Noticias de Cantabria
23-09-2009 09:00

La nueva confabulación judeo-masónica

Al igual que el dictador Franco recurría a la confabulación judeo-masónica para tratar de encubrir aquellos fracasos de los que no quería responsabilizarse, el todavía presidente del gobierno Rodríguez Zapatero acude a culpar a “los poderosos”, los “abusones” o los “avaros” de la galopante crisis nacional en la que nos hayamos inmersos.

Tras cinco años de presidencia socialista, agotada la despensa popular y finiquitado cualquier ahorro público, Zapatero responsabiliza a un enemigo oculto, sin dar nombres ni apellidos, de los problemas que en buena medida él ha generado.

“Si ahora hay crisis es porque ha habido abusos, avaricia desmedida” ha llegado afirmar ZP, y ¿dónde ha estado él estos cinco años para impedir que avaros y abusones nos condujeran a esto?

Es un recurso histórico, de gobernantes incompetentes, la invención de enemigos ocultos para dirigir hacia ellos la frustración del resultado de las políticas propias.

En nuestro caso el dedo acusador de Zapatero, Pepiño Blanco, Alfonso Guerra y otros parece dirigirse veladamente hacia “los ricos”, “el gran capital” y “la banca”, claro que este especie de malos malísimos ya existía cuando el socialismo gobernante alardeaba de habernos situado en la champions de economía europea.

Es más, la revivida casta de poderosos y avaros, ha sido conveniente y electoralmente utilizada por el socialismo gobernante, la foto en mangas de camisa de Zapatero y Emilio Botín luciendo tirantes “rojos” es reveladora de la doblez de nuestros gobernantes.

El presidente de lo que queda de España es capaz de exhibir, hace menos de un año, en Nueva York que nuestra nación “cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional” y después aquí por conveniencia partidista poner a caer de un burro a la banca que lo hace posible.

Si las entidades financieras hoy no prestan lo suficiente es justamente porque la voracidad gubernamental deja secas sus arcas.

De los últimos 64.000 millones de euros prestados, 63.000 han ido a manos del sector público que sólo ha dejado 1.000 para el sector privado, es el efecto expulsión, crowding-out, el desplazamiento de la inversión privada por parte de las actuaciones públicas improductivas, que ya denunciamos sin éxito cuando ZP hizo su apuesta de sacarnos de su crisis a golpe de Plan E.

Para desgracia de todos Zapatero seguirá buscando enemigos imaginarios para no hacer frente a los problemas reales, que nos dicen que hoy que la economía sumergida ha crecido un 30%, el número de familias con todos sus miembros en paro es de 1.118.000, y casi un millón de desempleados carece de prestación alguna.

Nuestro presidente socialista, cual Quijote, seguirá viendo interesadamente gigantes y no molinos, con la diferencia de que esto no es una buena novela sino una pésima realidad.

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Comentarios(1):

Nano - 13-10-2009

El caso Gürtel. Los malos Garzón; Pumpido, todo el SOE, los policias y jueces. ¿ a que sí ?