La absurda selectividad universitaria

Obtener la mejor nota del distrito universitario en la Prueba de Acceso a la Universidad no garantiza plaza en la propia universidad convocante.

Año tras año, los padres de estudiantes cántabros asisten perplejos a la exclusión de sus hijos en el acceso a los estudios de Medicina organizados en nuestra Universidad, cuyas plazas son copadas por estudiantes que han obtenido notas de corte superiores en los exámenes de selectividad realizados por otras universidades españolas.

Algo insólito provocado por un sistema educativo absurdo que ha suprimido los exámenes unificados nacionales (las antiguas reválidas), obligando al alumnado a examinarse de Selectividad en la universidad de su distrito y, no obstante, conservado el acceso a los estudios universitarios mediante el sistema de distrito único.

Si ya teníamos bastante con la disparidad fiscal de nuestras autonomías, beneficiando a unas y penalizando a otras, ahora vemos reflejada una disparidad académica de criterios de exigencia y corrección que provoca injusticias irreparables. ¿Un alumno andaluz que obtuvo un 9,5 en selectividad realizada en la Universidad de Jaén, por poner un ejemplo, obtendría la misma nota de haberse examinado en la Universidad Complutense, de Oviedo o de Cantabria? ¿Por qué se permite entonces que dicha nota le facilite cursar estudios, por poner un ejemplo, en la Universidad Complutense, de Oviedo o de Cantabria?
¿Serán mejores profesionales quienes acceden a los estudios universitarios con notas infladas o selectividades de chichinabo? ¿Puede permitirse la sociedad excluir de los estudios universitarios a jóvenes cualificados que tuvieron la desgracia de cursar bachiller en un distrito universitario exigente en la Prueba de Acceso a la Universidad?

No tiene sentido. Si realmente se pretende contar con los mejores estudiantes universitarios, habría que volver a una prueba unificada nacional, a realizar por todos los alumnos españoles el mismo día a la misma hora, lo que daría consistencia a la posterior elección en Distrito Único Universitario y evitaría las discriminaciones que ahora se producen. O incluso, como ocurre en algunos estudios (Traducción en Salamanca), que sean las propias facultades ofertantes de las plazas quienes organicen sus propias pruebas selectivas abiertas a todos los estudiantes españoles.

La supresión del Preuniversitario y del Curso de Orientación Universitaria (COU) ha supuesto que más del 45% de estudiantes universitarios cambien o abandonen sus estudios al concluir el primer curso de carrera, pues pasan directamente del Bachiller en los institutos a otro mundo académico muy diferente en donde sus ilusiones profesionales se topan con la dura realidad.

Urge pues una revisión nacional por el Ministerio de Educación de la organización de la Prueba de Acceso a la Universidad, que, en caso de conservarse el Distrito Único, tendrá que ser obligatoriamente de carácter nacional y con el mismo contenido para todos los españoles. Lo contrario es ir contra el artículo 14 de la Constitución que consagra el principio de igualdad. Aunque, mucho me temo, pedir semejante perogrullada a este gobierno es como dar palos de ciego y miedo tengo a llevarme un garrotazo en la cabeza.