Mariano Barbacid: "En España no ha cambiado nada, la investigación nunca ha sido una prioridad"
València proyecta `El camino inverso`, documental sobre este científico que revolucionó el abordaje de enfermedades oncológicas
VALÈNCIA, 23 (EUROPA PRESS)
El bioquímico Mariano Barbacid se ha lamentado este lunes que en España la investigación "nunca ha sido una prioridad" y "eso no ha cambiado nada": "Ya lo decía Ramón y Cajal y ha llovido desde entonces. España es un país que tradicionalmente, con un gobierno de derechas y con un gobierno de izquierdas, la investigación nunca ha tenido prioridad y eso sigue".
Así, lo ha señalado el cientifíco español en declaraciones a los medios antes de la presentación del documental en Caixaforum 'El camino inverso', que llega a València de la mano de Fundación QUAES en colaboración con la Fundación Hermanos Álvarez Quirós. En este proyecto se analiza la trayectoria científica de Mariano Barbacid, uno de los investigadores más destacados a nivel internacional que en 2022 obtuvo el Premio Nacional de Investigación Ramón y Cajal y que actualmente dirige el Grupo AXA-CNIO de Oncología Experimental.
Al respecto, ha explicado que con el título del documental se quiere reivindicar la necesidad de que la investigación llegue al paciente. "Cuando uno investiga empieza con un problema muy complejo como un tumor de ahí es imposible deducir nada, hay que simplificarlo, hacer una línea celular, aislar un gen para luego poder entender qué es lo que está pasando. Pero una vez que lo ha entendido, tiene que hacer el camino inverso, para que repercuta en el enfermo porque si solo nos quedamos con el conocimiento, pues es muy interesante como científico, pero no repercute en la sociedad", expone.
Sin embargo, critica que ser investigador en España es "complicado" porque la financiación es "muy limitada" ya que la media de los proyectos del ministerio están en poco más de 50.000 euros y los máximos son 150.000 euros al año y con lo que cuesta la investigación "eso no es suficiente para poder hacer una investigación competitiva".
El doctor --que revolucionó la forma de entender y tratar las enfermedades oncológicas con el descubrimiento del primer oncogén humano hace 41 años en Estados Unidos-- explica es "imposible generalizar el cáncer porque no es una enfermedad sino un conjunto de enfermedades, son 150 o 200". Por ello, "no podemos hablar de una terapia, ni de pensar en llegar a una cronificación para hablar del cáncer, porque son enfermedades distintas y en una es posible llegar a que sea una enfermedad crónica, algunas ya lo son, y en otras no".
Por ejemplo, la supervivencia del cáncer de próstata a cinco años es más del 98% --"Se dice que los hombres nos moriremos con cáncer de próstata pero no de cáncer de próstata, señala--, mientras que en el de páncreas está en el 4 o el 5%, es decir, que la gran mayoría no sobrevive. Además, hay que tener en cuenta el estadio en el que se haya detectado porque un cáncer de pulmón de grado 1 o 2 es "operable y no tiene mayores problemas, pero en grado 4 es casi mortal". "No podemos hablar de una solución, hay que especificar qué tipo de cáncer y en qué estadio está", señala.
Ahora sus investigaciones se centran en el estudio del oncogen K-RAS, que origina la mutación del tumor de pulmón y del páncreas, para tratar de encontrar nuevas terapias usando modelos animales. Así, señala que en el cáncer de páncreas el fármaco que más se utiliza se aprobó en el año 97 y desde entonces no se ha encontrado nada mejor, pero "ya estamos en pleno camino inverso".
Por su parte, en la investigación del adenocarcinoma se está un poco mejor porque "ya hay como 5 o 6 fármacos, pero hay que darlos dependiendo de la mutación que tiene el paciente". "Aunque parezca igual desde el punto de vista de propiedades clínicas, el tratamiento depende de la mutación que tenga. Todo eso ha cambiado mucho desde que contamos con la medicina de precisión o medicina personalizada", ha destacado.
MUJER Y CIENCIA
Asimismo, en en la jornada se ha celebrado la Mesa de debate 'Mujeres en la Ciencia' aprovechando que el propio Barbacid en el documental cueta que fueron dos mujeres, su profesora de Ciencias Naturales y la bioquímica Margarita Salas, las que marcaron para siempre su vocación científica.
El científico ha señalado que en sus 50 años de carrera "jamás" ha diferenciado entre un hombre o una mujer en el laboratorio ni ha presenciado que ninguno de sus colegas discrimine a las mujeres en los procesos de selección ni en Europa ni en Estados Unidos, lo que no quiere decir que no ocurra. Solo en Japón le admitieron que rechazaron a una investigadora "muy buena" para ser directora del Instituto de Cáncer por ser mujer.
Así, destaca que "afortunadamente" cada vez hay en España más investigadoras que alcanzan el nivel directivo y llegan a dirigir un jefe laboratorio, aunque "las diferencias aún no ha desaparecido todavía". "Se va avanzando, pero todavía falta, por ejemplo en el CNIO, a pesar de que el 80% de los investigadores son mujeres, jefas de grupos solamente hay una tercera parte", apunta. Además, señala que la edad de la maternidad coincide con la etapa en la que un científico es más creativo y puede afectar a su carrera.
En la mesa han intervenido la participación de Ana Lluch, directora del grupo de Investigación en Cáncer de Mama del INCLIVA; Sara García Alonso, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y primera española seleccionada como astronauta reserva por la European Space Agency (ESA); y Concha López, catedrática de Biología Celular de la Facultad de Medicina y Odontología y directora del departamento y laboratorio de Biopatología.
"GRAN REFERENTE DE LA CIENCIA"
Las tres han destacado el "gran referente" que ha supuesto Barbacid para la ciencia española --"nos enseñó el camino", dice la doctora Lluch-- y han recalcado que el futuro de la medicina depende de la investigación. Sin embargo coinciden en que "uno de los problemas sigue siendo la falta de financiación porque en España se mantiene aquello de que 'inventen ellos' --que pronunció Unamuno-- y no hay forma de resolverlo". No obstante, la doctora Lluch reclama que hay que "involucrar la sociedad porque no debe ser solo subvencionada por el Estado" y para ello se debe modificar la Ley del Mecenazgo.
Aún así, Sara García destaca que en España "se hace muy buena ciencia, hay muy buena calidad, y unas mentes maravillosas" y Concha López resalta en concreto el alto nivel en investigación oncológica , en especial para determinados cánceres como el de mama, próstata o colon, mientras que en otros, como el del sistema nervioso, aún quedan "muchos puntos oscuros".
La primera española seleccionada como astronauta reserva por la European Space Agency (ESA) ha confirmado además, respecto a la posibilidad de realizar algún experimento sobre oncología en gravedad cero, que ya le han ofrecido varias propuestas para trasladar sus investigaciones, que tienen mucho que ver con estructuras de proteínas en microgravedad, donde sería una ventaja para hacer, por ejemplo, cristales de proteínas. "No es nada descabellado", ha señalado.
Sobre la situación de la mujer en la investigación, apuntan que aun no se ha roto el techo de cristal y para lograrlo se requiere desde el principio de la Educación dar a las mujeres más referentes para animarlas, más concienciación social y más igualdad y apoyo en la conciliación laboral. Concha López prevé que la igualdad real en la investigación no se alcanzará antes de 15 o 20 años y para acelerarla se muestra también partidaria "con reparos" de la discriminación positiva.
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