Se burlan de España
La comunidad internacional hace cola para reírse de España. No son todavía conscientes del “interés planetario” que despierta la presidencia de turno de Rodríguez Zapatero en la Unión.
Marruecos nos amenaza mientras mantiene la opresión de los saharauis, Gran Bretaña ametralla nuestra bandera y retiene a cuatro guardias civiles que perseguían a narcotraficantes, Obama nos envía a la guerra de Afganistán sin ponerse al teléfono, y los secuestros de españoles se cotizan al alza.
Cuando nuestros vecinos no se habían repuesto del esperpento que supuso la gestión del secuestro del Alakrana, donde “al parecer” el Ejercito Español no es capaz de alcanzar a las lanchas en las que huyeron los piratas pero sí de acertar con sacos de billetes en el punto exacto –para eso entrenan, claro-, una sucesión de ridículos internacionales nos vuelven a convertir en diana de todas las risas.
Nuestro vecino Marroquí, que mantiene, según las resoluciones de la ONU de 1975 una “abominable” ocupación del antiguo Sahara Español, y da un trato degradante a Aminetu Haidar y el resto de saharauis, lanza veladas amenazas sobre nuestra seguridad e inmigración.
Es sorprendente que cuando en España viven más 700.000 marroquíes, parte de ellos ilegales pero con derecho a sanidad y educación universal y gratuita, su gobierno nos trate como si le debiésemos algo.
No deben estar al corriente de que ZP afirmó nada más llegar al gobierno que el conflicto entre el Polisario y Marruecon “lo resolvería en seis meses”.
Pero no es menos desconcertante que ya tengamos más hombres en Afganistán que en Irak, y que Obama no se haya puesto al teléfono para pedirnos el sacrificio de la vida de nuestros militares. Con Aznar al menos hubo foto de las Azores, ahora ni foto ni llamada, ni nada.
Por cierto ¿dónde andarán las artistas de ceja, que pedían el regreso de las tropas?, negociando subvenciones, seguramente.
En este desconcierto en que se sume la comunidad internacional, parece que la criminal Al Qaeda no está al corriente de nuestra costosa Alianza de Civilizaciones y, ahora, además de matar civiles y militares infieles, también secuestra a nuestros cooperantes.
Ni siquiera nuestros éxitos deportivos, con la cuarta Copa Davis, hacen olvidar el hundimiento del prestigio internacional, ya que no gana ni la selección nacional, ni España, tan solo “la Roja” obtiene triunfos, no vaya a ser que las “auténticas” selecciones nacionales –las de las autonomías- se ofendan.
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