El precio del alquiler en Cantabria sube un 1,87% en 2024, según pisos.com

Así, Cantabria se situó como la séptima región más cara para los inquilinos, que lidera Baleares con 18 euros/m2. Al lado contrario se encuentra La Rioja, que con 4,6 euros/m2 fue la comunidad autónoma más barata, según el informe anual de precios de alquiler de pisos.com.

En cuanto a la capital cántabra, Santander fue la décimo cuarta más cara, al registrar en diciembre de 2023 un precio medio de 12,06 euros por metro cuadrado. En concreto, subió un 2,6% frente a noviembre de 2024, el noveno repunte nacional más intenso; y un 10,5% frente a diciembre de 2023.

En este punto, Barcelona se situó como la capital con la vivienda en alquiler más cara del país (29,5 euros/m2) y Jaén la más barata (6,9 euros/m2).

Por su parte, la vivienda en alquiler en España tuvo en diciembre de 2024 un precio medio de 12,18 euros por metro cuadrado. Esta cifra marcó un ascenso mensual del 2,10%.

La subida trimestral fue del 2,61% mientras que el repunte semestral alcanzó el 3,84%. Interanualmente, se produjo una subida del 9,53%.

Según el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, "la subida del precio del alquiler se ha enquistado en el mercado". El portavoz del portal inmobiliario indica que "la oferta de pisos en alquiler residencial no remonta, y esto es un gran problema en las ciudades con más demanda, que son además en las que el alquiler vacacional ha despegado muy fuerte, un fenómeno que impacta en las rentas de larga duración".

Ante la puesta en marcha del nuevo Índice de Referencia para la Actualización Anual de los Contratos de Arrendamiento de Vivienda (IRAV), Font señala que "este indicador, que pretende sustituir al IPC para evitar subidas desproporcionadas del alquiler tendrá limitada su aplicación a contratos firmados a partir de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, lo que deja a los contratos anteriores desprotegidos en un contexto de alta inflación".

Para el experto, "esta nueva medida intervencionista se aleja de la verdadera y urgente necesidad que lleva arrastrando esta fórmula de acceso a la vivienda desde hace años, que no es otra que animar a los propietarios a ofrecer sus propiedades en un contexto de seguridad jurídica".

Font recuerda que "únicamente aumentando la oferta podrán regularse los precios, y comenzaremos a ver cómo las condiciones que se imponen a los inquilinos dejan de ser tan inflexibles".