El fiscal general del Estado Ortiz no puede dimitir salvo que lo haga su mentor Pedro Sánchez Perez-Castejón. Carlos Magdalena

El fiscal Ortiz fue nombrado por Pedro Sánchez Pérez Castejón y su independencia de actuación siempre fue ninguna porque dependía directamente del presidente Sánchez.
Los juristas siempre hemos pedido la independencia de Fiscalía, cosa que hasta la fecha no ha ocurrido. El Auto del Supremo en el caso del compañero de Ayuso dice algo que no tiene desperdicio, que el Fiscal General recibía instrucciones de Moncloa, es decir de Sánchez, en la guerra política que mantienen la presidenta de Madrid y el presidente del Gobierno, y se ve que en esta guerra política se utilizan todo tipo de medios, incluso ilegales.
Ya en su día fue entrevistado Pedro Sánchez Pérez Castejón y no tuvo ningún reparo en decir que en la Fiscalía manda él. Pero como se están sucediendo un rosario de hechos de corrupción en el entorno de presidente del Gobierno, el Fiscal General del Estado es como el último muro para impedir que caiga el presidente español por corresponsabilidad. Recordarán la teoria de dominó que empleaba el doctor Kissinger en su estrategia en Estados Unidos sobre la caída de un país que podía hacer caer uno a otro. Pues bien, aplicada a la política de este  país esa teoría funciona. La primera pieza ha sido Ábalos, para continuar con una retahíla de imputados, Koldo, Begoña Gómez, el hermanísimo, y ahora el Fiscal General del Estado Ortiz que no puede dimitir porque es la pieza fundamental del dominó de Sanchez.

Pueden caer o dejar caer muchas fichas del entorno de Presidencia, incluso a la mujer del presidente, pero la que no puede caer es el Fiscal General del Estado. La defensa que se está haciendo desde el Gobierno para no convocar elecciones es numantina porque no se trata de que se convoquen elecciones como en cualquier país democrático sino que una dimisión y convocatoria de elecciones supondría un atasco en los tribunales de España ya que una gran mayoría de órganos del Gobierno está bien involucrados directa e indirectamente en la corrupción.

Siempre he dicho que el miedo que tiene Sánchez es a los juzgados, o los cambia o los domina o terminará en el banquillo frente a los de "las puñetas". Este personaje domina el Tribunal Constitucional pero no puede con el Supremo.

Nota.-
Cuando he terminado de escribir este articulo se hace público el informe de la UCO, donde aparecen indicios racionales de criminalidad de la mano derecha de Sánchez Pérez Castejón, el señor Santos Cerdán. Uno más que cae, que seguirán cayendo, hasta que finalmente de la forma que sea le toque al vértice que es el actual presidente del Gobierno don Pedro Sánchez Pérez Castejón que nos ha honrado a los españoles con una pantomima de rueda de prensa en Ferraz, como queriendo desvincular al Gobierno y centrándose en el partido socialista, diciendo algo parecido que ya escuchamos en otra ocasión de: "lo siento mucho, me he equivocado", que no ha sido creíble a pesar de la cara compungida porque Sánchez es un controlador que no deja nada al azar y nadie se cree no estuviera al tanto de los tejemanejes de los suyos más próximos. Veremos cual es el siguiente escándalo.