así el gobierno alemán, como ya hiciera el ejecutivo de que Aznar, que vicepresidió Mariano Rajoy, anuncia rebajas de impuestos para los próximos 4 años por valor de 15.000 millones de euros en cuatro años, y adicionales esfuerzos en investigación y educación.
La cancillera alemana Angela Merkel ha puesto de manifiesto que hay otra manera de salir de la crisis, o mejor, que los gobiernos pueden no agravar la crisis e incluso ayudar a salir de ella si primero rebajan el gasto superfluo y después los impuestos.
Y aquí, mientras el gobierno reúne apoyos para elevar los impuestos o suprimir la deducción por adquisición de vivienda a los “ricos” que ganen más de 17.000 euros al años, este año pagamos un 5.4% más de recibo de luz y Zapatero anticipa en 10 años el cierre recomendado por el Consejo de Seguridad Nuclear que elevará aún más la factura eléctrica.
Sé el primero en comentar