En San Pedro de Soba se hizo también un palacete a finales del siglo XIX,
Jerónimo Pérez Sáinz de la Maza..
Jerónimo (También Gerónimo) Pérez Sáinz de la Maza (San Pedro de Soba, 1833-Santander, 1917) fue un indiano sobano que emigró a Cádiz en 1849 y desde este lugar se desplazó a Argentina dónde permaneció sesenta años dedicándose al comercio e hizo una gran fortuna, siendo un gran benefactor del valle que le vio nacer.
En Argentina fue una persona de gran importancia y prestigio y pronto comenzaría a enviar fondos a su tierra para la mejora de las condiciones de vida de los sobanos, comenzando con su pueblo natal, San Pedro de Soba y ampliándolo posteriormente a todo el valle.
Construye la carretera desde Regules a San Pedro, pavimenta y construye aceras en el pueblo que le ve nacer, rehace el cementerio, reforma la iglesia parroquial, construye la traída de aguas, etc… Además, edifica la escuela de San Pedro de Soba en el año 1911, edificio grandioso, de planta cuadrada y tres alturas, con la fachada en sillería de piedra caliza, que se encuentra a la entrada del pueblo y es hoy refugio para espeleólogos; y en este mismo lugar creó una granja experimental agrícola, preocupado por el desarrollo de la ganadería, donando también toros sementales para la mejora de la ganadería en el valle. En San Pedro de Soba se hizo también un palacete a finales del siglo XIX, en piedra de sillería caliza, planta cuadrada, tres alturas, bajo cubierta y balcones y miradores salientes.
En Soba edificó en 1911 la Casa Consistorial, que es un edificio que se encuentra al borde de la carretera en La Veguilla, en mampostería con piedra de arenisca y sillares de caliza en esquinales y recercos; de planta rectangular, con dos alturas y en el centro una esbelta torre de cinco pisos, con balcón y reloj y coronada por una campana sostenida por una estructura de hierro; el mismo alberga el Centro de Interpretación de la Etnografía de Soba; también realizó la reforma de la ermita de Santa Ana en Astrana, el refugio para viajeros en el Campo de la Canal y las escuelas de Quintana y Asón, también del mismo municipio y elaboró un plan para las escuelas de Valdició, Villar, Cañedo, Regules, Aja, La Revilla y Santa María. Como se puede observar, su huella en Soba es patente, municipio bastante desconocido para el resto de los cántabros y de donde han emigrado muchos de sus habitantes, algunos labrándose un porvenir de indianos que han repercutido positivamente en su lugar de origen.
En Santander también contribuyó Jerónimo Pérez Sáinz de la Maza a importantes obras benéficas, como la Cruz Roja, la Gota de Leche y el Asilo Municipal y fue una de los más destacados contribuyentes para la construcción del Palacio Real de la Magdalena. Y La ciudad de Santander le dedicó una calle, Jerónimo Pérez Saínz de la Maza, que se construyó en el año 1890 a raíz de la inauguración de la Plaza de Toros de Santander, presidida en aquellos años por el concejal de origen trasmerano, Pedro Santiuste, abriéndose entonces una vía de comunicación desde Cuatro Caminos hasta la Plaza. En diciembre de 1911 el pleno de la Corporación santanderina acordó rotular este nuevo vial con nombre de Jerónimo Pérez Sainz de la Maza, persona muy popular en Santander debido a sus muchas obras sociales; por cierto, en la cartela se ha obviado su primer apellido, que espero no suponga desvirtuar su memoria.
Decir también que el actual colegio comarcal de Soba, situado en La Gándara, lleva su nombre, en este caso completo.
Retrato realizado a principios del siglo XX en óleo sobre lienzo, por el pintor Fernando Siger, y que se encuentra en el Ayuntamiento de Soba.
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Comentarios(1):
A veces olvidamos a muchos personajes que han dejado huella y obras en nuestra comunidad; y menos mal que por aquí no andan las colaus ni carmenas para retirar los pocos símbolos que de ellos hemos conservado. Nuestro reconocimiento a estos personajes que nos encantan se les vuelva a recordar