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04-07-2019 12:30

Tusk defiende el reparto de cargos ante una Eurocámara crítica pero que no plantea el veto

El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha defendido este jueves el reparto de altos cargos de las instituciones comunitarias cerrado entre los jefes de Estado y de Gobierno, porque cree que es el resultado de "buenas decisiones", y lo ha hecho ante un pleno del Parlamento Europeo en el que los principales grupos han criticado la negociación a espaldas de los eurodiputados aunque ninguno ha llegado a plantear la amenaza de veto.

   "Creo que son buenas decisiones, por primera vez en nuestra historia el Consejo europeo propuso los nombres de dos mujeres y dos hombres para liderar las instituciones clave de la UE", ha declarado Tusk para defender el nuevo diseño, que sitúa a la ministra de Defensa alemana Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea.

   La jerarquía pactada por los líderes reserva a los liberales la presidencia del Consejo europeo, con el belga Charles Michel; y la presidencia del Banco Central Europeo para la conservadora francesa Christine Lagarde; mientras que el puesto de Alto Representante de Política Exterior de la UE será para el socialista español Josep Borrell.

   "Llevó tres días porque quise estar seguro de que cada Estado miembro, grande o pequeño, de todos los rincones de Europa, estuviera a bordo en lo que se refiere al liderazgo futuro de la Unión", ha argumentado Tusk, quien ha renunciado a su intervención final para dar réplica a las críticas que ha recibido por el modo de conducir la negociación.

   En cualquier caso, en su primer discurso antes de escuchar a los eurodiputados, el que fuera primer ministro polaco ha asegurado que "aún hay margen para mejorar" la presencia de los países de la Europa central y del este en la arquitectura europea, aunque no ha aclarado cómo.

   El reparto negociado durante tres días sin descanso en Bruselas ha provocado un profundo malestar en la Eurocámara, cuyos representantes exigían que fuera uno de los cabeza de lista de los partidos europeos a las elecciones de mayo quien presidiera el Ejecutivo comunitario.

   Los eurodiputados también reaccionaron con enfado al hecho de que los Veintiocho apuntaran al socialista búlgaro Sergei Stanishev como el que debería ser el próximo presidente de la Eurocámara para respetar el equilibrio geográfico y asegurar un puesto a los países del Este.

   Incluso el grupo de los Socialistas europeos recibió esta recomendación como un intento de injerencia y, tras una tensa reunión de varias horas, eligió al italiano David-Maria Sassoli como su candidato. Sassoli fue finalmente elegido presidente de la Eurocámara el miércoles, con el apoyo expreso del PPE y de los Liberales.

   Así las cosas, Tusk ha insistido en que el Consejo que forman los líderes tiene tanta "legitimidad democrática" como la Eurocámara, ha considerado que "estas pequeñas disputas no tienen sentido" y ha apelado a la responsabilidad de las instituciones para evitar bloqueos y trabajar juntas por un proyecto común.

   La designación de la candidata alemana como próxima presidenta de la Comisión Europea es el único de los cuatro puestos clave sobre el que la Eurocámara tiene poder de veto, ya que podría votar en contra del mismo. Está previsto que los eurodiputados voten este nombramiento en el próximo pleno de julio, en concreto en la jornada del martes 16.

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