Noticias de Cantabria
02-01-2016 20:00

La Cruza (La Voladora)

Era una mujer muy fuerte y enérgica, siempre dispuesta a aceptar los retos que le proponían los mozos de llevar sobre su cabeza en su época joven de pescatera, muchos kilos de pescado, más que cualquier otra.

Yo creo que todos los que pasamos de los 50, recordamos a la famosa CRUZA, aquella que tenía un pequeño chiringuito en Puerto Chico, enfrente de la antigua Diputación Regional, donde vendía chufas pasadas por agua, además de otras golosinas.

Era una mujer muy fuerte y enérgica, siempre dispuesta a aceptar los retos que le proponían los mozos de llevar sobre su cabeza en su época joven de pescatera, muchos kilos de pescado, más que cualquier otra. Siempre andaba metida en peleas callejeras y se vanagloriaba de sus victorias, poniendo a más de una contra el suelo y con sus pelos arrancados. Posteriormente ayudó durante años a Colás Ochoa en el surtidor de gasolina de Puerto Chico.

Recuerdo, cuando la conocí, que estaba sentada en el interior del chiringuito, detrás de un gran balde lleno de agua y chufas a remojo. Cuentan las malas lenguas, yo no recuerdo haberlo visto y si lo he visto no me acuerdo, que mojaba el peine en el agua de las chufas y luego se peinaba. Ese debía ser el secreto del sabor de aquellas chufas y de su sustancia.

Otros decían que si te ibas sin pagar, te escupía a mucha distancia y siempre te daba. Yo creo que se confundían con Jalapa.

Pero la que en realidad da título a este artículo, es su madre, “La Voladora”.

La Cruza de Puerto Chico, llamada María Cruz López Muriedas, nacida en el año 1.900, era hija de Asunción Muriedas “La Voladora”, apodada así por el vuelo que hizo con motivo de la explosión en el muelle del Cabo Machichaco, el 3 de Noviembre de 1.893. Asunción se acercó seguramente a curiosear al muelle, viendo el humo que provocaba el incendio de un barco. Ese día es uno de los que marcan la historia negra y triste de la ciudad de Santander. El barco explotó segando la vida a muchas personas que allí se habían acercado y arrancando la pierna de Asunción, que voló por los aires, ganándose el apodo de “La Voladora”.

 

Dos personajes típicos de Santander que ahora recuerdo y que en más de una ocasión todos hemos oído hablar de ellos con nostalgia.

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Comentarios(3):

Hoyoenuno - 06-01-2016

Para tirarla de la lengua la increpábamos: "Cruza, que tienes la chufa podrida". ¡Lo que salía por aquella boca! Pero la verdad es que ella disfrutaba mas que nadie con ese juego. Y lo del féretro, que inspiró un jocoso "paso" de una cabalgata de estudiantes por las calles de Santander, un día de Santo Tomás, allá por los años 62 o 63 del pasado siglo.

sonsoles - 02-01-2016

Jajajaj ... Ya había oído alguna historia sobre esas chufas... Cúantas cosas sabes , gracias por compartirlas !! Que tenga usted un venturoso año 2016, Don Francisco .

Jorge Ortega - 01-10-2020

Lo de dicen o decían las malas lenguas que mojaba el peine en el agua de las chufas nada, realmente lo mojaba porque yo lo he visto con mis propios ojos a un metro de distancia. Lo mojaba sin preocuparse si la veían o no. Nadie recuerda cuando se le decía "Cruza enséñame el muerto"?