Baños de bosque, por Francisco Glez-Riancho Colongues

Oír el viento en los árboles y hojas, oler la vegetación, ver los paisajes y bosques con sus colores, tomarse un té con las plantas para el sentido del gusto y tocar los árboles abrazándoles, son las actividades recomendadas para eliminar el estrés.

Para hacer esta terapia, que quizás algún día nos receten nuestros médicos, es necesario apagar el móvil, no llevar cascos y evitar ir hablando con los compañeros de terapia, con el fin de ir paseando con todos los sentidos sin distracciones.

En Japón, el término kroshi, significa muerte por exceso de trabajo, y es que es el país con la más alta tasa de suicidios como consecuencia de la competitividad. Todos hemos oído alguna vez, que, para no perder tiempo, duermen en la misma oficina, debajo de su mesa de trabajo. También hemos oído que cuando hacen huelgas, trabajan mucho más en señal de protesta.

Ya disponen de más de 100 forest theraphy sites, bosques especialmente preparados para practicar al Shinrin Yoku. Incluso ya se incluyen estas ofertas anti estrés en las agencias de viajes.

Parece ser que por los estudios que se han hecho a personas que han acometido esta terapia, indican que se disminuye la actividad del córtex prefrontal, la parte del cerebro donde residen las funciones cognitivas y ejecutivas que planifican, resuelven y toman decisiones empresariales. Por otro lado, aumenta las actividades relacionadas con la emoción, el placer y la empatía, que son unas características más creativas que productivas.

Un buen bocata, sabe mejor en un bosque o en una cima, que, en casa, donde ni lo miras, pero en la naturaleza está buenísimo, de eso doy fe.

Existen unas pautas mínimas para efectuar correctamente esta terapia:

- El paseo debe durar mínimo 2 horas o caminar 2,5 kilómetros como mínimo.

- Hay que planificar bien la ruta, de acuerdo con la condición física de cada uno, sin cansarse, para no perder la atención a la ruta.

- En caso de cansancio, parar el tiempo que sea necesario, hasta recuperar el bienestar.

- En caso de tener sed, beber agua o té.

- Elegir cuidadosamente el lugar donde pasear, deberá ser un lugar que invite a quedarse allí un tiempo, leyendo, meditando, en fin, disfrutando.

- Para que surta efecto la terapia, hay que permanecer mínimo dos o tres días en ese bosque o zona rocosa y hasta cuatro horas cada día.