Una playa para el "solaceo" de los perritos, los Molinucos. Carlos Magdalena

¿Y por qué no también para los caballos? Después de unas vacaciones para tomar oxígeno y cargar baterías aterrizo en Santander y todo sigue igual. He buscado los proyectos de nuestra ciudad, como Diógenes y su lámpara buscaba un hombre honrado, y sólo me he encontrado con un proyecto. La Casona, Gema Igual, por presiones imagino y para que la deje en paz  una oposición que no sabe dónde está pinada, decide otorgar la bonita playa de Los Molinucos situada en nuestro espectacular  paseo costero hasta el faro a los perritos.

Ya sé que está en auge o de moda habilitar playas para los canes, en este caso dedicar una playa, esta bonita playa a los perros, ahora mascotas, que antes disfrutaban los santanderinos. Soy amante de los animales en general, defensor siempre de proteger a los animales, defensor de nuestra fauna autóctona en muchos artículos, y también de los perros. Me gustan los perros, siempre tuve perros a los que quise, cuidé y atendí como lo que eran, perros y no mascotas qué queremos humanizar. En fin cosas de una sociedad absurda en ocasiones  que no sabe situar cada cosa en su sitio.

Nuestras ciudad sigue sin crecer, sin proyectos que nos hagan crecer, y cuando regresas y no han pasado ni unas horas y te encuentras con estas noticias como máximo proyecto pues se te cae el alma a los pies porque quiero a mi ciudad.

Se trata de una ciudad olvidada, caciquil, que tiene todos los ingredientes para crecer pero solamente decrece porque carece de ideas y lo máximo a lo que llega el intelecto es a poner una playa para los perros, perdón para las mascotas. Los proyectos que hay de importancia corren a cargo de iniciativas privadas como El Faro del Grupo Santander en el Paseo Pereda, antigua sede del Banco. Al igual que lo fue en su día el proyecto del Centro Botín, hoy una realidad a pesar de las movilizaciones contrarias de algunos ciudadanos miopes que quieren anclarse en el pasado.
Vas por cualquier ciudad europea, de similar tamaño a la nuestra y con la mitad de encanto natural y son ciudades que crecen porque hay iniciativas que fomentan el crecimiento en habitantes porque tienen una economía que prospera mientras la nuestra decrece, no existe ningún atractivo salvo frases de agencia de publicidad como eso del cinturón cultural y tararí  tarará.
Una hermosa bahía que no sabemos sacar nada  de ella, salvo algunos máganos, almejas y pocas morgueras.

Nos tendremos que conformar con el último "proyecto", idea, ocurrencia o como lo quieran denominar de que la playa de Los Molinucos se reconvierta  en un lugar para el "solaceo" de las mascotas.
En estos diez días de asueto donde he intentado tomar distancia y oxigenar la mente con otras culturas y formas de hacer para ver con otras perspectivas las cosas, para ampliar y oxigenar la mente, cuestión ésta muy importante, regreso y leyendo todos los titulares de la prensa local veo destacado este tema y poca cosa más porque salvo la sucesión de Revilla, que no la entiende nadie salvo él, el gran tema son los perros. ¡Pobre Santander!