La abstención política

La abstención política es la “no participación” en unas votaciones a las que se tiene derecho. Abstención proviene del verbo abstenerse que es pronominal, es decir se conjuga con el pronombre y por lo tanto se refiere necesariamente a la persona que se abstiene, que no participa. En las próximas votaciones municipales, se prevé una alta abstención de la ciudadanía. Hay encuestas que muestran que solo un 25% de los ciudadanos se interesan por la política. El colectivo de jóvenes es quien menos se interesa. No se si los partidos políticos tienen conciencia de que no es el número de votos sino la alta abstención lo que les debe preocupar y mucho, porque esta en juego la democracia. Una democracia imperfecta y joven y una pseudodemocracia al menos en dos comunidades Vascongadas y Cataluña. En la primera no hay libertad para al menos la mitad de la población, cuyos representantes han de ir con escolta por las amenazas de ETA, que va cambiando de siglas (“ los mismos perros con distintos collares” reza el dicho popular) y donde impunemente se obvia la ley de la lógica delito/castigo y hasta la escrita por la “interpretación partidista” de algunos “pseudo-jueces”, ( me niego a aplicarles a todos los jueces el mismo sustantivo).

En Cataluña existe un partido único P.U.C. Partido Unificado Catalanista porque del catalanismo/nacionalismo participan todos los partidos en mayor o menor medida y va desde el PP (sólo en ocasiones y por algunos de sus miembros ) pasando por por todas las siglas CiU, PSC, IUV hasta el independentismo radical de Esquerra. ¿Dónde puede estar entonces la alternancia, base de la democracia?. La aparición del Partido Ciudadanos( que explicitamente se proclama “no nacionalista”, es una pequeña luz en el túnel nacionalista, pero todavía falta mucho para que sea hegemónico y no dudo de que algún día lo será si mantiene su ideario y su independencia.

No existe una democracia española, existe una partitocracia o partidocracia como dicen los sudamericanos. La clase política cada día esta más alejada de la realidad social, de la calle, de la realidad del ciudadano. La política se ha convertido en una agencia de colocación para unos cuantos individuos que militan en un partido, (en ocasiones se afilian con un mes de anticipo ) por necesidad económica o ansias de poder o salir en los medios para mayor gloria de su autoestima. ¿Quién piensa ahora que la política es o debe ser un “servicio a los demás”? . ¿Quien piensa que ese servicio debe estar bien pagado, pero no desproporcionalmente retribuido? ¿ Qué partido tiene en sus estatutos la LIMITACION DE MANDATO ? Que yo sepa solo uno, “Ciudadanos” y ya veremos si lo cumple. Hay un solo caso admirable en nuestra pequeña historia democrática , el presidente Aznar. Lo prometió y lo cumplió y tiene mi admiración por ello, y la de muchos españoles que nunca le votaron.

Los ciudadanos españoles del siglo XXI tienen la suerte de tener una formación gratuita hasta los 18 años, obligatoria hasta los 16 y después optan por un oficio , una carrera, para incorporarse al mundo del trabajo. Cada ciudadano tiene su oficio o su profesión. No es admisible en el siglo XXI el “político profesional”. Durante unos años “puede y debe” quien quiera y este capacitado para ello, dedicarse a la política, como “servicio” a la comunidad, con un límite en el tiempo para reincorporarse después a su profesión. La política no puede seguir siendo refugio para algunos y plataforma para otros de “por vida”. Nos va la democracia en ello. Carmen Leal