Noticias de Cantabria
04-02-2007 22:31

Un alarde de las típicas falacias colectivistas

SANCHO MICHELL DE DIEGO: Don José Luis disfruta con esa ambigüedad que al resto nos hace subir la fiebre; a pesar del zambombazo de la T4, este ?kamikaze monclovita? sigue aportando argumentos en pro de la negociación con esa gentuza.



Este Gobierno nacional-socialista continua haciendo oídos sordos al clamor popular de los cientos de miles de personas que se manifiestan contra el diálogo con la ETA y la claudicación ante los asesinos. Esto hasta el pasado sábado; a partir de ahora, me pregunto hasta cuándo podrá Rodríguez persistir en esa sucia y rastrera política antiterrorista que deja a las víctimas tiradas por los suelos, despreciadas infinitamente más que con ningún otro Presidente del Gobierno de España, fuera éste del signo político que fuera.

Don José Luis disfruta con esa ambigüedad que al resto nos hace subir la fiebre, incluso más que la típica de los procesos gripales que muchos hemos sufrido durante estos días. A pesar del zambombazo de la T4, este “kamikaze monclovita” sigue aportando argumentos en pro de la negociación con esa gentuza. Sí, sí, lo mismito que Aznar! Venga ya, Pepiño! Pero es que hay gente que todavía se lo cree? Pues sí, la hay, pero en fin… Y si no, ¿qué significado podemos encontrarle a la petición de la Fiscalía de excarcelar a la basura esa de De Juan Chaos? “Por una muerte digna”, dejémosle que se pudra en “chirona”, hombre!

La serenidad y la tranquilidad fueron la tónica dominante entre los manifestantes que nos dimos cita el sábado en Madrid, desde la Plaza de Colón, hasta la Puerta de Alcalá, en un ambiente vibrante de emoción y en el que se hizo un clamor de libertad y patriotismo constitucional sin precedentes en nuestra democracia, si es que esto puede llamarse así. Y, ¿qué quieren que les diga?, ¿que no se profirieron gritos de mal gusto contra Zapatero? Pues no, sí se dieron, como también ocurriera en la convocada por los sindicatos y ciertos colectivos “acerolados” de ecuatorianos contra los populares. Afortunadamente, tanto en la primera como en la segunda, no pasaron de ser simples anécdotas.

Mucho dudo que este Ejecutivo dé un golpe de timón, tomando de este modo una dirección bien distinta. Zapatero sigue pensando que es nuestro Salvador; que se encuentra entre nosotros para librarnos de todos los males terrenales, poniendo en práctica las políticas que más convienen a los españoles, alardeando de las mismas falacias de siempre, las típicas del colectivismo más bananero, propio de cualquiera de esos dictadores caribeños por los que tanta pasión y devoción profesa: los Fideles, los Evos o los Chávez. Zapatero, que te la estás jugando…

Sé el primero en comentar