Las costuras de España
Las costuras que unen España están cada día más deshilachadas, las distintas partes de nuestra histórica nación cada vez más desencajadas. Nuevas barreras artificiales se levantan entre las comunidades autónomas para hacer más difícil la convivencia. Las medievales fronteras comerciales renacen, a quién rotula o etiqueta en la lengua común, en la oficial del Estado, lo sancionan.
La comunidad autónoma de Cataluña se rige por un Estatuto claramente inconstitucional y el Tribunal que debe enjuiciarlo lleva tres años de cómplice y bochornoso silencio.
Vivimos en una indolencia judicial por parte del Tribunal Constitucional que permite al ilegal Estatut seguir su implacable proceso secesionista.
La denuncia popular del “España se rompe”, es hoy una realidad, de hecho lingüística y comercialmente ya está rota. Durante la aprobación de la Ley de Educación Catalana, a propuesta del gobierno socialista-separatista, el diputado de ERC que la defendió afirmó que el objetivo era “construir el estado catalán”.
El resultado de esa ley, que es desarrollo de un Estatut que aún no está juzgado, es que el castellano, lengua materna de la mayoría de los niños catalanes, se estudiará dos horas a la semana, un menos que la lengua extranjera. Ese es el objetivo, que los que hablan castellano tengan menos espacio que los extranjeros.
Mariano Rajoy afirmó que catalán y castellano deben convivir en el aula como en la calle, pero tan razonable petición hoy ni si quiera es reflejada en los medios progubernamentales.
La financiación autonómica para toda España se pacta bilateralmente con ERC que “plantó cara a España y ganó” y se ningunea al Partido Popular, gobernante en siete autonomías y 3.000 ayuntamientos, que quedó una vez más con la mano tendida y sola.
Este verano sería de atmósfera irrespirable sino hubiesen llegado dos soplos de aire fresco en forma de libertad de elección, desde Galicia y el País Vasco.
En Galicia los padres ya han encontrado la casilla para elegir entre castellano o gallego como lengua vehicular, el resultado, claramente favorable al primero, es lo de menos, los gallegos y la libertad ya han ganado pudiendo elegir, sin que un político decida por ti.
En Vascongadas se ha derogado la parte del decreto de educación infantil aprobado por Ibarretxe, en la que se imponía el euskera a los niños de 3 a 6 años, y aunque esto sea sólo cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco hay que celebrarlo, pues en Cataluña, con el mismo signo político, han desacatado ya cuatro sentencias similares.
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Comentarios(1):
Sr. Barrachina, no caigamos en contradición que según Uds. son los del SOE los que dicen a los jueces lo que tienen que decidir. No digamos al T.C.lo que debe decidir respecto al estatut. Y la lengua materna en cataluña es el catalán y es cooficial con la lengua castellana.