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Tribunales 18-05-2019 19:15

Congregación salesiana condena el asesinato de Fernando Hernández y se reafirma en su voluntad de trabajar en África

El trabajador que acabó con la vida del misionero de Urnieta en Burkina Faso utilizó un arma blanca "para ejecutar el crimen"

 

   La Congregación salesiana ha condenado el asesinato del misionero salesiano de Urnieta (Guipúzcoa) Fernando Hernández, ordenado sacerdote en Santander, en la obra de Bobo Dioulasso, en Burkina Faso, y se ha reafirmado en su voluntad de trabajar en los países africanos, "especialmente con la educación" para "contribuir a su pleno desarrollo". Según ha precisado, el trabajador que acabó con la vida del misionero de Urnieta en Burkina Faso utilizó un arma blanca "para ejecutar el crimen".

   En un comunicado, la Congregación ha recordado que el salesiano guipuzcoano fue asesinado este pasado viernes en la obra salesiana de Bobo Dioulasso por un antiguo cocinero del centro. También ha puntualizado que el autor del crimen, "trabajador de la obra durante siete años y despedido hace dos meses, empleó un arma blanca para ejecutar el crimen".

   En el ataque también resultó otro salesiano, Germain Plakoo-Mlapa, que sufrió heridas de gravedad "de las que se está recuperando". Las fuerzas de seguridad apresaron al antiguo empleado "inmediatamente después de que cometiera el asesinato".

   La Congregación Salesiana ha expresado su "profundo dolor por la trágica muerte del sacerdote salesiano", y expresado su deseo de "estar cerca de su familia y de los hermanos de su comunidad". Además, ha condenado "toda forma de violencia", y se ha reafirmado en "su voluntad de seguir trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo".

   Ha asegurado que, "en ocasiones, esta labor se desarrolla en medio de situaciones muy difíciles e, incluso, hostiles" y que hace solo tres meses, otro misionero salesiano español, Antonio César Fernández, también fue asesinado en Burkina Faso, "en aquella ocasión durante un ataque yihadista".

   Fernando Hernández, nacido el 8 de abril de 1959, era natural de Ledesma (Salamanca), pero cursó estudios de Formación Profesional en Urnieta (Guipúzcoa), a donde su familia emigró cuando él era joven. Posteriormente, cursó estudios de filosofía y teología. Se ordenó sacerdote en Santander y enseguida fue enviado a Benín como misionero.

   Su vida ha estado ligada al desarrollo de las diferentes obras de la Provincia Salesiana de África Occidental Francófona (AFO), en las que ha trabajado para impulsar la Formación Profesional.

  "UN PERFIL INTERESANTE"

   Según quienes trabajaron con él, "era un sacerdote con formación técnica, un perfil muy interesante para el trabajo realizado en los lugares a los que ha sido destinado por ser la Formación Profesional el motor del desarrollo para los jóvenes estudiantes y su entorno".

   La obra salesiana de Bobo Dioulasso (Burkina Faso), en la que el salesiano misionero asesinado era vicario y ecónomo, atiende un prenoviciado, una parroquia, un oratorio, una casa de acogida para chicos y chicas de la calle, un centro de alfabetización y una escuela profesional con más de 300 alumnos.

   Según la congregación española, la noticia ha causado "una gran consternación a toda la familia Salesiana", y especialmente en esa localidad de Burkina Faso "en la que los Salesianos están presentes desde 1994".

   El funeral y posterior sepelio de Fernando Hernández se celebrará en el país africano, "tal y como era deseo del propio misionero salesiano". Hasta Burkina Faso, desde Urnieta y Ledesma, se desplazarán algunos de sus familiares acompañados por miembros de la Congregación Salesiana.

   El rector Mayor de los Salesianos, el español Ángel Fernández Artime, ha enviado un comunicado a toda la Familia Salesiana en el que destaca "la labor desarrollada por los dos misioneros asesinados recientemente".

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