Noticias de Cantabria
20-06-2016 06:42

La hoguera de San Juan

"A quin coja la yerbuca la mañana de San Juan, no li dañarán culiebras ni Caballucos del mal”.

El origen de esta tradición se pierde en el tiempo, en países del hemisferio norte, coincide con el solsticio de verano, 21 de junio, en esa fecha se festeja la última noche de primavera y la más corta del año.

El origen de esta tradición se pierde en el tiempo, en países del hemisferio norte, coincide con el solsticio de verano, 21 de junio, en esa fecha se festeja la última noche de primavera y la más corta del año. Los antepasados creían que el sol estaba enamorado de la tierra y se resistía a abandonarla, por ese motivo encendían hogueras para dar más fuerza al sol.

También se pensaba que ese día era ideal para ahuyentar a los malos espíritus y atraer a los buenos, así como para librar encantamientos de amor y fertilidad.

Posteriormente, con la llegada del cristianismo, el 24 de junio, fecha del nacimiento de Juan Bautista, su padre, Zacarías mandó encender una hoguera para anunciar su venida al mundo. A partir de entonces, los cristianos del Medievo, encendían esa noche, grandes hogueras para celebrar este acontecimiento.

Esta noche se celebra en muchos países de Europa, España, Portugal, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia y Reino Unido. También en América Latina, se celebra en casi todos sus países.

La coincidencia entre estas dos fechas, el 21 como solsticio de verano y 24 como el nacimiento de San Juan, parece no es muy razonable el pensar que un margen de tres días sea una diferencia demasiado pequeña para el conocimiento astronómico de cualquier época. Parece más verosímil pensar que el 24 de junio podría tratarse de la celebración de la fiesta judía Hanukkah o dedicación del Templo, pues seis meses después justamente, nacía Jesús.

En Cantabria, todavía se conservan las prácticas ancestrales de saltar la hoguera, bailar alrededor y pisar las ascuas candentes, aprovechaban los mozos para cortejar a las mozucas colocando una rama de chopo o aliso en la ventana de la que quería cortejar (enramar).

Existe una leyenda que cuenta que esa noche aparecen los Caballucos del Diablu, siete caballos alados muy parecidos a libélulas gigantes que lanzan por su boca llamaradas de fuego a cualquiera que se cruce en su camino, provocando la destrucción y el caos entre los mozos. Los que los han visto dicen que uno va montado por el mismo diablo y el resto por demonios. Los mozos buscan afanosamente esa mañana “la yerbuca de San Juan”, un trébol de cuatro hojas, pero es muy difícil encontrar uno ya que la noche anterior, los Caballucos han pacido todas las que han encontrado. Claro, que si encuentras una, podrás acudir a la hoguera, cortejar a las mozas, bailar y festejar la noche sin ningún temor. 

Además por cada una de sus cuatro hojas, vivirás cien años, no sufrirás dolores el resto de tu vida, no pasarás hambre y podrás aguantar con ánimo toda desazón.

Las localidades principales, donde se celebra la noche, son Los Corrales de Buelna y San Juan de la Canal.

“A quin coja la yerbuca la mañana de San Juan, no li dañarán culiebras ni Caballucos del mal”. 

 

 Leyenda de la Encantada.

 

 

 

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