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Opinión 10-09-2019 07:34

Luna del cazador, por Francisco Glez-Riancho Colongues

La luna ha recibido miles de nombres a lo largo de los tiempos, dependiendo de la estación en que estaba y de la cultura de ese pueblo, china, celta o inglesa. Entre los nombres más curiosos, destacamos la luna del lobo, de nieve, del gusano, rosa, de la flor, de fresa, del ciervo, del esturión, de la cosecha, del cazador, del castor, la fría y la azul.

 

La del lobo, en enero, porque se oían los aullidos de los lobos en la nieve. La de nieve, es la de febrero, cuando hay más nieve. La del gusano en marzo, pues al derretirse la nieve, aparecen los gusanos. La rosa, porque brotan las flores de abril. La de la flor, porque en mayo brotan todas las flores. La de fresa, porque en junio se cosechan las fresas. La del ciervo, porque en julio comienzan a crecer los cuernos de los ciervos. La del esturión, porque en agosto se pescaba el esturión. La de la cosecha, porque muchas tribus recolectaban en septiembre y aprovechaban la luna llena para trabajar esas noches. La del cazador, a la que se refiere este artículo, era en octubre y se aprovechaba su luz para cazar. La del castor, porque estos animales se preparaban sus hogares en noviembre, para pasar el duro invierno calientes. La fría, por ser el mes de diciembre, el más frio del año. Y la azul, por su colorido.

 

La luna tarda en dar la vuelta a la tierra, 28 días. En el hemisferio norte, la luna llena siempre tiene lugar en octubre, mientras que el hemisferio sur, tiene lugar entre abril y mayo. A esta luna llena, se le llama, luna del cazador.

 

El origen de este nombre se debe a que una vez finalizado el verano, las tribus se preparaban para pasar los duros inviernos y con esa luna llena, había la oportunidad de cazar animales, como corzos, ciervos, jabalíes, etc... para llenar la despensa. Con la particularidad, que esos animales estaban bien gordos, después de pasar la primavera y el verano, ricos en alimentos.

Era la última oportunidad de cazar de noche, y gracias a la luz que proporcionaba la luna llena, se podían ver bien a los animales para cazarlos.

En estos meses coincide la berrea en nuestros bosques. Es verdaderamente impresionante, poder encontrar una noche de octubre de luna llena, la segunda de otoño y poder ver los venados berreando cerca.

 

Yo iré a cazar ese espectacular momento.

 

 

 

 

 

 

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