Noticias de Cantabria
03-04-2015 13:02

Jefe tóxico

El `jefe tóxico` puede ser una persona con grandes conocimientos que le han hecho entrar en la empresa y convertirse en técnico de la misma. Pero una cosa es el conocimiento y otra el carácter y «lo que se busca en un líder es el carácter», porque «cuanto más sabemos de las emociones, más importantes son».

Pero la inteligencia emocional no se tiene demasiado en cuenta en España, ya que el 36% de los directivos son `jefes tóxicos`, un problema que tiene consecuencias incluso de salud pública, ya que un jefe tóxico eleva en un 33% el riesgo de infarto.

El jefe tóxico se basa en las reprimendas constantes y no transmite emociones positivas, que son imprescindibles, para elevar la productividad. «El 90% de las cosas que hace un líder tiene que ver con las emociones». La productividad empieza a mejorar a partir de la transmisión de tres emociones positivas por cada una negativa. Pero tampoco hay que pasarse, puesto que por encima de las 13 positivas por cada negativa ya no se consigue nada más.

Las características principales de un jefe tóxico son las siguientes:

- Grita mucho faltando el respeto a los empleados. Piensa que cuanto más grite, mejor harán su trabajo.

- Ni comunican, ni saben hacerlo. La comunicación interna es básica en la empresa.

- Tiene titulitis. Sus títulos los restriega a todos los empleados.

- No atiende a razones, es autoritario, aun equivocándose. Nunca dará su brazo a torcer.

- En el trabajo crea tensión, ansiedad y miedo, entre los empleados.

- Cuando se le hacen sugerencias de mejora, actúa a la defensiva, probablemente por su propia ignorancia.

- No se puede confiar en su palabra, nunca cumple con sus promesas.

- Es irresponsable y sus fallos se los endosa a los demás.

«El líder debe mandar, pero debe mandar bien, con respeto, con lógica». Lo que debe hacer un buen líder es gestionar, cohesionar, hacer participar, orientar el proyecto y saberlo comunicar, mejorar su propia capacitación y representar las mejores cosas que quiera la compañía para la que trabaja. Y si se consigue un buen líder, se logrará «un imán para el talento», aunque hay que tener en cuenta que la misma persona puede ser `tóxica` en un momento de estrés.

Seguro que todos hemos tenido un” jefe tóxico” en algún momento de nuestra vida y no solo en el trabajo.

 

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

julia - 08-04-2015

Totalmente de acuerdo con las reflexiones sobre le jefe toxico. Añadiria que el jefe toxico no llega a ser jefe por meritos propios, y que tampoco es un lider . Un lider lo es porque convence y no porque impone. En un lider yo creo que lai nteligencia emocional es aboslutamente imprescindible.

AdA - 04-04-2015

Estoy de acuerdo con esta reflexión. Imprescindible la inteligencia emocional, y otra serie de cualidades, como bien dices, que deben de ir de la mano de un buen líder, capacidad de gestión, organización, marcar unas pautas muy claras y facilitar el desarrollo personal de sus trabajadores. Un trabajador frustrado se retrae al igual que un alumno frustrado, y al contrario, un persona que persigue una ilusión, que comprende el fin de lo que está haciendo, se involucrará de forma más personal y hará suya la idea o proyecto. Un líder nace así, tiene una serie de cualidades innatas, al líder le mueve un fin que quiere transmitir a otras personas, no tiene porque ser viable, o quizás sí, pero desde luego tiene que transmitir ese proyecto a otras personas que en principio no son "líderes", y cuando alguien no es líder, necesita guiarse por las ilusiones, empecinamiento, constancia, perseverancia, valentía, etc...de otros. Es decir, el jefe o líder, provoca estos sentimientos en sus trabajadores si tiene la capacidad de gestionar bien las emociones de su equipo. Un líder siempre necesitará a un equipo que guiar, y determinados trabajadores necesitan que le guíen, hacerlo con inteligencia, este es el "quid". A mi parecer, el jefe tóxico, simplemente puede ser un líder que no utiliza la inteligencia emocional o quizás no sea un verdadero líder, simplemente un jefe más.