¿Españolizar….?
Algo raro debe suceder en este país cuando un ministro de su Gobierno tiene que hacer esta categórica afirmación de que “va a españolizar a los catalanes”…

Bueno, no fue exactamente así y sería bueno que se leyera el Acta del Diario de Sesiones del pasado 10 de Octubre (algunos observarían nítidamente como algunos medios de comunicación “cortan” por dónde sus intereses les dictan).
Independientemente de la polvareda política originada, de forma claramente interesada y tergiversada, incluidos los posibles comentarios del propio Rey, cualquier ciudadano “normal” deberá pensar que todos los españoles están “españolizados”. ¡Faltaría más!.
En nuestro mundo occidental y democrático, en ningún país, se harían semejante pregunta. ¿Alguien en su sano juicio se plantearía en Francia la necesidad de “afrancesar” a sus ciudadanos?; ¿O en EE. UU.?; ¿O en Gran Bretaña?... Pues, no; en Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Portugal,… todos sus ciudadanos son orgullosos de pertenecer a estos países, de ser ciudadanos de los mismos, de su lengua, cultura, bandera, etc…
¡En España, no!. Algunos ciudadanos y, de forma especial, algunos líderes irresponsables están atacando en la línea de flotación a su propio país, a pesar de la gravísima crisis por la que estamos atravesando, originada, en parte, por ellos mismos. Precisamente quienes han jurado “guardar y hacer guardar” la Constitución y tienen en sus manos la responsabilidad del buen gobierno. Quizás sea ya momento de acudir a los órganos judiciales y exigir penalmente responsabilidades…
A pesar del miedo que tienen algunos ciudadanos, miles de españoles se han dado cita en la Plaza de Cataluña de Barcelona para decir que ellos son españoles y catalanes. ¡Toma ya!. Y lo digo así porque en Cataluña (También en el País Vasco, oiga) se está acosando a quienes no piensan o actúan como los del pensamiento único, en un curioso neo-fascismo.
Estos catalanes, que asistieron con banderas de España y de Cataluña, pretenden que se les garantice la libertad de todos, frente a la dictadura del gobierno de Cataluña; y a pesar del miedo, ¡Si, miedo!, miles de catalanes y españoles –españoles y catalanes, que no son términos opuestos- se han manifestado en Barcelona (El PS no estuvo y será porque después de perder la O(brero) hace tiempo, ya ha perdido también la E(spaña. ¡Nauseabundo!). La mayoría silenciosa sale por vez primera a la calle, a cara descubierta (sin pasamontañas); y se ha manifestado la sociedad civil, sin ninguna subvención, presión, prebenda, autobús, bocadillo ni banderita pagada.
Lógicamente, los medios subvencionados por el gobierno catalán, han puesto sordina a esta manifestación. Éstos y otros manipuladores, van y dicen que esta manifestación es “anticatalana”. ¿Nos toman por tontos?. Wert quizás ha puesto el dedo en la llaga, al dar por sentado que no se está respetando la Constitución y el Gobierno al que pertenece debe poner los medios necesarios y precisos, hasta sus últimas consecuencias, para que en Cataluña y el País Vasco se respete el uso del castellano, de acuerdo con la Constitución.
¿Alguien se imagina que en algún lugar de Francia se multase por hablar o rotular en francés?; ¿Alguien, en su sano juicio, se puede plantear que en Gran Bretaña o EE.UU. se multase por hablar en inglés?. Pues, en España, eso sí pasa. Esto es un país de locos y el Gobierno debe poner coto inmediatamente, recurriendo a cuantos recursos legales tiene a su mano, incluido el Art. 155 de la Constitución. ¡Y no le debe temblar el pulso!. Y ya los Tribunales se han manifestado en el sentido de defender los derechos de todos a usar la lengua castellana,, pero nos queda una duda: ¿Se ejecutará por Cataluña esta nueva sentencia sobre la imposición del catalán como requisito en unas oposiciones?; ¿O se las pasarán por el arco de triunfo, una vez más?.
Frente al rancio adoctrinamiento que se realiza con la mayoría de los alumnos de Cataluña y País Vasco, es preciso una contundente acción de “españolizar” (Sí, si, “españolizar”, es decir que todos los ciudadanos y los alumnos lo son, tengan el derecho a expresarse en la lengua común del Estado y “algo tan simple como que los españoles que viven en Cataluña puedan ejercer el derecho a estudiar en español, si así lo desean”); y tienen derecho a una formación integral y no sesgada, que excluya las mutilaciones históricas, geográficas o exprese odio hacia lo español. Esto no pasaría si las “Altas Inspecciones” del Estado hubieran actuado de acuerdo a la legislación vigente, si el Estado hubiera velado por las transferencias realizadas….
Si el Sr. Arturo Más, político que ha jurado defender la Constitución española y que de forma consciente la transgrede (“intentará destruir España, sí o sí”), debe ser imputado ya, como le sucedería a cualquier ciudadanos, cuando incumple la ley, máxime cuando se trata de la ley más importante del Estado. ¡Ya está bien de impunidad! O, cuando menos, quizás España se debe de plantear si no es el momento ya de aplicar el Art. 155 de la Constitución.
Fíjense qué pregunta va a hacer a los catalanes: ¿Desea usted que Cataluña sea un nuevo Estado de la UE?. Lógicamente, es una absurda utopía, que desvía la atención de los verdaderos problemas de Cataluña, porque él y los líderes de CIU que le jalean, saben muy bien que la “Cataluña independiente” nunca podrá ser un Estado de la Unión Europea, tal como le ha dicho Mariano Rajoy (“Fuera de España y Europa, se está condenado a la nada”) y expresa la propia constitución europea, máxime tras la aclaración que en su día hizo Romano Prodi.
¿Y cuáles son los verdaderos problemas de Catalaña?. Pues, se los diré muy gráficamente: Cataluña es líder en deuda, con 43.954 millones de Euros (el doble que la siguiente, País Valenciano, que tiene 21.364 millones) y es líder de la deuda en porcentaje sobre su PIB, con un 22 %, el doble que Cantabria. Y que su PIB por habitante haya sido superado por Madrid, Navarra y País Vasco. ¡Así han dejado a esta Cataluña, otrora próspera, los Maragall, Montilla, Carod Rovira, Tardá, Pujol (Padre, hijo y demás familia), Mas y otros compinches!.
¡Ahí les duele!
NB.- La “reacción” de la jerarquía eclesiástica de Cataluña en este tema da grima y la Conferencia Episcopal debiera tomar cartas en el asunto para no verse enfangada también.
Sé el primero en comentar