Que la fête commence!!

Y la fiesta de este año sale a la calle con actuaciones públicas y casetas al más puro estilo andaluz. Esto no es la feria de Sevilla, con casetas privadas. Es la feria del Santander, con música, alegría y rabas en la calle.

Imagino que nuestro alcalde Iñigo haya copiado la idea de las casetas-bares de Valladolid. Allí hace años que la feria del pincho es un éxito. Precios populares y ganas de divertirse.

Y encima está la otra feria, la taurina, con un José Tomás que ha puesto el cartel de  “No hay entradas” y ha provocado que la reventa multiplique por diez los datos del Euribor, el IPC y todos los índices mercantiles aplicables.

Incluso los artistas callejeros tendrán “con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide” la oportunidad de mostrar sus dotes y habilidades. (¡Qué lejos quedan aquellos tiempos de los municipales pidiendo la documentación a músicos callejeros entre los abucheos del respetable!)

Nadie sabe a ciencia cierta si las Fiestas de Santiago se deben al matamoros o al señor de dicho nombre que montó sus carruseles en la Alameda Primera. Lo cierto es que la cuenta atrás ha comenzado y los cohetes están en el balcón del Ayuntamiento esperando el chupinazo.

Abajo la crisis, abajo el Euribor y el IPC, abajo las penas. Diviértanse que sólo son diez días. Y si no tienen con qué rascarse el bolsillo y añoran tiempos de bonanza, no se preocupen pues cualquier tiempo pasado fue… anterior.