El Oportunismo de Ciudadanos

El mejor y más reciente ejemplo lo tenemos en Murcia, dónde se ha desgañitado hasta la saciedad para erosionar al PP, su principal caladero de votos, amenazando con la moción de censura si no se sustituye al presidente popular investigado, sin respetar la más mínima presunción de inocencia.

Y hay muchos otros casos que ya nos han dejado perplejos a muchos ciudadanos, como la moción de censura en Granada, por una imputación de un alcalde del PP, pero ahora no les preocupe que el repuesto del PSOE esté también imputado; es decir, utilizan una doble vara de medir, en función del partido, como las condiciones tan desiguales del pacto que hicieron con Susana Díaz y el que después hicieron a Cristina Garmendia, que fue leonino.

Pues en Murcia han tenido la ocasión de explicitar su gran obsesión con la corrupción, poniendo incluso un “ultimátum”, en un acto de extremo oportunismo, para visibilizar su distanciamiento con el PP y se les ha adelantado el PSOE, con una moción de censura que avanzará en su trámite y dejando a Ciudadanos, con el culo al aire y sin saber qué hacer.

Tal sólo se les ha ocurrido exclamar: ¡La que está liando el PP!, cuando debieran de haber exclamado: ¡En buen laberinto nos hemos metido!. Y ahora tendrán que salir del laberinto, pues no pueden estar hablando y erosionando al PP todo el tiempo y tendrán que definirse, ya sea apoyando al PSOE y Podemos, los perdedores en Murcia, o abstenerse en beneficio del PP, que fue el ganador en las últimas elecciones murcianas. En ambos casos, su coherencia queda por los suelos y dejan al descubierto sus vergüenzas ideológicas y estratégicas. ¿Gobierno “técnico” para seis meses, con apoyo de Ciudadanos?. ¡Más seriedad, por favor!.

La Justicia en Murcia no puede continuar jugando al gato y al ratón, cosa que le viene bien a Ciudadanos, incluso con el último “Informe” que ha presentado un arquitecto-secretario del PSOE, claramente intoxicador y “de parte” para retrasar una decisión judicial; al contrario, deberá dilucidar, claramente y con argumentos de peso, si el actual Presidente, Pedro Antonio Sánchez es “imputado” porque existen razones suficientes o queda libre de toda sospecha, como sucedió en múltiples ocasiones anteriores (16 veces, creo), y entonces Ciudadanos se habrá dado cuenta de su tremendo error, al no respetar lo más mínimo la “presunción de inocencia”, especialmente cuando la “pieza” sobre la que dispara, se corresponde con un miembro del PP. Y esto deben saberlo todos sus votantes, algunos quizás con la ingenuidad propia de esta sociedad de masas.

Y en el caso de que el juez inicie “juicio oral”, está claro que el presidente murciano deberá dimitir, tal como expresan los estatutos del partido, y un miembro del grupo popular optará a presidir la región, salvo que toda la oposición, incluida Ciudadanos, se ponga de acuerdo para elegir a otro candidato alternativo.

También es cierto que Ciudadanos quiere nuevas elecciones en Murcia, porque corre el rumor de que las últimas encuestas le favorecen y esto ya demostraría cuáles son sus intereses, en contraposición a las grandilocuentes declaraciones de que a ellos sólo les mueve el interés general. Por eso ahora, pillado in fraganti por el PSOE, está reculando, porque sabe que si apoya esta moción de Murcia, iba a perder votos y credibilidad en todo el país. Para mí, su intencionalidad ya es suficiente, al conocer por qué camino transitan.

Otra cuestión es que llegue a un acuerdo in extremis con el PSOE, de “medias tintas” y aquí es bueno recordar que la Constitución Española generó en su espíritu y en la letra la “moción de censura constructiva” que Rivera y los suyos están prostituyendo, supongo que sin apercibirse de ello (O para salir del laberinto en que se encuentran).

Y esto puede ser extrapolable a la política nacional, dónde Ciudadanos está aprisionando al PP en el tema de la corrupción, para desgastarle, aunque ello sea a costa de decisiones que perjudican gravemente a los intereses nacionales, como es el caso de los estibadores. Y si sigue en esta actitud, pudiera ser que el Presidente Rajoy acabe convocando nuevas elecciones, lo que en ningún caso es algo beneficioso para la estabilidad y el progreso económica de España y la imagen de nuestro país en Europa, pues ello demostrará a las claras que Ciudadanos actúa de “hooligans”, al igual que los grupos y grupúsculos populistas y desestabilizadores.

Es decir, Albert Rivera, todopoderoso presidente de Ciudadanos, se ha quedado al desnudo.