¡Así, no….!

He seguido de soslayo la “Apertura Oficial del Curso de Formación Profesional 2013-1014” en Cantabria, con la asistencia de la Princesa Letizia y el Ministro Wert, además de otras diversas autoridades y empresarios comprometidos con la FP y, como ciudadano, me produce vergüenza, indignación y seria preocupación el “recibimiento” que se les ha hecho en Cantabria.
El tema se “calentó” días antes con opiniones como que Miguel Ángel Serna tiene "poca sensibilidad" con la situación laboral del Besaya al pedir a las plantillas de Sniace y Golden Line que "reflexionen" sobre la protesta de este martes ante la Princesa de Asturias y que "le preocupa más que salga guapa" en la foto que "todos los despedidos"; otros habían anunciado que acudirían “de forma pacífica y democrática”. Y así se preparó el “comité de recepción”.
Y el acto me ha producido vergüenza que les hayamos recibido con una muy mala educación, insultos incluidos: "Reforma laboral para la Casa Real"; "Si no hay solución, habrá revolución"; "Así, así, ni un paso más contra el terrorismo del Partido Popular"; "No hay pan para tanto chorizo"; "El pueblo unido, jamás será vencido"; "Valdecilla no se vende, se defiende";  "Menos policía y más educación";  “La próxima visita será con dinamita”; o "Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra". También hubo pancartas con lemas como “Sniace luchando, acabará ganando”, “En defensa de la sanidad pública. No a los recortes”, `Orgullosos de la enseñanza pública. LOMCE no` y `Vuestras leyes son una Wertgüenza` y abundantes banderas republicanas. En un momento dado, llegaron a cortar la circulación.
Como cántabro siento vergüenza ajena, pues los cántabros de bien siempre hemos presumido de hospitalarios y hemos ejercido como tal; que alguien venga a tu casa y le insultes, me parece un ejercicio de mala educación, un desprecio y algo que a quien deja en mal lugar es a quien invita.
Indignación porque, cuando se pierden las formas, dejamos de ver el fondo de la cuestión, dónde quizás pudieran tener alguna razón los trabajadores de SNIACE, los docentes, los trabajadores sanitarios,... Observarán que la noticia son los insultos y no los posibles problemas de los colectivos asistentes. Si en vez de asta algarabía, hubieran realizado una manifestación silenciosa, el impacto hubiera sido mayor, mucho mayor.
Cuando se mezclan todos estos componentes, los ciudadanos nos quedamos atónitos, con esta mezcla y revuelo de camisetas rojas, blancas, verdes y fosforitas. Con todo el respeto a los colectivos allí presentes, y sin entrar en el fondo de sus razones, imaginen que se hubieran concentrado de forma silenciosa y respetuosa; pues probablemente, las autoridades e invitados no hubieran jugado “al gato y al ratón” para acceder e irse y, muy probablemente, algunos se hubieran acercado a dialogar con los manifestantes, a interesarse por sus problemas, a mediar, incluso. Y hubiera habido fotos mucho más constructivas y quizás -¿quién sabe?- se hubiera podido vislumbrar alguna solución para sus reivindicaciones.
Y también me produce seria preocupación porque ha quedado claro que era una “manifestación vs concentración” de claro contenido político; observen las banderas que ondeaban al aire. ¿Alguna persona vio alguna bandera constitucional de España?. Algunos grupúsculos insultaron e increparon a todos los invitados, especialmente los que llevaban corbata; ¿En qué tiempos estamos?. ¡Que vergüenza!.
Que el Ministerio de Educación eligiera un centro de Santander para inaugurar el curso debe ser un honor, no una ocasión de trifulcas, con sus banderas, insultos y malas formas. La LOMCE quizás no sea la mejor ley de educación, pero cualquier cosa será mejor que la actual situación educativa; algunos de los que protestan, dan la impresión de no conocerla bien o, lo que sería peor, de manipular la realidad. ¿Nos asustan las evaluaciones?; ¿Estamos en contra de la nueva apuesta por la FP?; ¿No nos gusta la nueva distribución de asignaturas?; ¿No queremos que el castellano sea lengua vehicular?; ¿No es lógico que los alumnos más desmotivados puedan realizar en 3º de ESO un itinerario más acorde a sus  deseos?; ¿Queríamos seguir con el adoctrinamiento de los alumnos en la “Educación para la Ciudadanía”?; ¿No les gusta a los profesores ser autoridad pública, en tiempos en que son habitualmente acosados y menospreciados?...
De Sniace no voy a hablar, salvo dos cuestiones colaterales: ¿Por qué debo pagar yo la limpieza de sus pintadas en el municipio de Santander?; ¿Podría tener algún viso de realidad la manifestación del Presidente de Cantabria cuando dice que algunos empresarios no se establecen en el área del Besaya por la  posible “conflictividad” y “crispación social”?. Mediten sobre esto y otras cuestiones más importantes de su propia empresa.
Menos mal que la nota dulce la pusieron los alumnos de la Escuela de Hostelería que se esforzaron en preparar unos canapés fenomenales, plasmando su buen hacer; al menos, los invitados se habrán ido con este gusto en la boca, en contraposición al griterío extemporáneo exterior
España y Cantabria no nos merecemos estos desplantes ni este intento de reventar un acto público, ya sea en la visita de la Princesa de Asturias, con el “destape” del Congreso de los Diputados o con el “escrache” a la juez Alaya, que está tratando de depurar posibles delitos de corrupción… La extrema izquierda y algunos “que pasaban por allí” estarán satisfechos de sus logros en su intento de reventar el acto. ¿Por qué no van a reventar los actos de los corruptos de los EREs andaluces o de sus colegas sindicales que se han llevado (presuntamente) el dinero público a espuertas?
¡Así, no…!