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Opinión 31-12-2018 16:52

La Virgen de las Nieves de Urriellu

En la época de Liberio (352-366) en Roma, un matrimonio acaudalado de edad avanzada, pidió ayuda a la Virgen para que les señalase la manera de distribuir su herencia de la forma más cristiana posible, ya que no habían podido tener herederos.

El origen de esta Virgen, data del siglo IV y se extiende por Italia, España, Latinoamérica y Portugal. Se celebra el 5 de agosto.

En la época de Liberio (352-366) en Roma, un matrimonio acaudalado de edad avanzada, pidió ayuda a la Virgen para que les señalase la manera de distribuir su herencia de la forma más cristiana posible, ya que no habían podido tener herederos. La Virgen les pidió que en el sitio que les indicaran, debían construir un templo.

Estos lo acabaron de construir un año más tarde, desapareciendo posteriormente, donde hoy se erige la actual Basílica de Santa María La Mayor.

Hay otra versión de esta historia que dice que la Virgen se les apareció en sueños y les anunció nieve en agosto.

Pues bien, en 1.954 y con motivo del 50 aniversario de la primera escalada al Naranjo de Bulnes por el Marqués de Villaviciosa y el Cainejo, se colocó en la cima la imagen de la Virgen, la cual pesaba 50 kilos de piedra caliza, la misma que la del propio Naranjo de Bulnes. Esta imagen desapareció en los años 70 sin que se supiera cuándo ni cómo, siendo sustituida por otra de menor tamaño y su colocación se atribuye al Grupo de Montaña Tajahierro de Santander.  

Casi 30 años después, a mediados del 2.010 volvió a desaparecer cuando solo de ella, quedaba la cabeza. El 8 de septiembre de ese mismo año, se colocó una nueva imagen de 24 kg de peso con ayuda el helicóptero del GREIM de la Guardia Civil, el Grupo de Montaña el Texu, el FEMPA y la Unión de Guías del Pico Urriellu, desapareciendo una semana después. Esta imagen fue esculpida por un montañero del grupo Texu.

Como decía, una semana después fue arrancada de su anclaje y hecha pedazos en un claro acto vandálico, falto de sensibilidad y respeto.

En junio de 2.014, por iniciativa de Pedaladas Solidarias, se repuso la imagen tallada por los artesanos de la cantería Cardín de Las Rozas en Cangas de Onís, turnándose entre varios montañeros su porte.

En el año 2.017, vuelve a desaparecer y es hallada, despeñada, por dos escaladores madrileños, en la base de la montaña, cerca del inicio de la vía Rabadá, en la cara Oeste.

 


Los propios guardas del refugio de Urriellu, opinan que no ha sido un hecho fortuito, sino que ha sido provocado por alguien que la arrojó allí. El problema no es únicamente el acto vandálico, sino el peligro que conlleva su caída hasta la base del Naranjo, zona frecuentada por montañeros que allí llegan para tocar la emblemática roca y que su caída podría alcanzar a uno de ellos, yo mismo he estado en esa zona tocando y abrazando al Picu.

Pues bien, de nuevo el 22 de agosto de 2.018 un grupo de montañeros volvió a subir a la cima una nueva imagen de la Virgen de 17 kilos de peso. Este grupo que acompañaba a su promotor, Jorge Núñez, estaba formado por montañeros que habían colocado la anterior imagen, guías y montañeros muy conocidos de la Federación de Montaña del Principado de Asturias.

Cuenta el guía Xuacu Álvarez que: “El sentimiento fue mayor que la primera vez, era un clamor popular el que se volviera a poner”.

En los últimos años, las redes sociales bramaban en contra de estos actos vandálicos y clamaban por la reposición de la Virgen en la cima, pues consideran a esa imagen parte integrante del Urriellu.

He leído comentarios en Facebook de montañeros no creyentes, para los cuales el encontrar a la virgen en la cima y darle un beso, era parte de la propia escalada y llegar a la cima y no encontrarla, era una gran decepción, como si la ascensión no se hubiera completado.

Los canteros hicieron en esta ocasión dos nuevas vírgenes, una la que se destinó para colocarla en la cima y otra más pequeña de unos 8 kilos que salió de los restos destrozados de la anterior, que quisieron dejar en el refugio de Vega Urriellu a los pies del Naranjo.

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