Noticias de Cantabria
15-04-2007 00:09

La segunda ?espantá? de la Provincia del Sur

SANCHO MICHELL DE DIEGO: "Este nuevo encharcamiento de ZP no sólo es un error de consecuencias cuanto menos pésimas para nuestros intereses; estamos ante un patinazo estratégico y político que no hará sino desamparar aún más a la población saharaui".



Lo que Rodríguez Zapatero nos dejó patente este pasado fin de semana en Canarias no es sino su firme propósito de provocar la segunda espantada en la historia de España del Sáhara Occidental. ¿Qué es si no el reconocimiento expreso, tácito, de la soberanía marroquí sobre las aguas del banco pesquero canario-sahariano? Entre los mandatarios continentales no existe precedente alguno, más si cabe cuando nos encontramos ante un conflictivo proceso descolonizador desde hace algo más de tres décadas, bajo tutela de las Naciones Unidas.

Numerosos medios han rememorado en sus editoriales y columnas de opinión el lío monumental provocado cuando Jacques Chirac se refirió al Sáhara como "la Provincia del Sur", sólo calificado de esta forma en los discursos anexionistas de Rabat. Al menos, el mandatario galo se retractó públicamente, cosa poco probable para quien conozca mínimamente al Jefe del Ejecutivo español. La soberanía del Sáhara no recae sobre Marruecos mientras los saharauis no se pronuncien sobre su futuro, y punto.

Parece ser que a Rodríguez no le basta con dilapidar la política exterior de España, sino que este sábado ha dado un paso más, reconociendo las aguas del Sáhara como "caladeros marroquíes". Está tardando ya el Presidente en acudir al Congreso de los Diputados para explicarnos a los españoles lo que nuestro País gana con esta cesión y con esta vergonzosa política de hechos consumados; ¿o es que Zapatero trata de pagar a Rey de Marruecos, Mohamed VI, alguna deuda pendiente cuya contracción se escapa a nuestro conocimiento?

No es de extrañar que en su alocución isleña, un simpatizante del Frente Polisario le interrumpiera, acusándole de «vender el Sáhara» por un puñado de pescado; esto le costó al interesado que el personal de seguridad se le echara encima, se le detuviera durante tres horas, y se le imputaran dos delitos. Para no echar gota, desde luego.

Las palabras de Zapatero han sacado a la luz el vergonzoso acuerdo de pesca suscrito en el verano de 2005, un acuerdo que incomprensiblemente fue suscrito por la Unión Europea.

Este nuevo encharcamiento de ZP no sólo es un error de consecuencias cuanto menos pésimas para nuestros intereses; además estamos ante un patinazo estratégico y político que no hará sino desamparar aún más a la población saharaui, siempre confiada en que España defendería sus intereses por encima de todo.

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