Samuel, el de Novales, un ganadero metido a quesero…, por Pedro Arce Díez

    Y allí me fui un buen día, siendo amablemente recibido en la Finca El Majuelo, en una cuadra que ya poseía su abuelo; visité sus cabras, nos hicimos fotos y pude conocer la finca, donde incluso existen viveros de plantas, que es una dedicación que fundamentalmente practica su padre. Y a estas iniciativas ganaderas se dedica Samuel desde hace ya más de cinco años, desde que abandonara el trabajo en el mundo de la construcción y, recientemente, también se ha unido su hermano, Fernando, que ha finalizado hace poco los estudios….

Samuel Rodríguez y su hermano Fernando, frente a un limonero en Novales, símbolo del lugar y de la propia quesería

    Samuel (Novales, 1989) estuvo ligado desde pequeño a Barreda y allí pasó la infancia y parte de su juventud, asistiendo el Colegio Público “Manuel Liaño” y después de trabajar en el sector de la construcción, tras la crisis pasada, recaló en el mundo de la ganadería, con un rebaño de cabras que da gusto verlas, vendiendo leche a diversas queserías de la región. Es un hecho que existe un déficit de leche de cabra y oveja y algunos queseros tienen que adquirirla fuera de Cantabria. He visto cómo manejan su rebaño de unas 300 cabras de raza murciana-granadina a las que miman, cómo se ordeñan y al final consiguen una producción de unos 300 l. de leche al día, que vendían a varias queserías artesanas de la región, como las de Meruelo, Prases, Zurita, Baró, etc., queserías que ya he tenido ocasión de visitar.

Samuel y su hermano tienen las cabras en unas confortables instalaciones, bajo cubierta, con salida al aire libre, cosa que no suelen hacer frecuentemente, lo que es curioso (Foto: A. Atienza)

    Y en estos tiempos de pandemia sanitaria, la venta y distribución de la leche de cabra ha sido un problema, pues algunos queseros han disminuido la producción o, simplemente, han dejado de producir y Samuel se encontraba con un excedente de leche de difícil salida.

     ¡Y ahí viene nuevamente la imaginación emprendedora! Ante el excedente de leche de cabra, convierte este producto en queso, a través de la colaboración con la Quesería Baró, de Camaleño, donde ha llegado a un acuerdo con Isabel y Toño. No es nada nuevo, pues otros queseros existentes en Cantabria comenzaron con la ganadería y ante el bajo y abusivo precio de la leche, se hicieron queseros y al menos se quedan con parte del valor añadido de la leche.

Y Samuel es consciente de que la venta del producto es clave y está realizando un gran esfuerzo para introducirse en los circuitos comerciales, los particulares, etc., con un éxito indudable

     La leche de cabra se paga mejor que la de vaca, pero hay que tener en cuenta que la producción es mucho más pequeña, pues una cabra puede dar unos tres litros al día, aunque después tiene un mayor rendimiento al hacer el queso. Además, existe una buena demanda de queso de cabra en Cantabria y hay buenos queseros elaboradores, muchos de ellos alternando o mezclando con vaca u oveja.

     Ya está en el mercado el queso de cabra “El Majuelo”, haciéndose un hueco en el complejo mundo del queso artesanal, pues el consumidor no valora excesivamente la calidad y se muestra inclinado a adquirir preferentemente por precio; “El Majuelo” es un queso de leche pasteurizada, cilíndrico, de pasta prensada, semicurado con dos meses de maduración y con un peso aproximado de medio kilo; al corte tiene una textura mantecosa, con sabor láctico y agradable al paladar. Lo están comercializando en la zona del Besaya, Santander, Astillero, etc., fundamentalmente en los comercios de alimentación (Tiendas, supermercados, carnicerías, locales de productos típicos, etc.). Es de desear que, cuando llegue algo de turismo a nuestra región, su comercialización pueda tener mejor salida y sea un alivio para Samuel y para todos los queseros artesanos de Cantabria.