Noticias de Cantabria
01-11-2007 15:40

La Corta Memoria Histórica de Zapatero

MIGUEL BARRACHINA: "Mientras Barcelona se hunde, la violencia de género crece, la inmigración se desborda y la ley de dependencia muere de inanición, Rodríguez Zapatero tiene tiempo para idear el nuevo derecho a tener ?memoria personal y familiar".



Hoy miércoles en el Congreso de los Diputados debatimos la llamada Ley de la Memoria Histórica, y que reduce a la II República, la Guerra Civil y la dictadura franquista lo que quiso ser la memoria de la nación más antigua de Europa.

 

Tras haber vuelto a releer la peculiar norma aún no entiendo lo que pretende, más allá de reabrir heridas y tratar de rescribir lo que lamentablemente tuvo lugar hace 70 años.

 

Incluso para la parte positiva de este texto, a la que el Partido Popular dará su apoyo, como es la mejora de alguna de las prestaciones económicas que vienen percibiendo, carece de sentido que hayan tenido el envoltorio de una norma sectaria cuando durante nuestra democracia se han consensuado once leyes para favorecer a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo.

 

Entiendo la desazón personal de Rodríguez Zapatero por el resultado de la guerra civil, en mi familia y por partida doble entonces ocurrió lo mismo, pero con imposiciones legales no lograremos cambiar ni el final de la II Republica, ni la guerra civil y ni la dictadura posterior, que conforman uno de los periodos más tristes de nuestra reciente historia.

 

No es extraño que el preámbulo, que dice haber escrito personalmente Rodríguez Zapatero, sitúe como objeto de la ley algo tan incomprensible como “la consideración de que los diversos aspectos relacionados con la memoria personal y familiar…forman parte del estatuto jurídico de la ciudadanía democrática” o que, pretenciosamente, el presidente socialista nos otorgue graciosamente el “derecho individual a la memoria personal y familiar”, como si hasta su llegada los españoles hubiésemos carecido de tal memoria.

 

Es curioso que mientras Barcelona se hunde, la violencia de género crece, la inmigración se desborda y la ley de dependencia muere de inanición, el presidente de España tenga tiempo para idear el nuevo derecho a tener “memoria personal y familiar”.

 

Apañados vamos si la dignidad, el reconocimiento y el aprecio por nuestros antepasados depende de los equilibrios parlamentarios de ZP con Esquerra Republicana e Izquierda Unida.

 

A quienes no hayan leído la ley les sugiero que si quieren acercarse a la memoria de España, ahora que se cumple el segundo centenario de la Guerra de la Independencia lean a Don Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales, sugiero “La batalla de los Arapiles”, continuación de “Juan Martín el Empecinado” o, mejor aún, si les apetece llegar la Hispania Romana, lean el magnífico “Numancia” de José Luís Corral.

 

Por cierto que Pérez Galdós fue el diputado más votado por Madrid en 1910 en una candidatura, Conjunción Republicano-Socialista, de la que formaba parte también el fundador del PSOE Pablo Iglesias.

 

En fin, Zapatero a tus zapatos, que la historia la escriben con mayor imparcialidad los historiadores que aquellos partidos políticos, como el PSOE, ERC o el PCE, que participaron en la contienda y que ahora pretenden por ley revisar nuestro pasado.

 

Miguel Barrachina Ros

Diputado en el Congreso

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Comentarios(2):

zp - 08-11-2007

MIGUEL BARRACHINA: "Mientras Barcelona se hunde, la violencia de género crece, la inmigración se desborda y la ley de dependencia muere de inanición, Rodríguez Zapatero tiene tiempo para idear el nuevo derecho a tener ?memoria personal y familiar". Hoy miércoles en el Congreso de los Diputados debatimos la llamada Ley de la Memoria Histórica, y que reduce a la II República, la Guerra Civil y la dictadura franquista lo que quiso ser la memoria de la nación más antigua de Europa. Tras haber vuelto a releer la peculiar norma aún no entiendo lo que pretende, más allá de reabrir heridas y tratar de rescribir lo que lamentablemente tuvo lugar hace 70 años. Incluso para la parte positiva de este texto, a la que el Partido Popular dará su apoyo, como es la mejora de alguna de las prestaciones económicas que vienen percibiendo, carece de sentido que hayan tenido el envoltorio de una norma sectaria cuando durante nuestra democracia se han consensuado once leyes para favorecer a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. Entiendo la desazón personal de Rodríguez Zapatero por el resultado de la guerra civil, en mi familia y por partida doble entonces ocurrió lo mismo, pero con imposiciones legales no lograremos cambiar ni el final de la II Republica, ni la guerra civil y ni la dictadura posterior, que conforman uno de los periodos más tristes de nuestra reciente historia. No es extraño que el preámbulo, que dice haber escrito personalmente Rodríguez Zapatero, sitúe como objeto de la ley algo tan incomprensible como ?la consideración de que los diversos aspectos relacionados con la memoria personal y familiar?forman parte del estatuto jurídico de la ciudadanía democrática? o que, pretenciosamente, el presidente socialista nos otorgue graciosamente el ?derecho individual a la memoria personal y familiar?, como si hasta su llegada los españoles hubiésemos carecido de tal memoria. Es curioso que mientras Barcelona se hunde, la violencia de género crece, la inmigración se desborda y la ley de dependencia muere de inanición, el presidente de España tenga tiempo para idear el nuevo derecho a tener ?memoria personal y familiar?. Apañados vamos si la dignidad, el reconocimiento y el aprecio por nuestros antepasados depende de los equilibrios parlamentarios de ZP con Esquerra Republicana e Izquierda Unida. A quienes no hayan leído la ley les sugiero que si quieren acercarse a la memoria de España, ahora que se cumple el segundo centenario de la Guerra de la Independencia lean a Don Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales, sugiero ?La batalla de los Arapiles?, continuación de ?Juan Martín el Empecinado? o, mejor aún, si les apetece llegar la Hispania Romana, lean el magnífico ?Numancia? de José Luís Corral. Por cierto que Pérez Galdós fue el diputado más votado por Madrid en 1910 en una candidatura, Conjunción Republicano-Socialista, de la que formaba parte también el fundador del PSOE Pablo Iglesias. En fin, Zapatero a tus zapatos, que la historia la escriben con mayor imparcialidad los historiadores que aquellos partidos políticos, como el PSOE, ERC o el PCE, que participaron en la contienda y que ahora pretenden por ley revisar nuestro pasado.

comentarista - 05-11-2007

El señor ZP en el fondo no es más que un resentido de tomo y lomo. Tiene en la cabeza todavía lo de que en la guerra, los sublevados fusilaron a su abuelo. Y lo va soltando por todos los sitios, se lo dice a las víctimas del terrorismo, a los supervivientes de los campos de exterminio y a no sé quién más. Es una pena que sea agnóstico porque si no habría ido el otro día a Roma para ver si lo beatificaban. Como lo tiene grabado a fuego en el coco, todos suis actos en ese sentido van destinados a rehabilitar la memoria de su pobre abuelo y a decir lo malísimos que eran los que le fusilaron. Lástima que en su memoria no quepa el movimiento revolucionario que su partido instigó en 1934, especialmente en Asturias (por cierto que su abuelo luchó contra él, lado a lado con los moros y a las órdenes de un héroe de la República en aquel momento -D. Francisco Franco-. Manda huevos, la historia al revés), y que se llevó por delante a un montón de inocentes en un intento de DERROCAR A UN GOBIERNO LEGALMENTE CONSTITUIDO. Tampoco caben en su memoria todos aquellos inocentes que, gracias a la "brillante" decisión de entregar armas al pueblo (más populachera que efectiva a efectos de la contienda), fueron masacrados en los días posteriores al 18 de Julio. Yo tengo la suerte de que a mi abuelo le avisaran de que le iban a "limpiar el forro". Mi abuelo era un asalariado a cuenta de una empresa pero era católico y de ideas de derechas. Él tuvo más suerte porque se lió la manta a la cabeza y huyó a la montaña, a un pueblo donde nació mi madre. Cuando le fueron a buscar (porque fueron, eso se lo aseguro), ya no estaba. Otros no pudieron o no les avisaron o decidieron quedarse. De ellos no se acuerda ZP. Sí se acordaron sus predecesores cuando les fueron a buscar de noche a casa y les "pasearon". ZP sólo se acuerda de su abuelito y quiere venganza.