Noticias de Cantabria
15-07-2015 22:32

La Grecia de Tsipras en la encrucijada (I)

No hay que ser muy adivino para predecir, como lo hice hace ya meses, que una campaña basada en promesas imposibles de cumplir, generaría frustración, desilusión y desesperación; y es que aquella campaña de la Syriza de Tsipras era un espejismo, dónde a los griegos se les prometió que ganarían más, estarían mucho mejor y, además, les bajarían los impuestos (Pensaban que sólo iban a cobrar los impuestos a los ricos; ¿Quiénes son los ricos?).


No hay que ser muy adivino para predecir, como lo hice hace ya meses, que una campaña basada en promesas imposibles de cumplir, generaría frustración, desilusión y desesperación; y es que aquella campaña de la Syriza de Tsipras era un espejismo, dónde a los griegos se les prometió que ganarían más, estarían mucho mejor y, además, les bajarían los impuestos (Pensaban que sólo iban a cobrar los impuestos a los ricos; ¿Quiénes son los ricos?).
¡Demagogia y populismo!
En los últimos meses hemos podido comprobar cómo han salido de Grecia ingentes cantidades de dinero que muchos helenos han puesto a buen recaudo, temerosos de que algún día pudiera llegar un imposible “corralito”.
El punto de partida no podía ser más desastroso: un país que entró en la entonces Comunidad Económica Europea y en el euro, engañando a todos en sus reales cifras; es un país con escasos recursos, pero se ha permitido la jubilación a edades muy tempranas, sigue aún sin “Catastro” pese a tres intentos (pagados) de la UE y, en general, es un país dónde el incumplimiento de los deberes fiscales y la corrupción es moneda de cambio. No olvidemos que con menos de 11 millones de habitantes, tiene una deuda de 240.000 millones de euros, como consecuencia de los dos rescates que ya arrastra.
Ha vivido los últimos años con los ingentes fondos que ha recibido del resto de los países de la Unión Europea, entre ellos España; como decía Zapatero, “es una inversión muy rentable” y así les prestamos muchos miles de euros, 26.000 millones, que probablemente serán incobrables y como dicen muchos papanatas hispánicos, no importa porque no es dinero particular (“El dinero público no es de nadie”, decía una ministra psoecialista).
En estos meses, mientras recibía liquidez adicional (ELA) para los gastos corrientes, han estado “mareando la perdiz” para llegar a acuerdos razonables de devolución de la deuda, aporte de nuevos fondos para seguir sobreviviendo y el compromiso de realizar reformas estructurales que pongan a país en situación de solvencia económica.
¡Pues, no! Todos Vds. han sido testigos de que los orgullosos, chulos y prepotentes Tsipras y Varoufaquis han entrado en las instituciones europeas y en el FMI como caballo en cacharrería, insultando y menospreciando a las instituciones y personas. Y echando órdagos, como si esto fuera un casino de trileros (Ya sabrán que Varoufakis es un economista especializado en juegos de estrategia).
Y creían que, al final, la “Troika” iba a tener que “tragar”, aunque sólo fuera por aburrimiento, y darles gratis todo lo que pedían, aumentando más y más la deuda a cambio de ningún compromiso. Cuando ya faltaban horas para acabar los plazos, se encontraron con un documento serio, ponderado y generoso y decidieron irresponsablemente romper las negociaciones y convocar un referendum plebiscitario, pensando que ello era un nuevo y último órdago y que supone un auténtico e intolerable chantaje a la UE.
Hasta el propio Obama ha llamado a Merkel para intentar un acuerdo in extremis; quizás debiera de haber llamado a Tsipras, aunque en este tema la geopolítica es importante y la OTAN, Rusia, Oriente Medio, Israel y otros temas de seguridad son también importantes.
Y la situación se precipitó, pues ante este absurdo panorama, los griegos se lanzaron a los bancos a sacar sus dineros y, por si las cosas venían mal dadas, también a los supermercados. Curiosamente, algunos de los líderes de Syriza también participaron en este aquelarre, como el propio ministro de Educación, sabedor de que el “corralito” era inminente, como así ha sido.
El resto de Europa hemos asistido inermes a un terremoto bursátil y en España hemos tenido que escuchar los epítetos de los dirigentes de Podemos, los fraternales hermanos de Syriza, como “terroristas financieros”, dedicado al Eurogrupo y en el mismo día que aún las víctimas del terrorismo yihadista yacían calientes. “Chantajistas”, “SS” y cosas parecidas hemos oído de nuestra izquierda más ultramontana, desconociendo que la UE es un “club” dónde existen derechos y deberes y las deudas contraídas hay que pagarlas.
Así, pues, levantados sorpresivamente de las negociaciones de última hora y después de comprobar Tsipras y Varoufakis que los órdagos no siempre obtienen resultados, es necesario recordar que la actitud de Tsipras, como aprendiz de brujo, puede causar un daño irreparable al país heleno y debiera de haber sido él quien asumiera las consecuencias de la actual situación y no traspasársela a los ciudadanos en un referendum bastante ambiguo. Ya in extremis y cuando han dejado de pagar al FMI, entrando en morosidad, Tsipras envía una carta para “aceptar las condiciones del Eurogrupo”, máxime cuando la Unión Europea ha hecho público el generoso documento de la Troika, cuyos términos había ocultado a los ciudadanos griegos, pues mantenía un discurso en las instituciones europeas y otro ante sus ciudadanos.
El propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, ha tenido que recordar a los griegos que un no en el próximo referendum, les colocaría en una situación insostenible; por ello les ha pedido el voto afirmativo, para no romper y salirse del euro. Por cierto, en este referendum se pregunta “¿Debe aceptarse la propuesta de acuerdo que fue sometida por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la reunión del Eurogrupo del 25/6/2015, incluyendo las dos partes que constituyen la propuesta unificada?”. Y tengo la duda razonable si los actuales dirigentes griegos van a jugar limpio con sus propios ciudadanos, para que conozcan en toda la extensión la propuesta que van a votar.
Y la situación es más que diabólica, pues ese documento ya no está sobre la mesa, por lo que no tiene sentido hacer un referendum sobre algo inexistente y la consulta es un nuevo método de chantaje de Tsipras hacia la Unión Europea, que no le va a dar ningún resultado, pero si va a dividir aún más al pueblo heleno. Además, ¿Cómo es posible que Tsipras pida el No, después de haber enviado una carta aceptando el documento con algunas matizaciones?. ¡Este vuelve locos a los helenos!. ¿Y si saliera el Sí, dimitiría el gobierno griego, como ya se ha insinuado?.
Europa y el Gobierno de España tienen muy claro cual debe ser su posición, como es que venza el “Sí” (a Europa) en el referendum del próximo domingo; el PSOE de PedroSánchez está desorientado y no sabe a qué carta quedarse, pues se encuentra entre la espada de alinearse con Podemos o la pared de hacerlo con las instituciones de la Unión Europea y ha optado por la ambigüedad y atacar a Rajoy por puro electoralismo, en una actitud inaudita en toda Europa. Esta izquierda, como la de Podemos y PSOE, ya hasta han puesto la bandera griega en algunas instituciones y algún miembro destacado está haciendo campaña en Atenas. ¡Inaudito!
La sociedad griega está muy desorientada y dividida y Grecia está al borde del abismo y Tsypras mantiene el orgullo muy alto, por lo que no dará el brazo a torcer, en una actitud victimista, sarcástica y melodramática. Y podríamos hacer análisis de muchos aspectos, aunque esperaremos hasta el próximo lunes, pero ante esta situación, ¿Vd. iría este verano de vacaciones a Grecia?; ¿Vd. le compraría por Internet la moto usada a Varoufakis, aunque fuera barata?.

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