1808, Memoria Histórica Compartida

Sin duda si el gobierno de España tuviese algún interés por recuperar nuestra memoria histórica andaría ya con grandes preparativos para celebrar el bicentenario del levantamiento del pueblo español contra la invasión napoleónica.

Pero tengan ustedes la certeza de que en el cálculo maquiavélico de quién nos gobierna le sale más a cuenta recordar los acontecimientos que dividieron a los españoles, como la guerra civil, que aquellos actos, por más heroicos que fueran, que hayan unido a nuestro pueblo.

Ayer, como hoy, la nación española estuvo muy por encima de sus dirigentes y fueron sus modestos vecinos, quienes ante la indolencia de sus gobernantes, más dados a mantener privilegios que ha preservar su independencia, tomaron las armas para defender su soberanía.

Don Benito Pérez Galdós lo relata con gran realismo en el Episodio Nacional de “Juan Martín el Empecinado”, en el que éste, que no era más que un labriego vallisoletano –que no es poco- organizó una partida de guerrilleros formada inicialmente por familia y amigos y que terminó reuniendo a más de cinco mil hombres tras de sí.

Fue entonces y en España cuando se acuñó un término, “guerrillero”, y una forma de enfrentarse al enemigo, entonces al insuperable ejército francés, “la guerrilla” cuya denominación aún perduran hoy.

El Empecinado, como tantos otros héroes españoles, murió ahorcado por liberal por el mismo rey, Fernando Vll, por quién él tomó las armas frente a, nuestros hoy leales aliados, los franceses.

“…Es posible que sin los guerrilleros la dinastía intrusa se hubiera afianzado en España…A ellos se debe la permanencia nacional, el respeto que todavía infunde a los extraños el nombre de España,… Ellos son nuestro cuerpo y nuestra alma, son el espíritu, el genio, la Historia de España…” relata Don Benito en su Episodio.

Magistralmente relata también este momento histórico, 1808, José Luís Corral es su libro “Independencia” donde en los Sitios de Zaragoza rebosa el heroísmo que encarnó Agustina de Aragón.

Para ellos, El Empecinado, Durán, Albuín, Aróstegui, y tantos otros, para los que la angosta y sectaria memoria histórica de Zapatero no tendrá hueco, nuestro agradecido recuerdo.


Miguel Barrachina Ros
Diputado en el Congreso por Castellón