Noticias de Cantabria
16-04-2015 12:43

Anillos de Adas

Los Anillos de Adas ó Corros de Brujas, son formaciones de circulares que forman los hongos, más concretamente, los micelios, en los bosques, campos de cereales e incluso en los prados. Estos anillos crecen cada año, normalmente suelen tener un diámetro de unos 10 metros, pero se han llegado a ver de hasta 800 metros.

En la mitología europea, se creía que estos anillos eran la puerta de entrada a reinos de Adas, Duendes o Brujas.

La formación más frecuente en España es un hongo basidiomiceto, cuya seta comestible y muy apreciada es la comúnmente llamada senderuela.

 Tiene otros nombres, depende la región geográfica, de carrerilla o de corro en Valladolid, senderina, pucheretes o pucheruelos en Segovia, capuchas, de rillón, senderillas, culubrujas, carretes, gusarones, nansaritas, rojillas, seta de requerilla, en distintos lugares, Burgos, La Rioja, Soria, Ávila, Palencia, Zamora o León. En Cantabria se llama Seta del Cardillo.

Tendemos a asociar a los hongos con las setas, cuando en realidad estas son solo sus cuerpos de fructificación ó fábricas de esporas. El cuerpo vegetativo de un hongo o micelio, es en realidad una estructura compleja y normalmente subterránea, que se extiende baja la vegetación visible a través de una especie de hilos llamados hifas.

Cuando este hongo se extiende de forma radial desde un punto central, forma los anillos que estamos comentando. Estos anillos son perfectamente visibles y se localizan sin ningún problema cuando uno pasa al lado de ellos. En ocasiones no tienen hierba en su interior, como si se hubiera echado herbicida. La acción del micelio en épocas secas, cubre las raíces de las plantas y les roba sus nutrientes, es entonces cuando aparece el anillo que cada año puede crecer 20 centímetros su diámetro. En Francia se encontró uno de estos corros que medía casi 600 metros de diámetro y de unos 700 años de antigüedad.

Si en tu jardín encuentras un anillo de estos, échale la culpa a las Adas y ten cuidado con entrar en él ya que la mitología hace tiempo en Europa pensaba lo siguiente de ellos:

Para los celtas, entrar en un corro de estos era señal de catástrofe. Atribuían su formación a la presencia de Adas.  

Quien entrase de forma accidental en un anillo, quedaría atrapado por estas criaturas, quienes le obligarían a bailar como un poseso hasta la extenuación.

Para poder salvar a quien cayese en su interior, había que colocar una pierna dentro,  la otra fuera y tirar del atrapado hasta extraerlo del círculo embrujado.

En la Inglaterra medieval, decían que quien entraba en uno de estos corros se podía hacer invisible y a partir de ese momento nadie podría ver sus futuros padecimientos. 

Otros decían que se perdía la memoria y aunque creían haber estado en el interior del anillo unos momentos, podrían haber sido semanas o meses. Esto se sostenía, porque el tiempo de los duendes no tiene nada que ver con el de los humanos.

En el norte de España, aún hoy día se cree que pisar un anillo de estos, trae mala suerte.

Aunque la mitología y la ciencia no parecen compatibles, la botánica y las Adas si se llevan bien y yo casi prefiero si veo un corro de estos, no pisar en su interior, por si acaso. 

 

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Comentarios(3):

eloina - 17-04-2015

Creo que reconozco la foto Paco, yo no se si esto es mitología o ciencia pero existir ...existe.....quizá las Adas estén mas cerca de nosotros de lo que nos creemos....por si acaso....no metamos la pata.

julia - 17-04-2015

Muy interesante Paco.De ahora en adelante cuando pasee por el campo me fijare si hay anillos de adas y procurare no pisarlo . Gracias por tu bonito articulo.

Chema - 16-04-2015

Yo he debido de estar dentro de uno de esos anillos ya que estoy perdiendo la memoria y a veces parezco invisible porque nadie me hace ni pu.. caso. Paco eres un fenómeno.