ERC y PSOE misma candidatura, mismas propuestas
El pasado lunes, en el segundo debate, Zapatero alcanzó el grado de tensión y dramatización que perseguía, interrumpiendo a Mariano Rajoy en casi un centenar de ocasiones.
Su comportamiento cizañero rayó en la grosería en la primera parte del debate, lo cual no es extraño tratándose del socio de la independentista Esquerra Republicana, con quienes los socialistas se presentan en coalición al Senado en las cuatro provincias catalanas.
La programación de Zapatero, tan hábil en generar tensión como en ocultarlo, ha contado con la participación de Felipe González y su “imbécil” a Rajoy y con la de algunos “artistas” que en la presentación de su plataforma socialista llamaron a los votantes populares “turba mentirosa y estúpida”.
Curiosamente nos llaman “estúpidos” pero vivirán del canon digital que les vamos a pagar, que alcanza los 22 euros por cada ordenador, y aceptan sin poner reparo alguno el dinero que les ingresamos la “turba mentirosa”.
Sin embargo el constante ruido, tanto de Zapatero en el debate como de sus acólitos en toda la campaña, no pudo evitar que Rajoy le interpelara directamente sobre las sanciones socialistas a la rotulación de los comercios en castellano y sobre el derecho a la libertad de elección lingüística.
A pesar de la insistencia el candidato socialista evitó cualquier respaldo a aquellos que se ven sancionados por usar la lengua común y aceptó la imposición lingüística que su partido, gobernante en Baleares, Galicia y Cataluña, está llevando a cabo con la supresión de la libre elección de idioma vehicular.
Lo que está ocurriendo, en las tres autonomías que tienen dos lenguas oficiales y son gobernadas por los de Zapatero, es lo que sucedería también en la Comunidad Valenciana si estuviese regida por ellos.
La renuncia de los socialistas, cuyas juventudes en Barcelona durante la segunda república anunciaron “estar dispuestas a todo para defender el idioma español como lengua usada en todos los grados de enseñanza”, a mantener libertades y vínculos entre los españoles choca con su historia y antes o después el PSOE, que ha visto como Rosa Díez, Gotzone Mora y otros se han marchado ya, tendrá que hacer frente a la quiebra ideológica que este viraje supone y que tiene en las candidaturas conjuntas con ERC una auténtica confesión de intenciones.
Sé el primero en comentar