De la austeridad
Hoy, como se puede leer, no hago huelga, pero me parece legítimo que otros la hagan. La falta de austeridad, que nos ha llevado a la más profunda de las crisis, sería un buen motivo para elevar una protesta sindical.
El Gobierno de la subida del IVA, del recorte del sueldo a los funcionarios, de la congelación de las pensiones, de la supresión de ayudas a la maternidad, de la paralización de las infraestructuras, de los 4.600.000 parados, de las 200.000 empresas cerradas, disfruta de 875 contratados eventuales, personal de confianza política.
No es posible, que las prestaciones bajen, se reduzcan o eliminen y los asesores gubernamentales crezcan.
Este gobierno propone austeridad para otros y ajustes del gasto a la carta, y en ese menú de recortes llamativamente no figura ni el propio gobierno ni su personal de confianza que alcanza en 2010 los 875 eventuales con un coste de 45 millones, un 23,7% que en el año 2007 cuando se inició la crisis.
La Administración General del Estado, titular, de más del 80% de la Deuda Pública de las 8.000 administraciones españolas y del 85% del Déficit Público del último año, la misma que emitirá 405 millones de euros de deuda pública al día en 2011, no es capaz de contener su gasto en el personal de confianza política.
En la contratación laboral el panorama no puede ser más descorazonador por el desleal comportamiento del gobierno socialista, que ajeno a la crítica realidad nacional, y según la Encuesta de Población Activa, en lo que llevamos de legislatura, mientras el sector privado perdía 2.233.300, el público crecía en 212.000 asalariados.
Según los datos presupuestarios, desde el inicio de la crisis, el coste del personal de confianza política al servicio del Gobierno se ha disparado y su coste ha pasado de 36 millones de euros en 2007 a 45 en 2010, con una previsión de alcanzar los 875 eventuales.
Resulta sonrojante que, según la Intervención General del Estado, solo en 2009 el personal de confianza política en los ministerios, haya crecido en 53 personas en el año de mayor pobreza y desempleo padecido por nuestro país, de 633 a 686, un 8,4% más mientras la economía se hundía.
¿Cómo es posible que con el traspaso competencial en favor de las CCAA producido desde el año 2004, se disponga de 25 altos cargos más y todo el coste adicional que ello supone?
El ejecutivo socialista no puede seguir exigiendo sacrificios a los ciudadanos cuando no está dispuesto a asumirlos él.
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Comentarios(1):
¿Acaso usted confió alguna vez en esta gente del PSOE? ¿Acaso cree que son capaces de sacrificarse por la sociedad? ¿Acaso usted no sabe, como yo, que esta gente hace tiempo que perdió el norte? Le sigo en sus artículos, amigo Barrachina, tanto aquí como en Diario Liberal. Aprovecho para saludarle.