Integración ferroviaria

Se ha firmado un protocolo, nuevamente “papel mojado”, que no va a servir para mucho, ¡Al tiempo!, cuyo acto, según las propias palabras del ministro, pretendía como objetivo básico hacerse la foto. No hubo posibilidad de que los periodistas asistentes a esta “foto” pudieran preguntar nada… ¡Vaya demócrata!.. Según alguna información recogida, lo interesante de esta visita fue la cena que mantuvo la noche anterior en un restaurante del Río de la Pila con algún alto cargo del Gobierno de Cantabria, traído desde Galicia.
Pero vayamos al meollo de la cuestión, que es la integración ferroviaria, tema que ya lleva muchos años en el candelero político de esta ciudad y región; precisamente, se firma el protocolo en el momento más inoportuno, económicamente hablando, aunque para pescadores de votos, cualquier momento es bueno. Lógicamente, no lleva aparejado ningún compromiso de plazos, ni financiación, ni nada y así parece que lo ha resaltado el propio Alcalde de Santander.
¿Es bueno y posible el proyecto? Evidentemente sí; y quién tenga dudas, que se dé una vuelta por Oviedo, dónde además de tomar un culín de sidra, puede aprovechar para ver “La Losa”, modelo de integración y aprovechamiento ferroviario, del cuál están orgullosos los carbayones.
Lo único que quiero dejar aquí patente es el oportunismo político del ministro del PSOE, que debe pensar que los cántabros –y especialmente los santanderinos- somos tontos y lelos y tragamos con todos los cuentos y cuenteretes que nos viene a contar, eso sí, con demostración gastronómica incluida, probablemente pagada por nosotros, los contribuyentes (¡va a ser verdad que no somos muy listos!).
Primero, nos maltrata con el AVE; después firma otro protocolo –papeluco, que de poco va a servir, pues tarde veremos en Santander un AVE- y ahora nos viene a firmar otro papelucho con la integración ferroviaria que, tal como está la situación inmobiliaria, tarde lo vamos a ver finalizado….
…Y aún le quedaban al Sr. Blanco otros cartuchos: por ejemplo, inaugurar las obras del Aeropuerto de Santander, pero en estos momentos, con un techo recién construido que se cae, no parece el momento adecuado para sacarse las fotos con que diseñar el próximo cartel electoral… ¡Y volverá con cualquier disculpa a sacarse más fotos!.
Ya está bien que nos tomen el pelo y nos tilden de tontos, que se rían de todos los cántabros y que no tengamos quién nos defienda de todas estas afrentas; salvo que alguien piense que tenemos y nos dan lo que merecemos y entonces, ¡sarna con gusto no pica, pero mortifica!.