Lo que fuimos
En una de las últimas escenas de la película “Alatriste” de Agustín Díaz Yanes, uno de los esforzados soldados de los, hasta entonces, invictos Tercios Españoles antes de morir le pide en su última frase al joven protagonista, Iñigo Balboa, que cuente “lo que fuimos” hablándole ya en pasado, ante la inminente derrota, la primera en 120 años.
Aquella derrota española en Rocroi frente a los franceses puso de manifiesto el exceso de soberbia que siempre tuvo nuestra Nación, que no satisfecha con gobernar la mayor parte de América, Filipinas, territorios de África y los Países Bajos, osamos invadir también ciudades francesas.
La historia se repite y, con menos heroismo que en los libros del genial Arturo Pérez Reverte, ahora también podemos hablar de “lo que fuimos”, de que hubo un Presidente tan osado como los Austrias que advertía a la Francia de Nicolás Sarkozy que pronto la íbamos a superar tras haber rebasado a Italia.
Hoy el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea exhiben los datos de nuestro nuevo Rocroi, y nos advierten que no solo seguimos detrás de Italia y de Francia, sino que vamos a ser superados en los próximos tres años por India, Canadá y Brasil en renta nacional, o lo que es igual, que en lugar de “novena potencia mundial” seremos la duodécima.
Y si, en lugar de la producción nacional observamos la renta personal o per cápita acorde al nivel de precios del país, que refleja el poder adquisitivo real, Zapatero nos ha arrastrado al lugar 29.
Si en Rocroi, el norte francés junto a Bélgica, nuestras tropas se quedaron, en 1.643, sin munición, ahora Rodríguez Zapatero, con mayor imprevisión y arrogancia pero sin la valentía y el arrojo de los abnegados tercios españoles, también ha agotado la suya. Al menos la munición verbal, sino ¿dónde está aquella crisis generada por “avaricia”? y si este era un problema del “neoliberalismo internacional” ¿qué justifica que la España socialista se empobrezca y el resto de países crezca superándonos?
Al menos nos queda el consuelo de lo que fuimos, aquella España que con cinco millones nuevos de empleos lideró el crecimiento europeo.
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