Bugs Bunny es el culpable
"La provincia de Castellón es la mayor productora de conejos de España, y seguramente de Europa, dado que su consumo es tabú en muchos países."
Al final Bugs Bunny y los de su especie eran los culpables. La leche ha subido este año un 30% y el pan un 14%, las pensiones sólo un 1,9%, aunque en enero se revalorizarán porque una ley de 1997 -cuando gobernábamos los malos- obliga a ello, y el culpable de este desarreglo tenía que ser Bugs Bunny, el simpático conejo.
Pues nada a por él, a comérnoslo por navidades y asunto arreglado.
Más tarde les explicaremos a nuestros hijos, con mucha mano izquierda, nunca mejor dicho, porqué se ha caído de la parrilla televisiva el simpático dibujo animado del “¿qué hay de nuevo viejo?”
La provincia de Castellón es la mayor productora de conejos de España, y seguramente de Europa, dado que su consumo es tabú en muchos países.
Por tanto, y aunque el mundo entero se carcajee del gobierno de Zapatero por proponer que el pavo sea sustituido por el conejo en nuestras celebraciones familiares, yo admiro la valentía del gobierno socialista al formular como doble solución al disparatado aumento de los precios el consumo de gazapos y la tacañería en las propinas.
Los camareros ricos por las propinas son un grave problema. Por cierto, creo haber perdido cinco años estudiando ciencias económicas, ya que no entiendo el mecanismo por el que no dando propina bajan los precios, pensaba que era incluso al revés, cuando la propina es segura y elevada se podía reducir levemente el precio.
Siempre creí que la propina era una saludable transferencia de renta que no formaba parte del precio, pero no, ahora resulta que está en el IPC y además es inflacionista. Veremos si evitando las propinas bajan la leche y el pan como augura Solbes, doctores tiene la iglesia.
Recuerdo en otro tiempo que acompañé a la Asociación de Cunicultores de Castellón demandando ayudas, que por cierto se lograron, para la fecundación in vitro de los conejos de nuestra provincia, y a estas alturas mucho me temo que ni si quiera les queda a nuestros domésticos roedores el entretenimiento de la reproducción.
Convencido estoy que cuando sea tenida en cuenta la opinión de los sabrosos conejos, estos optarán por abandonar la reproducción asistida y regresar a la “insistida” para multiplicar su especie, pero mientras ese momento llega y con Zapatero en la presidencia sólo cabe desearle buena suerte a Bugs Bunny.
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