Reflexiones sobre las pensiones en España
Las pensiones vuelven a estar en el candelero político y en la preocupación de muchos españoles… El Gobierno desea llegar a un nuevo Pacto, mientras el principal partido de la Oposición pone como condición que las pensiones no se congelen en el próximo año, postura que parece apoyan todos los demás grupos parlamentarios.

¿Qué futuro acecha a las pensiones en España?...
Este tema es motivo de preocupación de los millones de jubilados en España, de quienes están próximos a serlo y de otros muchos millones de ciudadanos de este país. Por otra parte, pocos discrepan en estos tiempos del diagnóstico: las pensiones deben sufrir una gran reformulación que aseguren su continuidad sin riesgos y ofreciendo seguridad a muchos millones de españoles, después de una vida laboral pagando impuestos...
¿Y qué se puede hacer? Conocido el diagnóstico, deberá actuarse sin prisa pero sin pausa y adoptar las medidas precisas, dentro de un amplio consenso político y social. ¡Y habrá medidas impopulares!. Pero debe actuarse y no utilizar este tema para batallas políticas, dialécticas y, casi siempre, estériles.
Las líneas maestras –a modo de decálogo y de reflexión-, podrían ser las siguientes, algunas de las cuales se acercan al llamado “modelo sueco” y a las propuestas que el “grupo de los cien” ha aportado a la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo:
a) Deberá de computarse todo el periodo laboral, sus salarios y demás circunstancias de cada persona para establecer su pensión; como consecuencia de esta situación, cada persona tendrá su propia jubilación y no habrá generalización de colectivos que tienen situaciones distintas en salarios, tiempo de percepción de los mismos, etc., lo cual no parece justo.
b) En ningún caso habrá periodos mínimos para tener derecho a pensión, en base a lo afirmado anteriormente.
c) Se asegurará una pensión mínima de subsistencia para aquellos casos que se establezcan (quienes no llegarán a un mínimo, no hayan contribuido, etc.), aunque con cargo a otras partidas presupuestarias.
d) Con carácter general, y en su momento, la edad de jubilación deberá retrasarse y quizás también sea preciso aumentar los años de cotización para adquirir los derechos de pensión al 100 %, según una tabla que se establezca claramente. Y ello es debido a factores como el acceso más tardío al mundo laboral, la mayor expectativa de vida, la proporción entre trabajadores y jubilados, etc… Aunque en estos momentos no parece oportuno su retraso mientras exista una elevada tasa de parados.
e) Podría admitirse, en ciertos casos y profesiones, y a propuesta del propio trabajador, la posibilidad de una no jubilación o un retraso de la misma, lo cual debería llevar aparejado una justa compensación.
f) De igual forma, deberán establecerse elementos correctores en cuanto a la edad, en aquellas profesiones u ocupaciones dónde la edad y las condiciones de cada persona sean un elemento básico (trabajos de cierta penosidad, de condiciones físicas o mentales específicas, etc.). Lo de las “prejubilaciones” que han venido haciendo tradicionalmente algunas empresas, como la banca, no tienen sentido en un modelo justo, equitativo y equilibrado.
g) Se establecerá un sistema único para todos los ciudadanos del Estado, sin que puedan admitirse la excepcionalidad de ciertos colectivos, zonas geográficas, etc., que pudieran establecer privilegios, como es el caso de los parlamentarios.
h) También deberá establecerse una flexibilidad en la edad de jubilación, aunque ello lleve aparejado como consecuencia una variación de la cuantía a percibir, según un criterio único para todos.
i) Deberán de revisarse los porcentajes a viudas, personas dependientes, etc., en consonancia con la forma de vida actual. Cuando un cónyuge se queda viudo, los gastos de su casa son casi los mismos, mientras actualmente la pensión se reduce casi a la mitad.
j) La adaptación de cualquier factor al modelo actual deberá ser paulatina y, en ningún caso, traumática; es decir, sin pérdida de derechos adquiridos por los actuales pensionistas.
Podrían ir detallándose otros muchos aspectos, pero estas reflexiones pretenden que los lectores realicen otras sugerencias, expresen reflexiones propias, acepten algunas de éstas, las modifiquen o rechacen… Con todas estas aportaciones, prometo realizar un compendio de las mismas, en unas nuevas Reflexiones, que ya no serán mías, sino de todos. Gracias.
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Comentarios(3):
En contestación a Rama, le diré que sí es lógico que las pensiones, sea una sóla o más de una, no pueden sobrepasar el máximo. Respecto a que con dos legislaturas, los diputados tengan una pensión "especial" no parece lógico y debieran atenerse al sistema normal, en cuanto a tiempo de servicio, salario, etc., como el resto de los ciudadanos. En cuanto a que la pensión máxima no supere el triple de la mínima, está claro que actualmente es superior y lo que habrá que hacer es elevar las mínimas ¿no querrá bajar las máximas? y esto exige mayor desembolso, por lo que deberá hacerse paulatinamente. Otra cuestión tangencial -pero importante- es el problema de la congelación de las pensiones que el Gobierno ha decretado y que es bastante injusto, para algunos incluso confiscatorio. Pero, a tenor de las declaraciones de ayer del Gobernador del Banco de España, quién afirmó que la congelación de las mismas fue una "concesión", pues debieron de bajarse como se ha hecho con el sueldo de los funciionarios....¡Ahora va a ocurrir que los pensionistas deben estar agradecidos por su congelación!. "Cosas veredes, amigo Sancho....".
Evitar las dobles pensiones, al menos, siempre que entre ambas superen un mínimo. Deslegitimizar que con dos legislaturas los diputados y demás tengan una pensión vitalicia (es aberrante). Que exista una pensión máxima que nunca supere en 3 la mínima.
Amigo Pedro, las reflexiones que haces sobre las pensiones creo que son acertadas, y seguramente se pueden añadir algunas otras, pero una cosa piensa el borracho y otra el tabernero, nuestros politicos cuando hablan de modificar las pensiones estan pensando en las nuestras, ni se les pasa por la cabeza tocar las suyas salvo que sea para incrementarlas. Hoy hemos celebrado el dia de la Constitución, esa que dice que no se pueden hacer distinciones por sexo, color, religión etc. sin embargo como todo el mundo sabe, nuestros politicos se han arrimado el ascua a su sardina y mientras un españolito de a pie despues de toda una vida de trabajo recibirá una pensión seguramente pequeña, para ellos se reservan una gran pensión con dos legislaturas nada mas, aparte de otras ventajas añadidas. Yo creo que durante el tiempo que los politicos estan en activo debieran de cotizar como un trajador mas, y al final de su vida politica cobrar una pension como cualquier trabajador en función de los años cotizados. Es mas creo que su salario se debia establecer de acuerdo al salario base interprofesional, fijandolo en "el doble" o "el triple" de este modo veriamos sin tardar como el salario base (que ahora debe andar sobre 600€) en poco tiempo pasaria a ser de 1.000 o 1.500 €, pero claro esto piensa el borracho.