Año Jubilar Lebaniego 2017

Hay 7 lugares en el mundo que celebran los Años Jubilares Perpetuos, Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Roma y Jerusalén de forma oficial y otros 3  que se han incorporado recientemente. Estos otros 3 son Caravaca en Murcia desde 1.998 en honor a la Cruz de Caravaca, lo celebra cada 7 años, Urda en Toledo desde 1.994 en honor a la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, cada año que el 29 de Septiembre cae en Domingo y más recientemente, Valencia desde 2.015 cada 5 años, en honor al Santo Cáliz de la Última Cena

 El nuestro, el lebaniego, se inicia en el siglo XVI con la bula que concede el Papa Julio II el 23 de Septiembre de 1.512, convirtiendo al Monasterio de Santo Toribio en uno de los lugares de peregrinación cristiana más importantes del mundo. Esta bula le fue concedida por conservar el trozo mayor de la Cruz de Cristo, el llamado Lignum Crucis, más grande aún que el trozo que se conserva en San Pedro del Vaticano.

Las medidas del LC son 635 mm el palo vertical, 393 mm el travesaño y 38 mm de grosor y está incrustado en una Cruz de plata, dorada con cabos flordelisados góticos, realizada en un taller vallisoletano en 1.679. La madera es de una Cupressus Sempervirens (ciprés común) antiquísima, que puede tener perfectamente la edad pretendida. A través de una pequeña abertura, se puede besar el Lignum Crucis.

Corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz, está serrado y puesto a modo de Cruz, manteniendo el agujero originado por el clavo que traspasó la mano izquierda de Cristo. Fue la Reina Elena, madre del emperador Constantino en el siglo IV quien descubrió las cruces de Cristo y los ladrones y las custodió hasta que fuera traído junto con los restos de Toribio de Astorga en el siglo VIII a Liébana, coincidiendo igualmente con el origen del Monasterio.

Existen tres leyendas sobre el origen del Monasterio, el primero habla de que el santo fundador se retiró abatido al monte, pues no encontraba ayuda entre los lebaniegos para construirlo. Fue entonces cuando se topó con una feroz pelea entre un buey y un oso. Él se acercó a ellos y los amansó, pudiendo milagrosamente uncirles juntos y acarrear la primera piedra con que levantar el sagrado recinto. Otra leyenda dice que el santo subió al monte La Viorna y lanzó su bastón al aire, erigiendo el monasterio donde cayó, siguiendo las instrucciones de un ángel. La tercera es que un oso mató al toro que le ayudaba en la construcción de la iglesia, amansándolo para que sustituyera al toro en su trabajo.

En los capiteles del ábside mayor de la iglesia actual se representan las toscas cabezas de estos dos animales, el buey y el oso, motivo que se repite en otros lugares del coro y en el otro extremo de la nave central.

Una pequeña comunidad de frailes franciscanos, se encarga desde 1.961 del Monasterio, tradición franciscana que viene dada desde que San Francisco de Asís lo visitara en su camino de peregrinación a Santiago de Compostela. En los alrededores del Monasterio, existe una serie de capillas y ermitas, donde se retiraban los monjes en sus penitencias. Estas son La Cueva Santa, Le Ermita de San Pedro, la Ermita de Santa Catalina, la Ermita de San Miguel, la Ermita de Nuestra Sra. de Los Ángeles y la Ermita de San Juan de la Casería. La más conocida es La Cueva Santa, que se encuentra en la ladera Norte del monte de La Viorna y se supone que era el retiro cenobítico del Santo Toribio.

El Camino Lebaniego discurre entre San Vicente de la Barquera y el Monasterio de Santo Toribio, atravesando los municipios de San Vicente de la Barquera, Val de San Vicente, Herrerías, Lamasón, Peñarrubia, Cillorigo, Potes y Camaleño.

El año jubilar 2.017 será el número 73, contabilizado eclesiásticamente, siendo también el momento de abrir la Puerta del Perdón.

Todavía se mantiene la tradición de “la vez”, que consiste en que dos vecinos de cada pueblo lebaniego acuden al monasterio para adorar y venerar a la reliquia, en un turno rotatorio desde el 16 de Abril, hasta el primer domingo de Octubre. Estos vecinos pertenecen a la Cofradía de la Santísima Cruz, fundada en 1.181, contando con un gran número de cofrades en Liébana y en otros puntos de la geografía española y del extranjero.

El domingo 16 de abril, el obispo abre la Puerta del Perdón y durante ese periodo jubilar, los peregrinos tienen la oportunidad de alcanzar la indulgencia plenaria para el perdón de sus pecados. Solo Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela tienen esa prerrogativa. Para conseguir ganar el jubileo hay que cruzar el dintel de la puerta del perdón, rezar, confesarse y comulgar 15 días antes o después de haber traspasado la puerta. Si se cumplen estos requisitos, se habrá ganado el Jubileo, indulgencia plena y perdón de todos los pecados.

Yo, particularmente, haré la ruta en bici desde Santander en un par de jornadas por pistas de montaña y pasaré varias veces por la Puerta del Perdón para limpiar bien.