Noticias de Cantabria
26-02-2015 12:40

El caballero de la visera y los bombachos

Payne Stewart, nació un 39 de Enero de 1.957 en Springfield y falleció un 25 de Octubre de 1.999 oficialmente en Dakota del Sur, en uno de los episodios que más han conmocionado al deporte en los Estados Unidos.

Stewart, se graduó en la Southern Methodist University, haciéndose posteriormente profesional de golf adhiriéndose a la Professional Golfers Association of American (PGA).

Ganó once torneos, incluyendo el Campeonato de la PGA en 1.989 y los internacionales de Estados Unidos en 1.991 y 1.999. Representó a los Estados Unidos en cinco ediciones de la Ryder Cup y la Copa Mundial. Ganó el Trofeo de Hassan II en Marruecos.

En esta época, los jugadores de golf eran unos caballeros elegantes, cuya indumentaria se caracterizaba por sus calcetines de cuadros escoceses, viseras, chalecos de punto, era la época de los años veinte, jugadores con corbata, incluso pajarita, elegantemente vestidos que más parecía que fueran a una boda que a jugar al golf. Esta forma de vestir la hemos visto en las conocidas películas “The Legend of Bagger Vance”, “El Juego que hizo historia” o “Tin Cup” entre otras. Pero esta forma de vestir cambiaria cuando un joven llamado Payne Stewart apareció en los campos de golf de todo el mundo con su vestimenta estrafalaria, la que fue su signo de identidad. Sus viseras, sus peculiares bombachos y su extensa colección de camisas y jerséis de todos los colores y formas, serian si signo de identidad.

Pero todo esto cambiaba en su vida privada, era un buen padre de familia, quien pasaba desapercibido entre la gente, tal era así que el propio Michael Jackson que se interesó por la casa que Stewart ponía en venta en Florida, no le llegó a reconocer, hasta que su agente inmobiliario se lo indicó. Michael estaba acostumbrado a verle vestido de golfista, pero no vestido de padre de familia. Aarón, el hijo de Payne, trata de seguir los pasos de su padre en los campos de golf. 

Tal era la manera de vestir y su personalidad, que la NFL llegó a un acuerdo económico con él para que vistiera con los colores de la franquicia de futbol americano más cercana a la ciudad donde disputase el siguiente torneo de golf. Pero aun siendo un estrafalario en su forma de vestir, era solo fachada, porque Payne Stewart era un gran golfista, tenía un golpeo limpio, su swing era académico y sobre todo uno de los pegadores más rectos del circuito en aquellos tiempos.

Uno de los momentos más importantes de su carrera deportiva, fue cuando en el hoyo 18 del US Open de 1.999 en Pinehurst (Carolina del Norte), ganó un mano a mano a Phil Mickelson embocando en el hoyo a una distancia de cuatro metros y medio, acabando con -1 del campo. Aún hoy, ostenta el record de la distancia más larga con la que se ha logrado ganar el Abierto de los Estados Unidos.

Durante la disputada Ryder de 1.999 en Brookline, fue derrotado en los foursomes por Sergio García y Jasper Parnevik y en individuales la última jornada por Colin Montgomery por un golpe. Pero lo que le hizo grande en este torneo no fue precisamente ganarlo, fue cuando se abrazó al escocés en señal de disculpa por el comportamiento del público asistente al torneo tratando de desconcertarles con abucheos y provocaciones.

El 25 de Octubre de ese mismo año volaba a Dallas a visitar un campo que estaba proyectando construir, su avión, una Learjet 35 de 10 plazas tuvo un fallo técnico que le hizo tener que ascender a 13.716 metros provocando en su interior una despresurización que causó la muerte de los cinco pasajeros y el piloto de la nave por la falta de oxígeno. El aparato que estaba con el piloto automático, siguió volando solo, escoltado por unos cazas que lo derribarían por orden expresa del entonces presidente Bill Clinton, en el caso de que pudiera caer sobre alguna población. El entonces portavoz de la casa Blanca, Joe Lockhart, comentó que el Pentágono nunca llegó a recomendar al presidente que adoptara esta decisión.

El vuelo del avión, que comenzó en Orlando (Florida) cruzando todo Estados Unidos durante 5 horas, haciendo 2.414 kilómetros hasta Dakota del Sur, fue seguido por TV en muchos lugares y hogares americanos, su angustiada esposa Tracey que también lo estaba viendo por TV, intentó una y otra vez ponerse en contacto con Payne, sin resultado alguno. No hubo necesidad de derribar al avión, pues acabó estrellándose en una zona agrícola cuando se quedó sin combustible.

Una estatua a la entrada del campo de Pinehurst, donde ganó su segundo US Open, rememora al peculiar golfista americano.

Al día siguiente de este macabro suceso, otro jugador profesional de golf, el exboseador galés Ian Woosnam, cuando volaba en su turbohélice junto a dos personas más desde su residencia en la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha hacia Jerez, el sistema de despresurización dejó de funcionar a los 20 minutos de vuelo. Gracias a que solo volaban a 5.000 metros de altura y que las máscaras de oxígeno funcionaron, pudieron dar media vuelta y aterrizar de nuevo en Jersey sanos y salvos. Justo en el momento que iban comentando lo sucedido el día anterior a Payne, una junta mal sellada provocó la despresurización y el gran susto hasta que el piloto consiguió estabilizar el aparato, consiguiendo ponerse la máscara de oxígeno. Vaya casualidad.

 

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