Noticias de Cantabria
13-12-2010 18:33

La Cruz del Valle de los Caidos

¡Hay que dinamitarla!...

¡Hay que dinamitarla!...
Esta es la intención de algunos “Foros de la Memoria Histórica”, bien engrasados por cuantiosas subvenciones del actual Gobierno español, más preocupado por estos temas que por resolver la galopante crisis que nos acecha a millones de españoles. Estas entidades consideran que "la gran cruz debe ser desmantelada" porque "de ninguna forma se puede consentir que se siga alzando hacia el cielo ese símbolo de muerte y venganza", y proponen su "voladura controlada como culminación de un gran acto público nacional de desagravio a las víctimas del franquismo". También piden que “la basílica del Valle de los Caídos sea desacralizada, que los monjes benedictinos que la atienden sean trasladados y que los restos de Franco y José Antonio Primo de Rivera sean exhumados y entregados a sus familias”.
Y es que en esta simbólica cruz se unen dos deseos, que tienen el claro respaldo y apoyo de nuestro actual Gobierno: la Memoria Histórica y el anticlericalismo  católico, disfrazado de laicidad.
Veamos:
1º.- Con la Memoria Histórica se trata de borrar todo vestigio de la historia de España durante el periodo de la dictadura de Franco; muchos bienintencionados –con los que hábilmente se juega- hablan de algo tan loable como saber dónde pueden encontrarse sus familiares muertos y enterrarlos dignamente y esto ya se venía haciendo y nadie lo había cuestionado. Es mucho más profundo que enterrar a los muertos, cambiar unas placas de calles, quitar algún monumento,… Es realizar un cambio de la Historia, falsificando la misma, actitud propia de regímenes dictatoriales. ¡Dejemos la historia para los historiadores! Y que estudien e interpreten los acontecimientos con la mayor veracidad posible y que, aquellos hechos que sucedieron y no fueron demasiado felices, también queden reseñados y que nos sirvan para no repetir los errores. Por ello el viejo dicho de que “pueblo que desconoce su historia, está condenado a repetir los errores” .
Algunas personas e instituciones están intoxicando el tema de la construcción de este lugar y deben saberse brevemente algunos aspectos: que es la Basílica mayor del mundo, con capacidad para 24.000 personas en su nave de 300 m. de longitud. Costó algo más de mil millones, que han sido amortizados con las entradas de las visitas. La cruz que la corona tiene una altura de 150 m. con un gran espacio por dentro de sus brazos… El número de presos políticos que trabajaron en los dieciocho años que duró su construcción no llegaron al 10 % del total y los mismos se acogieron libremente a la redención de penas por el trabajo (6 días por cada uno de trabaja), cobrando un salario que no era inferior al de aquellos tiempos, hasta el punto de que muchos presos comunes quisieron acogerse y beneficiarse de estas condiciones. Tan sólo 14 personas murieron en las obras…
Los odios, resentimientos, rencores y falacias no son buenos para gobernar y tomar decisiones.
2º.- Con la lucha contra toda manifestación de Catolicismo, el tema es mucho más diabólico y sibilino, pues se siguen rutas soterradas, pretendiendo un país dónde no exista rastro del cristianismo en ningún aspecto de la vida cotidiana. Ya la revolución Bolchevique intentó algo parecido en Rusia y hemos visto, casi un siglo después, los resultados, con un renacer del cristianismo Ortodoxo, al cual se apuntan ahora algunos líderes que antes lo habían detestado.
¿Es consciente el Gobierno de que la Iglesia Católica y algunas de sus organizaciones le están resolviendo el problema educativo, social, cultural,.. de miles de personas y de familias a los que ese mismo Gobierno no es capaz de atender? A este respecto, es gratificante leer escritos como uno reciente de un médico del Hospital Valdecilla, que se declara ateo, pero que va a marcar la x en su declaración a Hacienda, porque afirma que la Iglesia Católica es una organización eficiente para desarrollar la ayuda a los más desfavorecidos. También afirma, de paso, que sin el cristianismo, es difícil explicar la idea de Europa y, finalmente, afirma que le “parece inexplicable el furor obsesivo por bajar los crucifijos de los colegios… Me espanta el fanático que se jacta de clausurar escuelas católicas o quemar frailes…”.
Y este anticlericalismo es exclusivamente contra la Iglesia Católica, pues son respetuosos con las iglesias protestantes, ortodoxas, los musulmanes o los judíos. ¿Qué odio anida en sus entrañas?. Hay un sindicato docente en Cantabria que ha editado un calendario, dónde quita las fiestas religiosas católicas y, sin embargo, pone los días referidos a Ghandi, Martín Luther King, Mahoma o Buda. ¿Prescindirán de las vacaciones de Navidad o Semana Santa, pues tienen un alto componente religioso?. ¿Suprimirán los domingos?...
Ya he afirmado con anterioridad que  España es constitucionalmente un Estado aconfesional, pero que la sociedad –los ciudadanos, con nombre y apellidos- se declara mayoritariamente religiosa, no laica, y, mayoritariamente, católica. Y estos católicos, como los fieles de otras confesiones, tienen todo el derecho a practicar sus respectivas liturgias en libertad. Y se les debe el respeto y no los chascarrillos, mofas y bromas de mal gusto, cuando no el ataque furibundo.
Y, por consiguiente, esta Cruz del Valle de los Caídos –o Cuelgamuros- une ambas invectivas, “matando dos pájaros de un tiro”. Por cierto, no sé si estos “talibanes” conocen que el autor de esta cruz fue Pedro Muguruza y que en el interior de la Basílica existe otra hermosa cruz, cuyo autor fue el artista vasco Beovide.
Quizás en estos últimos años estamos perdiendo muchas libertades, también la religiosa, decretadas curiosamente por aquellos cuyo talante publicitario era justo al revés e iban presumiendo de adalides de las libertades.
Es una vergüenza que el Gobierno de ZP cierre la Basílica y los monjes, acosados, tengan que celebrar la Misas –multitudinarias, a pesar del frío reinante, y televisadas- en la propia explanada del monasterio; está claro que han conseguido lo contrario de lo que pretendían.
Hay quién piensa que “quién siembra vientos, recoge tempestades”, como le está ocurriendo a este Gobierno de Zapatero en este espinoso y sensible tema, dónde se han producido enfrentamientos entre grupos radicales, oyéndose las siguientes palabras: “A por ellos, como en Paracuellos”, mientras en la otra acera se podía leer “Rojos de mierda”. ¿O el enfrentamiento y la tensión es lo que le interesa a este Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, como dijo en cierta ocasión al Sr. Gabilondo?. Así, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

 

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Comentarios(1):

Nandito - 13-12-2010

Ánimo Pedro que te estas ganando un lugar en las listas municipales próximas, aunque sean atrás, pero los méritos están ahí