Un hostelero "protestón" y  el Ingreso Mínimo Vital (IMV) del Coletas

Un hosteleros de Cantabria ha montado un pequeño revuelo con sus declaraciones y ha colocado nuestra comunidad en todos los medios de comunicación. Este hombre me ha parecido un incauto y parece que no vive en este país. Se le ha ocurrido decir una verdad como puños, que no hay trabajadores o son “difíciles” de encontrar porque prefieren cobrar el Ingreso Mínimo Vital y rechazan un puesto en el sector de hostelería.Sí y no.

Ha tenido “la desfachatez” de decir la seudo verdad, aquella que tantas veces se denunciaba  de que muchos trabajadores preferían seguir en el paro cuando los llamaban a ocupar  un puesto de trabajo y lo rechazaban porque ganaba más sin trabajar. La historia  al parecer puede volverse a repetir y este empresario ha puesto el dedo en la llaga, y ha salido Pablo Zuloaga diciendo, cómo no podía ser de otro modo, que no cree que los trabajadores prefieran no trabajar y cobrar solo el Ingreso Mínimo Vital ¿?.

Pero a nuestro amigo Pablo le tenemos que recordar que un matrimonio con tres hijos cobra de IMV 1015 euros más subvenciones de guardería, de vivienda etc casi lo mismo que trabajando de camarero, por poner un ejemplo, luego hay que reconocer que al menos alguna familia se lo puede pensar...

Pero si además al trabajador del Salario Vital le añadimos la pensión del abuelo y  alguna otra cosita pues suma y sigue. Nosotros dijimos con buena intención que ese proyecto del señor Coletas del Salario Mínimo Vital había que mirarlo con lupa, y no porque desconfiemos del Coletas, que sí naturalmente, sino porque estamos en España y España es un país de pícaros, tan pícaros que hemos fabricado 17 Estados con el gasto extraordinario que conlleva y  se ha trasformado en  corrupto compulsivo para cobrar los de siempre.

En la España rural es un drama conseguir jornaleros para recoger las cosechas.  Hay honrados españoles que van a las recolectas agrícolas, trabajo duro sin duda, y hasta universitarios, pero eso son  excepcionalidades que  los medios de comunicacion subvencionados, televisiones y periódicos de papel se aburren de comunicar escondiendo la otra verdad, la del caradura. Y si antes era difícil encontrar jornaleros esta temporada  con el coronavirus no han podido pasar las fronteras los temporeros que venían de otros países no pudiendo recogerse muchas de  las cosechas. Normalmente llegaban de Marruecos pero en los últimos años también de Bulgaria etc.

Aquí en  Cantabria la hosteleria  de Santander quiere trabajadores y cada año lo tendrá más  difícil porque este país cada año que pasa vive más de la subvención y la palabra productividad es un concepto “tabú”.

Un restaurante del Sardinero  traía dominicanos para la temporada de verano por poner un ejemplo, no se que habrá pasado esta temporada

En el PER   tan sólo se necesitan 20 días, peonadas de trabajo al año para cobrar 426 euros durante seis meses como trabajador eventual. Está claro el tema. No debemos de olvidar, que como la historia se repite es por lo que en varias ocasiones desde C.Liberal hemos aconsejado  a nuestros políticos que lean, que lean mucho, pero parece que algunos nos han hecho caso y nuestro interes lo han  tergiversado, confundido y luego  con mucho cuidadin le dan la vuelta a las peonadas, jornadas  y tiran por la calle del medio reconvirtiendo todo en un Salario Mínimo Vital además.

La peonada amigos era la jornada de trabajo día, que no siempre era de trabajo productivo sino que en el Ayuntamiento debían de sellar para justificar el paro de los seis meses a  los trabajadores andaluces, dado el inmenso paro que existía en esa Comunidad y que no sabemos si sigue existiendo porque los políticos mienten más que hablan por lo que podemos acudir al CIS de Tezanos donde se publica la España del País de las Maravillas.

 En definitiva, la peonada fue ese salario diario que recibían los andaluces por no trabajar y se hicieron  muchos chistes en esa etapa política  al respecto porque el españolito es capaz de reírse hasta de sí mismo...pero éste tema sería muy largo de contar. Aunque recuerdo algo, que no es chiste, sino que pasó ante mi cuando estuve por Andalucía, de aquel empresario que cobraba peonadas y era el chofer  del autobús que  llevaba a los que cobraban también peonadas a pasar el día y luego a sellar la peonada, parece un trabalenguas pero no.

En fin para este fin de semana les dejo este relato para que sean ustedes los que saquen sus propias conclusiones.