Noticias de Cantabria
08-12-2014 21:01

El voto plebeyo

Con escasas horas de diferencia ha coincidido, tanto la jubilación del corredactor de la Constitución española de 1978, Alfonso Guerra, como la consulta catalana ilegal. Ha elegido el mejor momento, porque siendo Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados no fue lo suficientemente hábil y valiente para devolver en su totalidad el estatuto catalán.

Con escasas horas de diferencia ha coincidido, tanto la jubilación del corredactor de la Constitución española de 1978, Alfonso Guerra, como la consulta catalana ilegal. Ha elegido el mejor momento, porque siendo Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados no fue lo suficientemente hábil y valiente para devolver en su totalidad el estatuto catalán. En unas palabras a los medios de comunicación dijo que se enorgullecía del resultado final, gracias a que utilizó la lima, aunque quizá ya no fuera consciente de que estuviera deteriorada y marchita, lo que se  sobreentiende que aquello no había por dónde cogerlo. He aquí el resultado. Y de aquellas limaduras tenemos estos limos.

Lo habitual es que ciertos políticos se comporten como si fueran inconscientes sin darse cuenta de sus hechos catastróficos. Siempre tienen in mente a quién responsabilizar. Si no ocuparan el sillón que ocupan hace tiempo que estarían ingresados en un frenopático. Todos los partidos políticos, sin excepción, y durante más de una decena de años, han tenido tiempo de denunciar al gobierno de la granja catalana y sus representantes, léase Pascual Maragall, José Montilla y, sobre todo, Arturo Mas. Sin embargo, han dejado hacer lo que han hecho, quizá porque, como ellos, algo esconden como ¿presuntos corruptos, presuntos delincuentes? Peor comportamiento ha tenido, El Señor de los Recortes y de las Mentiras que, en su flagrante desaparición, no ha sido capaz de nombrar un juez que ordenara retirar las presuntas urnas de cartón mojado, que su dinero ha costado al erario público.

Un persona que comete un error, si no lo corrige, que habitualmente no lo hace, quizá por inconsciencia, está abocado a cometer otros errores. Y, en política, mucho más. La sociedad, en general, está pidiendo a gritos una transformación. Ya se hizo una cuando se votó en referéndum la Carta Magna, que lejos queda, porque siempre se hace todo lo posible para que no nos regule, o a algunos. Es tiempo de cambio, pese a las reticencias de aquellos melindrosos, que temen perder algo que los contribuyentes le regalan en cada Legislatura, y que no es vitalicio, ni mucho menos, aunque pretendan que lo sea, aunque no quieran darse cuenta, imitando a los sillones de los tiempos preconstitucionales. Lo único que se necesita es cordura, para no ejercer cualquier aventura, que no llegue a hipotecar el futuro.

Unos políticos que engañan y manipulan, tanto en pasado como en presente y posiblemente en futuro, saltándose las leyes que ellos mismos han dictado, apoyándose en algunos jueces descerebrados que emiten sentencias judiciales ideológicas como si fueran resultados de lotería, transformando la Justicia en puro resentimiento, es como para no fiarse de sus palabras cuando pidan el voto para hacer y deshacer sus negocios personales y familiares. ¿Es éste el tipo de democracia que se votó en 1978? Pues parece ser que los catalanes sí se fían. Allá ellos y su futuro miserable.

Ante el anuncio de que la consulta catalana era ilegal y que no se iba a celebrar, El Señor de los Recortes y de las Mentiras que, antes de dimitir, debía haber cesado a todos sus asesores, que han logrado infundir miedo paralizante a todas las instituciones estatales, que no se respetan entre ellas, que no han estado a la altura de las circunstancias, que desconocen la inconsciencia de la gran grieta de la crisis que han abierto y no han cerrado. Sin embargo, la consulta contra todo pronóstico gubernamental, se ha celebrado. Menudo ejemplo que están dando a los contribuyentes y al mundo entero.

El Señor de los Recortes y de las Mentiras, inhibido, mal asesorado, en su dejación de funciones, no ha sabido tomar la delantera a los caprichos de Mas, siempre ha ido un paso por detrás. Se ve que sólo tiene mano firme para los contribuyentes a los que ha esquilmado. Además, entre el elenco español de políticos, no se meten mano, aunque se hacen carantoñas ante su deserción, su cobardía manifiesta, su traición. En este reino de España hay quien roba, quien prevarica, quien elude responsabilidades, quien monta una consulta ilegal, y no pasa nada.

Un suspenso en gerencia política, lo que se traduce en un expediente múltiple con propuesta de inhabilitación, tanto para los integrantes como para todos los partidos políticos. Con lo fácil que hubiera sido, siguiendo la letra de la Constitución, que todos españoles votaran legalmente sobre este grano que ya se ha convertido en un forúnculo, que posiblemente haya que sajarlo para extraer el mal. Lo único permitido es tomar nota de que El Señor de los Recortes y de las Mentiras no ha dejado votar a todos los españoles.

Sin embargo, ante la gravedad de la situación creada por el gobierno de la granja catalana, es bueno proponer una ruta política a seguir:

1) Referéndum nacional, a fin de solucionar el caso de rebelión por desafección, programada conscientemente por todos y cada uno de los partidos políticos ante una sociedad sedada y anestesiada, según.

2) Nueva Ley electoral, sin trucos, con elecciones primarias para todos los partidos políticos. Y,  cada uno , tanto candidato como partido político, que paguen de lo suyo, de sus afiliados, pero nunca más del contribuyente. Así la Caja de Pensiones estará en superávit y no en déficit como desde el año 1982.

3) Cortes constituyentes, a fin de redactar aquellos artículos que deban ser modificados de la Constitución, pero sin dar tantas alas a los partidos nacionalistas, como ahora tienen, como producto de dictadura de las minorías, a las que se les ha visto el plumero.

4) Antes de las elecciones municipales en mayo de 2015.

Los años pasados ya no volverán y los que sigan están aún por llegar. Así que sentémonos a disfrutar de los años presentes, sin nostalgia y con optimismo, llamando a toque de silbato a los políticos para que trabajen de una vez, y para siempre, para los contribuyentes españoles en estos próximos meses, y venideros.

 

 

 

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