Ricardo Bueno Fernández
Ricardo Manuel Bueno Fernández (Medina del Campo, 1940-Torrelavega, 2015), llegó de muy joven a Torrelavega, lugar al que fue destinado su padre, Máximo Bueno, como responsable de la Administración de Correos; curiosamente, su hijo Ricardo, también se hizo Técnico de Correos, aunque la vida le llevó por otros derroteros profesionales y se dedicó a la gestión administrativa y al mundo del seguro, con una oficina muy prestigiada en Torrelavega ..

Ricardo Manuel Bueno Fernández (Medina del Campo, 1940-Torrelavega, 2015), llegó de muy joven a Torrelavega, lugar al que fue destinado su padre, Máximo Bueno, como responsable de la Administración de Correos; curiosamente, su hijo Ricardo, también se hizo Técnico de Correos, aunque la vida le llevó por otros derroteros profesionales y se dedicó a la gestión administrativa y al mundo del seguro, con una oficina muy prestigiada en Torrelavega y en toda la comarca del Besaya.
La vida de Torrelavega transcurría plácida y tranquila en los años en que Ricardo, con una familia numerosa, participaba activamente en algunas iniciativas deportivas, sociales y culturales de la ciudad.
Y quizás fuera la creación de la Joven Cámara en los primeros años de la década de los años setenta del siglo pasado, una plataforma donde pudo satisfacer el “objetivo de autosuperación y formación personal, que se efectúa a través de la realización práctica de programas que puedan tener una incidencia beneficiosa sobre la comunidad o que mejoren ciertos aspectos”, tal como expresan la filosofía y los principios de la Joven Cámara, que también se declara apolítica y aconfesional.
Y era la Joven Cámara de Torrelavega, un pequeño grupo de jóvenes que pretendían hacer cosas por su ciudad y sus ciudadanos y, al tiempo, abrir cauces democráticos en aquella España que estaba al final de un régimen autoritario. En el año 1976 fue elegido presidente de esta Joven Cámara de Torrelavega (Se elegía por periodos anuales y no se podía optar a un segundo mandato) y entre otras iniciativas puestas en marcha, hubo una que tuvo un gran calado; fue la constitución de una sociedad que pusiera en marcha un periódico quincenal, “Cántabro”, después de la desaparición de “El Impulsor” y “Dobra”; en esta nueva sociedad, se pusieron muchas ilusiones y se implicaron cientos de torrelaveguenses, como simbólicos accionistas y toda la ciudad y comarca fue testigo del primer número que salió a la calle en diciembre de 1976 y que estaba dirigido por la periodista Carmen Sollet Sañudo.
Ya en el año 1977, el partido dirigido liderado por el presidente Adolfo Suárez González, Unión de Centro Democrático (UCD), le propuso participar en la listas electorales al Senado, saliendo elegido con el máximo número de votos y convirtiéndose en el único parlamentario de Torrelavega, lo que enlazaba con la historia de otros parlamentarios que tuvo la ciudad de Torrelavega en los siglos XIX y XX. Tuvo el Senador Ricardo Bueno el honor de participar en las Cortes Constituyentes que elaboraron y aprobaron una Constitución que se propuso al refrendo de todos los españoles: la Constitución Española de 1978, aún hoy vigente.
A finales del año 1979 fue elegido en el Congreso Nacional de Jóvenes Cámaras, como Presidente Nacional para el año 1980, constituyéndose en el primer presidente nacional no catalán y tuvo el honor de cerrar su mandato en el Congreso celebrado en Madrid, que contó con la asistencia de Don Juan de Borbón, padre del Rey Juan Carlos I y dónde la Joven Cámara de Torrelavega fue premiada como la Mejor de España.
Nuevamente retornó a la política activa con el Partido Popular, siendo concejal del Ayuntamiento de Torrelavega y presidente de este Partido Popular en la ciudad del Besaya; Senador entre 1993 y 2000; y en este año, el partido le presentó al Congreso, siendo también elegido en la Legislatura 2000-2004. Esta intensa actividad política, en beneficio de Cantabria y de su ciudad, Torrelavega, con una dedicación total, le permitió la culminación de una vida política de servicio y de esfuerzo en beneficio de los demás. Allí dónde estuvo siempre dejó una imagen de dedicación, cordialidad y respeto a los demás.
Paralela a toda esta actividad pública, una de sus aficiones era el estudio y la recuperación de la historia gráfica de su ciudad; en este sentido, era habitual verle por el rastro o por librerías “de libro viejo” intentando rescatar muchos documentos que ahora los tenemos a disposición, gracias a él, como una magnífica colección de postales. Constituyó con algunos amigos, como Cándido Román, José Izaguirre, Manuel Quevedo o Ángel Montes Selaya, un grupo que se autodenominó “Torrelavega 1900” y que realizaron varias ediciones gráficas de la historia de Torrelavega, recuperando imágenes de la historia gráfica de la ciudad que, en otro caso, se hubieran perdido irremediablemente.
Y Ricardo era una persona muy dialogante, con un humor retórico e irónico, habitual en muchas tertulias, ya fueran en los medios de comunicación o en cualquier cafetería de la ciudad. Y era, sobre todo, amigo de sus amigos y siempre que fue requerido, allí estaba para echar una mano.
Hace unos días ha fallecido, víctima de una cruel y larga enfermedad, y muchos de aquellos que le tuvimos como compañero en aquella Joven Cámara que yo rememoraba en el artículo anterior (Pedro Cayón Ruiz, José Ramón Saiz Fernández, Francisco Díaz Villegas, Rodrigo Sainz Villegas, Eduardo López Díaz, José María Puente Ibáñez, Francisco Terán Molleda, Manuel Herreros de las Cuevas, Pedro García Gelabert, Manuel Merino Grande, Ángel Montes Selaya, Joaquín Casado Fernández y Pedro Arce Díez), hemos solicitado un reconocimiento público al Ayuntamiento de Torrelavega, como pudiera ser la Declaración de Hijo Adoptivo de la ciudad o/y la denominación de una calle con su nombre.
Y ello en base a cuanto se ha especificado anteriormente y a todas las acciones e iniciativas llevadas a cabo por Don Ricardo Bueno Fernández, pues durante los últimos cuarenta años ha sido el personaje público que más se ha distinguido por sus múltiples actividades en el campo social, político y cultural en favor de la ciudad de Torrelavega.
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