"Aquel verso suelto"
Alberto Ruíz Gallardón es un misterio, al menos para mi. Ha pasado de ser el "verso suelto" del PP, el político que siendo de derechas parecía tener una concepción liberal y abierta de la sociedad, que era capaz de entenderse con la izquierda, que siempre imprimía un toque de modernidad en su gestión y que por tanto ponía de los nervios a muchos de sus compañeros de partido, a situarse en el sector más escorado a la derecha.
Alberto Ruíz Gallardón es un misterio, al menos para mi. Ha pasado de ser el "verso suelto" del PP, el político que siendo de derechas parecía tener una concepción liberal y abierta de la sociedad, que era capaz de entenderse con la izquierda, que siempre imprimía un toque de modernidad en su gestión y que por tanto ponía de los nervios a muchos de sus compañeros de partido, a situarse en el sector más escorado a la derecha.
La pregunta es por qué. Y la respuesta es que o bien estábamos confundidos y siempre fue tal cual se manifiesta ahora o sencillamente está actuando de acuerdo a una estrategia que solo él sabe dónde le puede conducir. Eso sí, hay que reconocerle cintura y la tenacidad a la hora de bandearse en política y si no miren la reforma del Consejo General del Poder Judicial que ha salido adelante bendecida por el PSOE, y por el mismísimo Alfredo Pérez Rubalcaba.
Lo que está claro es que hoy Ruiz Gallardón no solo no es un verso suelto sino que los sectores más carcas de su partido no tienen objeción que hacerle. Lo preocupante, ya digo, es que a él no parece importarle. Pero a lo que voy, la ley del aborto de Ruiz Gallardón supone un retroceso incomprensible. Y verán, no le culpo solo al ministro Ruiz Gallardón de éste retroceso, también tiene su cuota parte de responsabilidad el hoy ex presidente Rodríguez Zapatero. Si, tal y como lo leen: Rodríguez Zapatero. Les explico la razón.
En mi opinión Zapatero no debió modificar sin consenso la ley de despenalización del aborto. La nueva ley que llevo el sello de Zapatero indignó a buena parte de la sociedad ,y no solo a los votantes más de derechas, porque muchos ciudadanos progresistas manifestaron su desacuerdo con algunos aspecto de la nueva ley. Por ejemplo, el permitir que una adolescente a los 16 años pudiera abortar sin ni siquiera comunicárselo a sus padres.
El entonces presidente Rodríguez Zapatero quiso ir más allá de lo que quería una amplia mayoría de la sociedad y con esa actitud desencadenó la peor reacción en las filas de la derecha que no fue otra que prometer que ellos también harían su ley del aborto. Y aquí está. Y ya ven, de la misma manera que Zapatero pasó de la oposición a la hora de aprobar una ley de este calado, Rajoy y Gallardón han hecho otro tanto.
En mi opinión hay reformas, hay leyes que no se deben de sacar adelante sin consenso, que necesitan tener un amplio respaldo social, que deben de ser textos en los que se encuentre cómoda la sociedad, más allá de que siempre habrá quién se quiera quedar fuera de ese consenso.
La ley del aborto es una de esas leyes, como lo debería de ser la educación, la sanidad, las pensiones, etc. De lo contrario son leyes que no permanecerán en el tiempo, porque el día que gobierne un partido que no asuma una buena parte de esa ley, la cambiará. Pero el problema es cuanta gente habrá sufrido las consecuencias. En el caso de la ley del aborto la cuestión de fondo es que habrá mujeres que gracias a su situación económica podrán obviar la letra de la ley, incluso marchándose fuera de España a abortar, mientras que otras tendrán que jugarse la vida si no encuentran dos médicos que dictaminen que puede abortar.Son tales las cortapisas de la ley para permitir que una mujer aborte que se vuelve a un pasado lejano.
Para una mujer abortar es un drama, es seguramente la decisión y el dolor más grande de su vida. Ninguna mujer aborta sin una causa. Lo insoportable es que a una mujer que aborta se la vuelva a tratar como si fuera una delincuente. No digo que no haya que tomar medidas para que no sucedan cosas como las de esa clínica de Barcelona donde se hacían abortos hasta los siete u ocho meses, pero una cosa es eso y otra hacer una ley como la de Gallardón que en realidad es disuasoria.
La ley Gallardón no está llamada a permanecer mucho tiempo, será de las primeras que caigan cuando vuelva a gobernar el PSOE. Pero mientras tanto añadirá más dolor y dramatismo a la situación de las mujeres que decidan abortar.
El ministro se ha equivocado con está vuelta de tuerca.¿Es que no queda nada de aquél verso suelto de la derecha?
¿Quieres envíar un comentario?
Comentarios(1):
Volveremos al caduco turismo abortivo de la España de la dictadura fascista, con la única diferencia que ahora millones de mujeres podrán acudir a clínicas londinenses o ya puestos de cualquier otro país europeo. Porque o mucho me equivoco o verán ustedes como en unos pocos meses aparece publicidad en nuestros medios de comunicación y en Internet ofertando viajes de bajo costo y aborto incluido en paquetes de fin de semana para españolas desesperadas. Pero claro, el cruzado Gallardón y sus secuaces del Foro de la Familia tan contentos, porque en la muy cristiana España vuelve a imperar la intransigente y caduca moral católica de sus cerriles antepasados. Y por supuesto, el único problema será para aquellas mujeres que vivan en la miseria, miembros de familias sin recursos para las cuales en estos momentos de crisis económica galopante, que serán incapaces de conseguir el dinero necesario para un aborto decente en el extranjero y entonces tendrán que elegir entre ponerse en manos de cualquier matasanos sin escrúpulos y sin garantías sanitarias o traer al mundo a otro pobre desgraciado para condenarle a una vida de infortunio y necesidades. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2014/01/la-nueva-ley-del-aborto-espanola-ha.html