El PSOE se Podemiza

Muchos se preguntarán cómo hemos llegado hasta aquí, porque las cosas no suceden de un día para otro. Y yo he venido observando con gran preocupación la deriva “podemita” del PSOE, bastante antes de que aparecieran los salvadores de Podemos.

Ha llovido ya mucho desde aquella frase de ¡Hemos ganado las elecciones!, que pronunciara Alfredo Pérez Rubalcaba el sábado 13 de marzo de 2004, después de haber maniobrado bien para utilizar políticamente la tragedia de los atentados del 11 –M; es más, para que no hubiera duda, los fontaneros de Ferraz pusieron en práctica la manipulación a través del “¡Pásalo!” y acabaron acosando las sedes del PP y realizando acusaciones gravísimas. El sábado pasado, hemos visto algo parecido que a muchos nos ha parecido demencial, pues no era algo casual, sino producto de los fontaneros de Luena y Pedro Sánchez.

¡Y llegó al Gobierno Zapatero!, el cual puso en funcionamiento toda la estrategia posible de división del país, como si la transición no hubiera sucedido; tras el “Pacto del Tinell”, que trataba de aislar al PP, consiguió aprobar la Ley de Memoria Histórica, que es la iniciativa que más ha dividido a los españoles desde la Segunda República Española, en una actitud maniqueísta, cuyas consecuencias finales aún están por ver.

En este estado de cosas y con un Gobierno atrabiliario y zapateril, nefasto para el país, que le dejó al borde de la bancarrota, surgió un movimiento que llevaba ya muchos años gestándose y que embaucaron a millones de españoles que aún no han despertado del nirvana; hasta el mismo Rubalcaba, pasaba por la Plaza del Sol, tomada por el Movimiento 15-M que  no era si no la estrategia de los que pretendían desembarcar en España, sonriendo sarcásticamente y quizás pensando que allí estaban los que iban a enfrentarse con la derecha española.

Se va Zapatero, repito, dejándonos una deuda inasumible, con un déficit que negó y una prima de riesgo desbocada y a punto de ser rescatados por la Unión Europea; se va también Rubalcaba, después del exiguo resultado electoral de 110 diputados.

…Y nos llega el mirlo blanco de Pedro Sánchez, que parecía un chico educado, guapo –decían muchas mujeres- y capaz de enderezar la maltrecha situación del PSOE. ¡Ya, ya!.

Hace tiempo que dije que este nuevo líder haría bueno a Zapatero y no creo haberme equivocado un ápice, pues ha dejado a un partido deshecho y aún amenaza con volver a presentarse a las “primarias”. No sólo ha seguido con la política sectaria de sus antecesores, sino que la ha intensificado, con un odio visceral a la derecha, que no habíamos oído hablar desde los peores tiempos de la referida Segunda República; no, no y no y “qué parte del no no ha entendido, Sr. Rajoy”. En casi dos años, ha estado sólo pendiente de lo que podrían hacer los de Podemos, lo que le ha ocasionado, lógicamente, una enorme sangría de votos que se han ido del PSOE a Podemos, pues los votantes siempre prefieren a los originales frente a las copias.

Ha ninguneado a sus órganos del partido, para atrincherarse en los afiliados, ya bien jaleados y que actúan como hooligans, como hemos podido comprobar el pasado sábado, mezclados con sus primos podemitas; eso sí, despreciando a sus votantes, los cuales, decepcionados, han decidido quedarse en casa los más moderados y los más radicales de las “mareas” blancas, verdes, technicolor, etc., ir con su voto a Podemos, que les ha vendido una inalcanzable utopía. Y así sus últimas cosechas, le han reportado, 90 diputados, 85 y si siguen en la brecha electoral, pueden llegar a muchos menos, como les vaticinan casi todas las encuestas.

Así que, ahora, que no se queje el PSOE, que le va a costar Dios y ayuda volver al sitio de dónde nunca debió salir; es decir, un partido dentro de la social democracia europea, que pacta con los conservadores, como ha hecho en el parlamento Europeo y la propia Comisión y dónde las “huestes” de Pedro Sánchez fueron por libre, para sorpresa y escándalo de sus supuestos socios ideológicos europeos. Siempre que los partidos mayoritarios, sea el PP o el PSOE, se alejen del centro, perderán estima social y votos de los electores que siempre se acurrucan en el centro, en la moderación.

Esperamos que impere la sensatez y que, más pronto que tarde, tengamos un PSOE rearmado ideológicamente y que pueda ser alternativa de gobierno, dentro de los cauces razonables y constitucionales.