La alternativa de todos Por María José Sáenz de Buruaga, presidenta del PP de Cantabria

Los afiliados del Partido Popular de Cantabria me encomendaron el pasado 7 de octubre dirigir nuestra organización durante los próximos cuatro años, pero esto no es lo más importante. Lo verdaderamente importante es que, en 2023, los cántabros nos elijan para gobernar los ayuntamientos y la comunidad autónoma. Esa es la meta y el compromiso que asumimos en nuestro 13 Congreso y, para eso, tenemos que convencer a todavía más cántabros de que somos la alternativa de todos, y de que, con su ayuda, podemos cambiar las cosas. Que Cantabria tiene arreglo si se aplican las verdaderas soluciones.

No prometemos la luna ni venimos con una varita mágica, pero siempre que hemos gobernado hemos dejado una región y un país mejor de lo que lo encontramos. Somos solucionadores. Somos la alternativa para dar oxígeno a los hogares y a los emprendedores en estos tiempos económicos tan difíciles e inseguros.

Después de los fracasos de tantos papelucos, está claro que el Partido Popular es la única alternativa para conectar a nuestra comunidad con los grandes ejes de comunicación viarios y ferroviarios españoles y europeos.

Cantabria necesita más hechos, necesita más Partido Popular. Somos la única alternativa creíble para desarrollar espacios y políticas industriales de éxito pues lo hicimos en el pasado y la única esperanza de volver a un camino de prosperidad y modernidad, con más inversión y mejores servicios públicos, mediante gestión eficaz y sin necesidad de achicharrar a impuestos a las familias y a las pymes. Somos un partido de realidades.

Durante cuarenta años de autonomía, los cántabros han experimentado todo tipo de fórmulas. Y de las comparaciones sale una conclusión muy clara: para sortear crisis difíciles, enderezar el rumbo de Cantabria y abrir nuevos horizontes de desarrollo, el Partido Popular es la única opción solvente. Gobernar Cantabria no puede seguir siendo una tertulia política pagada con impuestos altos. Hay que cambiar, los cántabros así lo quieren y, honestamente, creo que la elección más razonable es unirse a nuestro proyecto.

Ya hemos padecido cuatro coaliciones de los actuales gobernantes y ya sabemos lo que dejan: mucha demagogia y muy pocos resultados. No hacen falta más viajes a ninguna parte. Por este camino Cantabria no avanza, se frena, se hace cada día más pequeña en economía, en industria, en empleo, en oportunidades, en todo. Nuestra pérdida de peso dentro de la estructura productiva española es innegable. Porque no se está gobernando bien.

El PP es un partido profundamente autonomista. Otros están utilizando la autonomía para escaquearse de su responsabilidad y echar balones fuera, mientras que nosotros la defendemos para plantar cara a las situaciones complicadas y ejercer la libertad y nuestras competencias en beneficio de los cántabros. Eso hicimos con Valdecilla: ejercer la autonomía para resolver un grave problema. Terminarlo en un tiempo récord, 16 meses, y ahí está: el único proyecto de envergadura de los últimos 15 años. Otros necesitan siglos para empezar La Pasiega o el MUPAC.

Yo quiero la autonomía para bajar los impuestos a los cántabros. Por convicción y no por cálculo electoral. Para acabar con la infernal burocracia que martiriza a nuestras empresas. Para dar una salida a quienes quieren trabajar y no pueden.

Creo en la autonomía para fomentar la colaboración público-privada y hacer remontar la inversión empresarial; para convertir a Cantabria en un polo de atracción para la industria de la salud; para apoyar la transición energética de nuestro sector industrial o aprobar un plan para el mantenimiento de la amenazada actividad ganadera.

Cantabria es España y, por lo tanto, tenemos que comprometernos por una España mejor, que pueda atender debidamente nuestras necesidades. Hemos de contribuir intensamente para que nuestro presidente, Alberto Núñez Feijoo sea también el presidente de todos los españoles. Ahí también estará una gran diferencia que vamos a marcar. Para Cantabria, pasar de Pedro Sánchez a Núñez Feijoo va a ser como pasar de la noche al día.

Porque frente al Gobierno que trata con desdén a Cantabria y pasa olímpicamente de cualquier compromiso serio con nuestra región, como hemos visto con el lobo, la industria electro-intensiva, los ferrocarriles o los fondos europeos, el Partido Popular ofrece una profunda implicación entre país y región, un trabajo coordinado y una misma visión.

El objetivo del PP de Cantabria es sacar a la región del furgón de cola y ponerla mucho más cerca de la locomotora. Sabemos qué es lo que hay que hacer. Tenemos experiencia y solvencia. Nuestro trabajo durante estos próximos meses es explicar y sumar ciudadanos a un proyecto concebido para todos. Somos conscientes de que hay una gran corriente ciudadana, cada vez mayor, que anhela un cambio. El PP es el instrumento para lograr esa meta de Cantabria y abrir una nueva etapa, con ayuda de todos. Somos un partido cohesionado, amplio, integrador y dialogante. Nuestras puertas están abiertas para una gran tarea común, en la que depositamos toda nuestra ilusión y nuestro empeño.