Visitación del Campo Gómez, una vida azarosa. Por Pedro Arce Díez
Probablemente para muchos, este nombre no les recordará nada, pero Visitación tuvo una vida llena de actividades y sobresaltos, que voy a tratar de resumir, tal como la he retratado en mi obra “Salvador Hedilla, un piloto audaz” (2017).
Guadalupe Visitación del Campo Gómez (Matienzo, 1895-Burgos, 1976), aunque nació en Matienzo, pronto se trasladó a Santander, donde su madre ejercía la docencia y ella ya destacaba como artista del canto, como soprano.
Se hace novia del apuesto y ya famoso aviador Salvador Hedilla y salen juntos por Santander en el verano de 1916, casándose en enero de 1917 en la iglesia de Valdecilla (Medio Cudeyo), boda que tuvo en su tiempo una gran repercusión nacional, instalando el hogar familiar en Barcelona, donde Hedilla dirigía la empresa aeronáutica Pujol, Comabella y Cía. y una Escuela de Aviación.
En ese mismo año 1917 sufrió la muerte de su esposo, quien fue enterrado en Ciriego, en olor de multitudes y donde aún existe un singular mausoleo; Visitación se refugió en su madre y al mes siguiente nació la hija de ambos, a la que puso de nombre Salvadora Visitación, Dorita, en recuerdo de su padre. Pronto volvió a los escenarios y así en la temporada de Ópera de 1919 en el recién estrenado teatro Pereda, actúa con gran éxito, por ejemplo, en “La Bohème”, tal como lo recogen las crónicas de entonces, a la que definen como diva, con la presencia de los Reyes de España, Alfonso y Victoria Eugenia, de los que recibe sinceras felicitaciones. Será ocasional visitante del Palacio Real de la Magdalena, donde demuestra sus dotes artísticas y se da a conocer en los círculos de la Corte.
A mediados de junio del año 1921 se casa en Limpias con el militar Francisco Álvarez de Toledo y Silva, Conde de Sclafani, boda que no fue muy bien vista por la familia de su esposo y cuya ceremonia contó con escasísimas personas, aunque si tuvo repercusión social y mediática. Y aún después de este matrimonio continuó actuando, se editó un disco con fragmentos de “La Rosa del Azafrán” y tuvo numerosas actuaciones benéficas.
La nueva familia instaló su domicilio en Madrid y pasaba el verano en Pedreña, en una finca y casa aún existente que fue edificada en 1909 por el Conde de Sclafani, y a la que aún se la conoce como Casona de la Condesa y que tenía una pequeña ermita. El Conde de Sclafani estaba muy arraigado en Pedreña, siendo fundador de la Sociedad Deportiva de Remo de Pedreña y también socio fundador del Real Club de Golf, formando parte de la primera junta directiva, cuya presidencia de honor ostentaba Alfonso XIII, con quien se relacionaba habitualmente, hasta el punto de que el matrimonio era habitual del Palacio Real de la Magdalena, tal como cuenta una crónica regia, que cita a nuestra protagonista: “Junto a una gran estufa tiene pendiente de sus lindos labios a un grupo de amigos la hermosa condesa de Sclafani”; en otra crónica podemos leer: “Esta tarde, la encantadora condesa de Sclafani, que rinde un fervoroso culto al bell cant,o ha dado un concierto…”.
El matrimonio tuvo una hija, María Teresa, y se encontraban en Pedreña al inicio de la Guerra Civil y el Conde de Sclafani fue hecho prisionero, pasando por varias vicisitudes, que le dejarían secuelas. La hija de Salvador Hedilla y Visitación del Campo, Dorita, recibió una esmerada educación y se casó con el acaudalado hombre de negocios belga, el Barón Josse Louis Víctor Allard, quien falleció al poco tiempo de casarse, en 1939; su esposa siguió habitando la casa que poseían en Puerta de Hierro (Madrid), falleciendo igualmente al año siguiente (1940). Y en 1944 falleció el Conde de Sclafani.
Visitación y su hija María Teresa –cuyo nombre completo era María Teresa de Jesús Álvarez de Toledo del Campo y Silva- siguieron pasando los veranos en la casa de Pedreña y relacionándose con la burguesía santanderina, aunque su situación económica no era muy boyante, a pesar de que seguían manteniendo su rango; con el tiempo, acabaron viviendo permanentemente en la bella localidad montañesa, relacionándose mucho con sus vecinos, hasta que vendieron la casa y se trasladaron a vivir a Laredo.
Guadalupe Visitación del Campo Gómez falleció en el Hospital Militar de Burgos en 1976, en absoluta soledad, siendo enterrada en el cementerio de San José y pocos años después sus restos acabaron en el osario común. ¡Oscuro destino para una mujer que tocó la gloria mundana con los dedos!
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Comentarios(1):
Muy interesante. Ya leí lo que escribiste en el magnífico libro sobre nuestro héroe aeronáutico. Enhorabuena.