Pedro Sánchez, el destripador….por Pedro Arce Díez

Pero no caeré yo en la trampa de tratar a todos por igual, porque no son iguales ni actúan de igual forma; a la mayoría sí que les entra la tentación de engañarnos para conseguir nuestros votos; pero solo una minoría se atreve a hacerlo.

Y entre estos, el que mejor lo hace es Pedro Sánchez, hasta el punto de que no tiene empacho en engañar a los suyos, en tomarles el pelo y tratarles con el desprecio de quien solo piensa en sí mismo….

Y, además, tiene tal desparpajo que engaña al improvisar y debe de creer que los españoles son tontos, muy tontos… ¡Pues, no tanto!

Y actúa así en los temas de Estado y en los aspectos más nimios o de menor trascendencia y entre estos voy a fijarme en su sobreactuación, con intereses partidistas, en la Francia donde se refugiaron muchos españoles hace ya ocho décadas, después de una infausta Guerra Civil, provocada por unos y por otros y sufrida por todos.

Aún no había finalizado la contienda, era el segundo aniversario de su inicio, 18 de julio de 1938, cuando Manuel Azaña pronunció aquellas palabras que aún resuenan en los oídos de la Historia de España: ¡Paz, piedad, perdón! Y aún estas palabras figuran en la lápida de su sepulcro.

¡Y va Pedro Sánchez y enarbola la bandera del olvido, del recuerdo, de la (supuesta) reconciliación y del sectarismo en campaña electoral!

Visita los sepulcros de Antonio Machado y Manuel Azaña, como si España los hubiera olvidado. ¿O es que nunca ha leído a Antonio Machado?; ¿O es que no ha tenido ocasión de leer las voluminosas memorias de Manuel Azaña? ¡Si hasta las leía Aznar!

Y es que Pedro Sánchez nos toma el pelo o es un osado o un auténtico ignorante o un cínico o no se deja aconsejar por los cientos de “consejeros” con los que se ha rodeado. Porque mira que no saber aquella frase atribuida a Fray Luís de León –“Como decíamos ayer….”, que se la atribuye a San Juan de la Cruz. ¿Habrá leído algo de San Juan de la Cruz? Y quiere utilizar el pasado como arma arrojadiza contra sus adversarios, lo que demuestra su mala fe y deja al descubierto su ignorancia intelectual. También confunde a Albert Einstein con Ernest Hemingway en su libro propaganda, como siempre en plagio y con “negro”, lo que demuestra que le da igual jotas que fandangos.

Y tenemos que escuchar que “es tarde, muy tarde. España tendría que haberles pedido perdón mucho antes por la infamia”, cuando lo cierto es que ya el Rey Juan Carlos I y Doña Sofía se reunieron en audiencia privada en el ya lejano año de 1978, en concreto el 20 de noviembre, ¡Que coincidencia de fecha!, con la viuda de Manuel Azaña en México, Dolores Rivas

Cherif, para honrar la memoria de su marido y dejar constancia de la “reconciliación de todos los españoles”, fundiéndose en un abrazo. La viuda de Azaña agradeció al Rey su trabajo por la reconciliación de los españoles y por el porvenir de España: “Cuánto le hubiera gustado a Don Manuel Azaña vivir este día, porque él quería la reconciliación de todos los españoles”, exclamó emocionada y aún añadió “que creía firmemente en el porvenir de España, y tenía la esperanza de que el joven Rey llegara a consumar los anhelos democráticos que siempre fueron la guía de su marido”.

El Rey, también emocionado, le respondió con la misma emoción: “Lo sé, señora, lo sé, he leído sus obras, y lo sé”.

La prensa del día siguiente recogió el acontecimiento, especialmente el ABC en su pág. 11, como adjunto debajo. Sánchez desprecia el trabajo hecho por Juan Carlos I e ignora a Felipe VI, al cual utiliza de forma burda como ha hecho en el reciente libro que le han escrito. Y está decidido a hacer lo que sea con tal de seguir usando el Falcón y dormir en el nuevo Viscolastic de Moncloa.

Si Pedro Sánchez hubiera leído las obras de Manuel Azaña quizás no hubiera hecho el esperpento de Francia, aunque ello tenía un claro cariz electoralista y máxime cuando se fotografía con la bandera republicana, aunque es el presidente de España que tiene constitucional y legalmente otra bandera, a la que unas veces desprecia y otras se envuelve en ella, según convenga a sus personales intereses.

Pero, ¿Qué vas a esperar de quien engaña incluso a los suyos, cuando les oculta las 21 medidas ilegales de Torra a los españoles? Y le pillan “in fraganti” y a los que levantan la voz, les guillotina, como a José Mª Barreda o Soraya Rodríguez. Está claro que en España tenemos un presidente que no nos merecemos y que está haciendo daño a España y a todos los españoles, incluso a los que le jalean sus excentricidades. Y su obsesión es borrar todo signo histórico que no convenga a sus intereses electorales, con una actitud rencorosa, imprudente y contumaz. Lo dicho: “Pedro Sánchez está destripando nuestras normas, concediendo prebendas a los suyos, orilleando al Rey, abusando del BOE y los decretos-leyes, manipulando las encuestas del CIS con cocinados impresentables, usando la RTVE como si fuera su emisora privada, dando cancha a los independentistas y populistas, dejando a la economía que se pudra…”.

Ya he afirmado en anteriores ocasiones: ¿Vd. compraría un coche usado a Pedro Sánchez?... Yo, no; pues no estoy dispuesto a comprar chatarra, envuelta en celofán.