2023 una año lleno de incógnitas e incertidumbres para las empresas

Cantabria Liberal ha acudido al despacho de la  experta en derecho  concursal y empresarial, la letrada Belen Alonso  Rincón, habitual de nuestro digital, para que nos de algo de luz, sobre las posibles soluciones de  situaciones de  insolvencia de las empresas, Autónomos y personas físicas, formas de reestructuración o creación de convenios para reducir deudas,  claves de los  concursos de acreedores ,  disoluciones y liquidaciones  de empresas ,  y en general resoluciones de problemas económicos de empresas, Pymes, autónomos y Exoneración de deudas de personas físicas. Lo que va a pasar con todo ello en este recién nacido año 2023, que unos dicen que puede ser muy malo y otros que puede ser el principio del crecimiento. Lo único cierto es que las disoluciones de empresas y los concursos de acreedores  en Cantabria han crecido un 50 % en el pasado año 2022. A través de esta entrevista sabremos cual es la opinión al respecto de la señora Alonso Rincón .

CL.Nos puede ofrecer su análisis de la nueva Ley Concursal, su opinión sobre la misma como abogado que lleva mas de 30 años en la profesión, y como experto concursal y empresarial desde hace casi 15 años.

BUENOS DÍAS, LA NUEVA LEY CONCURSAL es un paso más, una rueda más de tuerca, para confundir a el entramado empresarial, un nuevo intento, de tantos desde la primera ley Concursal en el 2003, de buscar la manera de salvar, sobre todo a empresas, y desde la reforma del 2015, a personas físicas y pequeñas Pymes y Autónomos, sin realmente haberlo conseguido hasta la fecha.

El marco concursal ha sido objeto de múltiples y continuas reformas del legislador, que, hasta este momento, no han conseguido nada más que establecer procesos de liquidación para las empresas, que llegan al Concurso ya agonizantes y sin posibilidad de ser salvadas, con el único objetivo de liquidar, si es posible y en condiciones lamentables, todo su patrimonio, o lo que queda de ello, para pagar, tan solo una pequeña parte de toda la deuda existente.

Con ese sistema hasta la fecha, no se ha podido conseguir el objetivo pretendido, que ha sido siempre el poder ayudar la continuidad en la actividad del entramado empresarial y no su disolución en el seno de un concurso, que finalmente es lo que la mayoría de las veces ha sucedido.

Ahora, con la nueva ley, se pretende fomentar la fase previa a un concurso, dar importancia a la reestructuración de las empresas y Autónomos, y si al final van a concurso, reducir costes y tiempo en el proceso concursal.

No sabemos si la nueva ley que, fundamentalmente ha tenido que hacerse para adaptar la Directiva Europea sobre Insolvencia que desde el 2019 esta en vigor , y que obligatoriamente España debía trasponerla en junio pasado, conseguirá ese objetivo, ya que su entrada en vigor es desde el mes de septiembre pasado, con varias Disposiciones Transitorias que implica su puesta en practica de manera paulatina y sometida a muchas condiciones y reglamentos que están por venir y que hace que no pueda en realidad aplicarse , continuando ,en la mayor parte de los casos y sobre todo en los concursos de las pequeñas Pymes, se tenga que acudir a la legislación anterior, la del Texto Refundido de la Ley Concursal, del 2020, que junto con las reformas de los Reales Decretos lanzados en la materia concursal con la Pandemia, son los que en realidad son de aplicación al día de hoy con pequeñas modificaciones.

En clave positiva, diremos que los grandes beneficiados de la Ley Concursal, no solo ahora, sino desde el 2015, pero sobre todo desde el 2020, y mucho mas ahora, son las personas físicas y Autónomos endeudados, que quieran exonerarse de casi la totalidad de sus deudas, lo cual consiguen con el denominado Exoneración del Pasivo Insatisfecho, que la mayoría de ellos, cumpliendo una serie de requisitos, no muy complejos, pueden conseguir. Solo con una pega, que parte de su deuda sea crédito público, el cual sigue manteniendo, incluso aumentando con la nueva ley Concursal, sus privilegios y su no exoneración en tales casos.

2CL.?Como cree que ha afectado la crisis económica de estos tiempos en la profesión de la abogacía.

Desde mi opinión, los abogados en términos generales, no hemos percibido tanto la crisis, no al menos como otros sectores, hay que recordar que con la Pandemia fuimos actividad llamada esencial y de necesidad, sector que siempre pudo trabajar incluso en el periodo de confinamiento.

Por ello, he de decir, que nuestra profesión, al ser siempre necesaria, en momentos de crisis económica, no debiera sufrir demasiados cambios, incluso aumenta nuestra intervención y labor, otra cosa es como sea valorada a la hora de percibir honorarios por nuestros servicios. Es posible que se hayan visto reducidas nuestras minutas, en importe y forma de pago, muchas veces aplazado, pero en realidad, los despachos que sufren crisis, creo que son los que no se mantienen habitualmente de la profesión, no porque haya crisis, sino porque no trabajan de manera continuada, o no se adaptan a los nuevos tiempos , en los que predominan, internet, redes sociales, y en general la inteligencia artificial, los avances informáticos, papel cero , nuevas tecnologías que nos afectan, y por ello debemos entender que es nuestro reto, adaptarnos a ellas los que ya llevamos trabajando mucho tiempo es lo que nos puede salvar de esta y otras muchas crisis , ya que los jóvenes abogados van en esa línea, y no podemos quedarnos atrás.

CL.- Como ve ahora el ejercicio de la abogacía en relación a cuando se creo la facultad de Derecho, cuando entonces hubo una avalancha de jóvenes que hicieron esa carrera para dedicarse al ejercicio del derecho. Qué opina de la Asistencia Justicia Gratuita y la prestación del Turno de oficio en Cantabria.

La Facultad de Derecho se creo hace ya muchos años, concretamente hace 40 años, con casi 400 alumnos que empezaban. Se creo en un momento en el que en Cantabria apenas había facultades, pocas, y mas de ciencias, los jóvenes estudiantes nos teníamos que ir fuera a estudiar, yo me fui a Oviedo. Por eso, en primer lugar, esa Facultad desde entonces hasta ahora, ha asumido muchos estudiantes siempre, por eso y porque es una carrera la de Derecho muy atractiva, y con muchas salidas profesionales, no nos olvidemos que el ejercicio de la profesión es solo una posibilidad entre muchas otras, y no podemos asimilar un licenciado en Derecho con un profesional del Derecho, abogado, ya que son cosas distintas. Es cierto que, en su día, podías salir de la Facultad y poner un despacho y empezar a trabajar sin más requisitos que estar Colegiado y pagar una Mutualidad, pero esto ya no es así hace mucho, ahora y desde hace tiempo, es obligado tener y acreditar una experiencia tasada de dos años de formación para poder ejercer en un despacho profesional y poder realizar el Turno de Oficio.

Yo, que soy profesora en el Master de Ejercicio de la Abogacía impartido por la Universidad de Cantabria y por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Cantabria, a través de su Escuela de Práctica Juridica Nobel Carral, puedo decir que desde que existe, hace casi 20 años, los profesionales están mas preparados, y desde luego este tiempo de dos años mas de preparación, hace que muchas personas que hacen derecho , se dediquen a opositar , o a meterse en el mundo empresarial, reduciendo los que se dedican al ejercicio de la abogacía, cada curso en la Escuela de Práctica Juridica hay unas 20 personas, y de ellas no todas acaban ejerciendo, porque para ello lo que hay que tener, como siempre, es mucha vocación, y dedicación , esto es lo que , a mi modo de ver hace que cada vez haya menos abogados como los de antes, nuestra profesión es , ha sido siempre, muy difícil de ejercer, si se hace con la dignidad y con la lealtad debida, ahora el mundo ha cambiado, y los profesionales que acaban ahora su preparación, ejercen la abogacía de otra manera.

Esto entronca con el Turno de Oficio, más allá de que este mal pagado, y poco dignificado, un servicio esencial como ese para la Sociedad, y que los Poderes Públicos no entienden o no lo tratan como tal, lo que no se puede, ni ahora ni nunca, es vivir de él, y entiendo que un profesional de la abogacía, debe defender sus derechos, pero lo que no se puede es hacerse abogado para vivir del Turno de Oficio. Echo de menos los tiempos en los que ese servicio lo prestábamos, por convicción, por razones humanitarias, por el idealismo de conseguir la defensa pura de los defendidos, cuando el Derecho de Defensa se ejercía en su máximo esplendor, sin ninguna contraprestación, se prestaba de manera gratuita, por amor al arte, podríamos decir, y se prestaba bien, siempre ha sido y es voluntario, pero creo que ahora y desde hace tiempo hay esa confusión, de que como se paga mal, tal vez, no se hace todo lo bien que se debe, por ese motivo precisamente, y por eso , hay mala fama en los abogados del Turno de Oficio, una mala fama también digo inmerecida, porque hay grandes profesionales prestándolo.

CL.-Cual es el futuro de la profesión, que pediría usted desde su despacho para el 2023.

No se cual puede ser realmente nuestro futuro, yo llevo mas de 30 años como he dicho ejerciendo y he visto muchos cambios, pero también he visto como nosotros, los viejos abogados, nos hemos venido adaptando a ellos, y es lo que hay que hacer. Me gustaría que los despachos de abogados , no solo el mío, mantuvieran su esencia, la cercanía con el cliente, la atención personalizada, la confianza entre cliente-abogado tan perdida en muchos casos al ser ahora mucho mas impersonal y artificial, dar importancia a la ética profesional, el compañerismo, y la libre competencia pero con elegancia y lealtad hacia el resto, dignificar la profesión y que seamos despachos competitivos, inteligentes, acomodados a los tiempos modernos, pero no olvidando nunca nuestros viejos y actuales valores, con nosotros mismos y con los clientes, y sociedad en general, sin perder de vista que la inteligencia artificial es muy importante, pero que sin inteligencia emocional no podremos salir adelante.